Si bien la esfera política tiene más ejemplos que resaltar, me gustaría dirigir la atención sobre un personaje que se mueve más en lo cultural y científico en esta última entrega de “Nuestros verdaderos héroes”
Rodolfo Llinás.
El Doctor Llinás -doctor porque realizó una investigación original avalada como avance del conocimiento por una universidad reconocida y estable- ha realizado algunos aportes significativos a la comprensión del funcionamiento del cerebro, ya que su campo de estudio es la neurología.
Actualmente está concentrado en su trabajo en uno de los centros de investigación más prestigiosos del mundo y es profesor titular de neurobiología de la Universidad de Nueva York (NYU por sus siglas en inglés New York University). Pasó de las escuelas públicas del atlántico colombiano a las universidades líderes en Estados Unidos para desarrollar una teoría del cerebro que se considera punta de lanza en la actualidad.
De una infancia que ha relatado con fuerte influencia de su abuelo, quien incentivó la educación independiente y la constante búsqueda de información, hasta llegar a la frontera del conocimiento en neurobiología, logrando que en sus entrevistas recibamos algo de su conocimiento con un lenguaje que es digerible para la mayoría.
Y este es uno de los grandes logros de este científico, te ofrece una respuesta adecuada para cada público al que acepta dirigirse y no una parrafada indigerible que no entiende casi nadie, como algunos pseudointelectuales.
Parece que el Doctor Llinás está preocupado tanto por la investigación de punta como por la divulgación científica y ese es el deber ser de las cosas.
De este verdadero héroe todos debemos aprender de sus múltiples entrevistas y columnas de opinión pública la vida mesurada alejada de los excesos, la reflexión acompañada de la ética, el abandono de prejuicios y la disciplina que demuestra una larga carrera investigativa.
Hay muchos más héroes que podría resaltar como Adriana Ocampo, líder del proyecto de la sonda Juno de la NASA que está en el límite de las capacidades técnicas y científicas de todos como especie, o tantas y tantos deportistas y artistas que nos muestran una cosa que todos debemos aprender: el trabajo prolongado sobre el mismo objetivo es lo que vale, no la ganancia fácil y el atajo tramposo.
