Venganza, ¿exclamó la alcaldesa?

¿Para qué autoridad si la puedo ejercer yo? ¿Es necesaria la justicia si puedo ser yo verdugo y juez al mismo tiempo?

Opina - Política

2020-02-05

Venganza, ¿exclamó la alcaldesa?

Columnista: Diego Andrés Quintero

 

De cualquier persona esperé un grito de júbilo en honor a un asesino menos de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López. Nunca lo esperé porque he seguido cada uno de sus pasos frente al proceso de paz con el que se logró desarmar a la antigua guerrilla de la Farc.

Siempre la admiré porque no es una decisión fácil apostarle a la paz en una sociedad alienada de sus valores morales. Una sociedad donde la mitad se nutre inyectándose en vena el suero de la violencia y la otra mitad, en doble dosis, el suero de la indiferencia. Yo, realmente creí que era una mujer de paz y no alguien ávido de venganza como le decían sus opositores políticos de ultraderecha. Hoy, y ante sus apresuras declaraciones, he quedado con dudas sobre sus verdaderas intenciones pacifistas.

Todo ocurrió el pasado jueves luego de que un médico decidiera, como algo justo y necesario, ultimar a tiros a tres presuntos delincuentes que al parecer le venían persiguiendo en un puente peatonal de la capital. Aunque en el lugar de los hechos hay cámaras de seguridad no se ha podido conocer un video que relate el momento exacto, el minuto a minuto del supuesto robo.

Tampoco una denuncia pertinente ante algún tipo de autoridad de lo ocurrido; por el contrario, el médico que alega en estrados judiciales ser víctima, huyó del lugar de los hechos como si algún tipo de culpa lo hubiera asaltado. Sin embargo, la hipótesis de los medios de comunicación es la de un presunto robo que culmina en el triple homicidio de los “atracadores”.

La única prueba del hecho es un video de poca duración donde sólo se ve a cuatro hombres: tres caminan detrás del cuarto sobre un puente peatonal en el norte de Bogotá. Sobre los indicios encontrados en el lugar del hallazgo hay más preguntas que respuestas.

Se hizo justicia, el ciudadano actuó en “legítima defensa” brindaremos todo el apoyo legal a este ejemplar ciudadano. Así, sin deliberación alguna y, de un sólo bostezo, dictaminó su veredicto la primera autoridad ciudadana: venganza, pareciera más el clamor de la alcaldesa. ¿Acaso no sería una audaz salida ante un posible hecho de delincuencia que recae en la responsabilidad administrativa de la ciudad?

En consulta con abogados penalistas el análisis inicial es un triple asesinato a manos de un confeso médico que, por ahora, ha quedado en libertad; las razones del delito son desconocidas. Lo demás son valoraciones, cargadas de prejuicios personales de la ciudadanía.

En la mayoría de los casos, esos prejuicios responden a la confusa información recibida desde la prensa; pues a esta le fascina todo lo que genere sensaciones inmediatas sin importar la veracidad de cada hecho. También responden al miedo que alberga el ciudadano ante la falta de seguridad que no logra brindar el establecimiento. La alcaldesa, que es muy hábil comunicacionalmente, desvió a toda la prensa hacia el argumento de la “legítima defensa”.

Hoy nos tiene hablando a todos de si debía o no matar a los “delincuentes” el infortunado ciudadano. Acaso el debate no debería ser: ¿Por qué los ciudadanos tenemos que tomar las armas y defendernos de los asaltantes? ¿Por qué pagar millones de pesos en policía si al final nos enfrentaremos a los delincuentes nosotros mismos? ¿Para qué autoridad si la puedo ejercer yo? ¿Es necesaria la justicia si puedo ser yo verdugo y juez al mismo tiempo?

Realmente uno espera este tipo de pronunciamientos a priori de una persona como el expresidente Álvaro Uribe, quien dijo: “no fueron a recoger café” realizando un juicio de valor sobre los falsos positivos de Soacha. O de la congresista María Fernanda Cabal, quien dijo: “los menores de edad deben estar a esa hora en su casa” justificando la muerte de Dylan Cruz a manos de ESMAD.

Ojo por ojo y el mundo acabará ciego, decía Gandhi, apelando a la no venganza como máxima en la resolución de los conflictos derivados de las relaciones entre seres humanos. Alcaldesa: Ese camino, el de la justicia por la propia mano, ya lo hemos transitado en tiempos pasados y nos dejó atraso y decadencia humana. Esa, de entrada, no puede ser la única solución. Esa no puede ser la respuesta de una lideresa que se ha mostrado audaz y sosegada.

Sólo espero que la declaración haya sido pensada como estrategia para agradar lo superfluo que se alimenta de la violencia y muerte, que nada tiene que ver con el veredero sentir de la alcaldesa. Pues yo si debo salir a las calles de mi país armado a dispararle a todo el que me parezca sospechoso, a decidir mi bienaventuranza o mi condena moral matando o, dejando de matar a alguien, no tienen razón de ser ninguna gobernanza que ante mí se presente. ¡No tienen razón de ser ese gobernante!

 

Fotografía cortesía de Radio Nacional.

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Diego Andrés Quintero
Estudiante de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad. Cooperativa de Colombia.