A propósito de la película Encanto, después de verla, muchos saldremos de las salas de cine con la sensación en el corazón de que si nuestro país es así por qué la furia colectiva, por qué las élites pretensiosas y egoístas, por qué nuestra manía de esconder la ruralidad como lo feo, lo sucio, si es, precisamente, donde habita nuestra magia.