Somos el 69 %

Como se ha venido apreciando desde los comicios para elegir alcaldes, gobernadores, diputados y concejales, la esfera política que lidera el senador Álvaro Uribe está perdiendo fuerza y credibilidad.

Opina - Política

2019-11-23

Somos el 69 %

Autor: Farid Castilla Hernández

 

En 15 meses de mandato del presidente Duque, su logro más significativo a nivel nacional es alcanzar un porcentaje de desaprobación del 69 %. Este porcentaje fue el resultado de una encuesta Gallup Poll realizada por Invamer, la cual publicó el 7 de noviembre del presente año.

Y es que el estudio se llevó a cabo en un término específico, desde el 25 de octubre hasta el 4 de noviembre, aún sin conocer el país los hechos lamentables que se mostraron a la opinión pública sobre los bombardeos que se hicieron a un campo de disidentes de las Farc, en donde murieron niños que se encontraban en el lugar de los hechos.

La encuesta Gallup Poll es un método utilizado por Invamer para medir aspectos de suma importancia en el país, como son: aprobación del gobierno, favorabilidad de personajes públicos nacionales e internacionales, problemática nacional y temas de coyuntura nacional.

Pero esto no es lo único que ha logrado nuestro actual presidente con su Gobierno, en estos días se han presentado varios acontecimientos que han puesto en vilo al país y a nuestro mandatario.

Parece sacado de un cuento, y no precisamente de hadas, que, a pesar de su mala reputación, el pueblo colombiano haya decidido salir a las calles en contra del Gobierno, en una marcha nacional el 21 de noviembre.

No le basta a la vida decirle a Duque que aún no ha completado ni la mitad de su administración y el pueblo ya está cansado de él, que además se presentan ahora, dentro de su Gobierno, acontecimientos que van a elevar ese grado de descontento en la sociedad, como el ocurrido el 19 de noviembre, protagonizado por Francisco Santos, nuestro honorable embajador de Colombia en Estados Unidos, junto con Claudia Blum, la nueva ministra de relaciones exteriores de nuestro país.

Como se ha venido apreciando desde los comicios para elegir alcaldes, gobernadores, diputados y concejales, la esfera política que lidera el senador Álvaro Uribe está perdiendo fuerza y credibilidad.

En una narración continua de hechos, hagamos una línea temporal. Empezamos desde los comicios mencionados en donde se vio fuertemente debilitado el Centro Democrático cuando se dieron los resultados electorales. Luego, nos dirigimos al bombardeo donde murieron menores, que se supo por una investigación exhaustiva del senador Roy Barreras, que llevó a cabo a una moción de censura en el Senado y forzó la renuncia del ministro Botero porque este ocultó información en donde se sabía que había niños dentro de las bajas que se dieron al momento del operativo militar.

Después, nos escabullimos por una actuación antipática que realizó nuestro presidente cuando un periodista se le acercó y le preguntó sobre el operativo, su respuesta fue: “¿de qué me hablas, viejo?”.

Y por último, encontramos que nuestro embajador en Estados Unidos —que para los que no lo saben, es elegido por el presidente de manera libre y voluntaria (a dedo)— habló mal del Estado en donde trabaja (Estados Unidos) y habló mal de colegas que tiene dentro de su esfera política como Carlos Holmes Trujillo y el exministro Botero. En resumidas cuentas dijo que los dos eran unos ineptos y que ninguno de los dos hizo su trabajo como debería de hacerlo.

Y para ponerle una cereza al postre, el embajador habló también de cómo es la estrategia que lleva a cabo para que a los gringos se les meta de nuevo en la cabeza el tema de Venezuela.

Estas situaciones son las más recientes que podemos mostrar, pero todos los colombianos sabemos que podemos ir mas atrás, mucho más atrás, pasando por el proceso actual que lleva Uribe en la Corte Suprema de Justicia. Podemos encontrar más hechos que nos han rebosado la gota del vaso de la paciencia y de la incredulidad. Ya despertamos, algunos se están despertando, y solo estamos esperando al resto.

Cuando los colombianos supimos de estos acontecimientos tomamos la decisión de decir: no más. Puede que un sector de la sociedad colombiana aún apoye ideas o defienda argumentos uribistas porque en este país se ha visto de todo y siempre se verá de todo.

Pero hoy somos más, somos ese 69 % y muchos más que decimos ya basta; ya basta a los gobiernos ineptos y corruptos que solo buscan provecho propio; ya basta a los gobiernos que no hacen nada más que dividir cuando deben tener como principal tarea la unión de un país.

En la marcha que se llevó a cabo el 21 de noviembre, nos dimos cuenta de que los que queremos mejorar nuestra nación somos más, que los que vemos con malos ojos al Gobierno actual somos más.

Porque hay que aclarar una cosa que es evidente para nosotros los que estamos de este lado, somos el 69 % pero no solo miramos con desfavorecimiento a nuestro presidente, somos ese 69 % que vemos con desfavorecimiento a este Gobierno entero, a sus ideales, a sus personas a cargo como su líder Álvaro Uribe. Somos ese porcentaje que está cansado de abusos, de transgresiones de derechos fundamentales, civiles, políticos.

Estamos cansados de que no se nos escuche, estamos cansados de que todas las semanas tengamos que leer una noticia sobre un líder social asesinado, de que nos tengamos que encontrar que se nos ocultó información sobre niños dados de baja que no deberían ser un objetivo militar en un Estado Social de Derecho que promulga la protección a niños sobre cualquier otra cosa.

Estamos cansados y ya despertamos, Invamer mostró que somos el 69 %, pero somos más, y esperamos que te hayas dado cuenta “de que estamos hablando viejo”.

 

 

 

Foto cortesía del grupo: Edinson Arroyo, Cristian Hurtado, Yesid Rendon, Jorje Calle, Pablo Piedrahita, Jhoss Marulanda.

 

 

 

( 2 ) Comentarios

  1. Aguante uribe y me casco con quien sea

  2. ¿Al día de hoy 28 de noviembre en que porcentaje estará la aprobación de Duque?
    ¿Nos mostrarán las encuestas la realidad del país?
    Hace unos días me devolví a leer un poco sobre el perfil sicológico de los sociopatas y duque encaja perfectamente.
    No creo que su elección haya sido tan inocente, quien lo señaló para ponerlo de presidente sabía de sus condiciones.
    Duque es tan o más malo, corrupto, nefasto, disociador que el mismo uribe.
    Detrás de esa cara de «yo no rompo un plato» hay un ser maligno.

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Farid Castilla Hernández
Estudiante de Derecho de la Universidad Militar Nueva Granada, creyente de las libertades e igualdades.