Ni tanto para extrañar a ‘Fico’

A propósito de la representación política y la sed de poder: “Héroes” para no extrañar.

Opina - Política

2021-02-11

Ni tanto para extrañar a ‘Fico’

Columnista:

Daniel Suárez Montoya

 

Recientemente un concejal publicó en Twitter una imagen de Federico Gutiérrez con un pie de foto diciendo que la ciudad extrañaba al exalcalde. Ello me hizo pensar en la ineficiencia de un sheriff que salía a perseguir fleteros mientras la ciudad decaía y requería de una administración pública coordinada en sus labores y objetivos. Estas cosas se ven también reflejadas con nuestro gobernante de turno, incluso, con mayor fuerza. En Medellín la estrategia del «independiente» funcionó y continúa funcionando. No entraría a criticar estas cuestiones si se tratase de personajes auténticos: coherentes en sus modos de campaña y gobierno, pero no es así. Pasamos del sheriff que se paseaba por Ciudad Gótica impartiendo justicia a mano propia, un hombre que no ve más allá de las paredes rayadas –quien no capta la demanda social y actúa bajo el traicionero impulso de la soberbia.

La «independencia» llega a «recuperar la ciudad», esa que estaba en manos de unos pocos, del fantasma llamado GEA. ¿Y, será cierto que el líder de Tricentenario reorientó la política local? ¿Más participación? ¿Más democrático? No. Lamentablemente, las manos que deciden y lucran son pocas. Además, los independientes cuentan con grupo de arrobas y cuentas falsas de Twitter dedicadas a la persecución social y política de quienes nos atrevemos a cuestionar. Tienen las mismas etiquetas, eso que en la literatura se denomina el «enemigo invisible»:

uribistas/fajardistas/GEA. La cuestión es que la estrategia del «enemigo invisible» tiene un objetivo establecido: (auto) regular, dominar y callar cualquier conducta que pueda resultar inviable para el statu quo. En Medellín, más vale callarse antes de recibir insultos y amenazas. No existe en últimas espacio para la deliberación pública.

Medellín: cansada, manoseada, ignorada con la pobreza, la inequidad y las violencias en los cuartos de la casa. Esta ciudad que cada cuatro años se llena de promesas que, posteriormente, se convierten en alimento para el ego de un nombre que promete un ‘ismo’ con sed de poder. Hoy con apellido Quintero que interviene como si fuese el único decisor sobre Ruta N, el Jardín Botánico, EPM, y Buen Comienzo. Todas estas entidades vitales para el bienestar de la ciudadanía transformadas a merced de las preferencias de un individuo que, incluso, se atreve a desacatar directrices departamentales y nacionales ante la contingencia sanitaria que desde hace meses nos tiene al filo de la enfermedad y del hambre. Hombre, ¿ves qué hay detrás de quienes demandan garantías de derechos?, ¿de quienes son vulnerados? Esos son los que crees que protestan mal. Los que quieres callar.

Con lo dicho, querido concejal, no extraño al sheriff, nos quedó el aturdidor ruido de su helicóptero y eso ya es más que suficiente. Creo que tampoco extrañaré a el apellido Quintero. A Medellín le hace falta una administración pública deliberativa, una que coordine con las bases sociales, que capte las necesidades territoriales y los problemas estructurales. Esta no es una labor sencilla, pero requiere el desbaratamiento de redes políticas que favorecen a intereses particulares: al ego del representante político o a la empresa con contratos millonarios. Esto, para algunas personas podrá ser imposible, (…) aquí al menos una enunciación sobre la necesidad de cambio.

«Incomunica el dato».

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Daniel Suárez Montoya
Ciudadano en bicicleta. Gestor cultural y social