Samper pide protección internacional para el Seaflower, reserva de biósfera marítima colombiana

Esta zona protege a más de 197 especies en amenaza de extinción, según Listas Rojas de la UICN. También contiene extensas praderas de pastos marinos, manglares, playas y bosques.

Infórmate - Ambiente

2022-12-09

Samper pide protección internacional para el Seaflower, reserva de biósfera marítima colombiana

Columnista:

Lorena Arana 

 

El expresidente Ernesto Samper Pizano participó, en días pasados, en la décimo novena Conferencia de las Partes (COP19) de la Comisión Sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre, que se llevó a cabo en Panamá, donde uno de los temas centrales fue el Seaflower o tercer sistema coralino más grande del mundo; el cual está ubicado, en su gran mayoría, en el Caribe occidental colombiano y actualmente es manejado por nuestro país.

«La situación está contra el tiempo. Hay muchas especies en peligro, cuya preservación depende de la voluntad política», dijo el exmandatario; quien propuso que a este gran ecosistema se le dé administración conjunta y pase a ser «Reserva de Biósfera Transfronteriza» para quedar al cuidado de los cinco países que lo rodean: Costa Rica, Honduras, Nicaragua, Panamá y Jamaica, además de Colombia; pues, desde hace dos años, diversas organizaciones han buscado crear una alianza de naciones que vele por su bienestar.

Fruto de esta reunión, Milciades Concepción, ministro de Ambiente del vecino país, se comprometió a liderar la agenda, con el fin de proteger este espacio de 180 000 kilómetros cuadrados, de los que solo 57 son terrestres; el cual recibió, en el año 2000, el calificativo de «Reserva de Biósfera» por parte de la Unesco.

El Seaflower abarca los archipiélagos de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Además, cuenta con siete islas cayo, como Serrana, Serranilla, Albuquerque, Roncador y varios bajos y bancos. Su protección ha permitido la conservación de especies como la tortuga carey, el cangrejo negro y el caracol pala; asimismo, ecosistemas estratégicos, no solo para el continente, sino para el mundo entero. 

Dicha franja es protegida mediante restricciones al público en cada una de sus secciones. Sin embargo, enfrenta cuatro amenazas ambientales:

  • Sobrepesca: cada mes ingresan barcos de pesca industrial, con banderas hondureñas y jamaiquinas, que actúan sin técnicas sostenibles y no hay Gobierno que responda al respecto.
  • Turismo intensivo: en San Andrés y Providencia, hace tres años, se alcanzó un promedio de millón y medio de turistas anuales, superando la capacidad de carga de los ecosistemas.
  • Pérdida de biodiversidad: los corales se enfrentan a una pérdida de tejido que es considerada el «cáncer de los arrecifes», efecto de la acidificación del agua; a su vez, ocasionada por la sobrepesca del pez loro y la contaminación, entre otros.
  • Cambio climático: año tras año, el Caribe pasa por una temporada de huracanes; que, en los últimos tiempos, ha debilitado las colonias de corales, derivando en su desprendimiento.

Una de las aliadas en esta causa es la Fundación Franz Weber. Sus voceros han afirmado que «si no se cuenta con una política clara de protección entre países, existe el riesgo de que, en diez años, el Caribe se convierta en agua y sal».

Cabe recordar que el Seaflower fue el pionero de los entornos marinos protegidos del país. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) lo ha incluido en su lista A de Latinoamérica y el Caribe, como área potencial para convertirse en patrimonio de la humanidad, y alberga a más de 2300 especies marinas.

Ahora la prioridad del ministro Concepción será citar a sus homólogos para abrir diálogo y que se propongan salvar a esta región. Se espera que el primer encuentro sea en la COP de los Océanos, la cual también se realizará en suelo panameño, en marzo de 2023.

Samper ha insistido en la necesidad de cooperar y sacar la convivencia regional de los estrados para evitar un colapso ambiental, pues considera que el conflicto diplomático respecto a límites marítimos está dilatando y poniendo trabas al cuidado del Seaflower. Esto se incrementó en enero de 2021, cuando Nicaragua, aplicando unilateralmente el Fallo de La Haya, declaró, vía Congreso, la «Reserva de Biósfera del Caribe Nicaragüense» en la franja de Seaflower que ganó a Colombia en 2012.

«Al sacar el cuidado del planeta del litigio, garantizamos atender lo verdaderamente importante: la naturaleza y los pueblos que la cuidan», concluyó el expresidente.

 

Fuentes:

Iniciativa Gran Seaflower.

Seaflower Foundation (www.seaflowerfoundation.org).

Nota de prensa «Gran Seaflower, la iniciativa de Conservación del Caribe Suroccidental» (Hanny Castro O’neill y Liana Flórez Gómez), Radio Nacional de Colombia – https://www.radionacional.co/noticias-colombia/gran-seaflower-la-iniciativa-de-conservacion-del-caribe?amp.

Oficina de Prensa Ernesto Samper Pizano.

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Lorena Arana
Periodista con Máster en Escritura Creativa. Libro: 'Poemas de cabello corto'. Cuentista y microcuentista de última generación. Tía de oficio. En ocasiones, premiada. Ansiosa rehabilitada - hipocondríaca en reparación. Meditadora, trotadora, lectora. Y mi perra sonríe cada que me ve.