Mockus 2016: conformismo y control social

Opina - Política

2016-06-05

Mockus 2016: conformismo y control social

Recuperada Bogotá para la derecha, en medio del estupor de la gente ante la avanzada neoliberal sin precedentes, es probable la indignación acumulada se transforme en movilización social activa que aún está por detonar. Previendo lo anterior, el alcalde tiene como ficha clave a Antanas Mocku.

Antanas -reconocido político, filósofo, exalcalde y excandidato presidencial-, es el think tank de la política de cultura ciudadana de la Alcaldía. A él se le ha encomendado la tarea de trabajar por reconstruir lo que las ‘buenas alcaldías’, las dos suyas y la de Peñalosa, habían dejado: una Bogotá paradisiaca de gente que se comporta bien, y no el actual estado natural hobbesiano donde ‘el hombre es un lobo para el hombre’.

Cortesía Primicia Radio

Cortesía Primicia Radio

Su propuesta, planteada en el periódico El Tiempo, se enfoca en “el respeto por lo chiquito”, idea que desarrolla con un ejemplo muy particular: “Que la gente que entra o sale del Transmilenio no se roce, no se toque. Y menos, que se empuje”. De seguro él no se ha subido jamás a un articulado en hora pico, o al menos, si se tomara la molestia de observarlo desde la calle, notaría que su propuesta es toda una ficción. Más bien, esto denota un poco de su individualismo metodológico, forjemos ciudadanos incubados e intocables.

Al respeto, lo enlaza con el concepto de igualdad, y por aquí vamos viendo cómo llega el agua al molino. Mockus reivindica la igualdad ante la ley, la máxima del pensamiento liberal clásico, todos somos iguales respecto al Estado y eso es lo que vale, la igualdad para resolver conflictos ante el Estado, ante la justicia. En síntesis, lo importante es poder evitar la práctica arribista del famoso “usted no sabe quién soy yo”.

La propuesta de Mockus como planteamiento aparente es el de generar otra forma de relacionamiento entre las personas evitando la conflictividad, lo cual no es algo malo; no obstante, lo que subyace en el fondo, en el contexto de la alianza entre el adalid de la cultura ciudadana y el nuevo gerente de Bogotá, es la configuración de una estrategia de apaciguamiento y control social.

Dirán “oh, pero que conspirativo”, pero es lo que se ha practicado en Colombia por décadas. Les recuerdo que estamos en una democracia bastante restringida, por no decir otra cosa. Más bien, “dime con quién andas y te diré quién eres”, porque para aquellos que se asombran de ver a Antanas juntarse con un tipo como Peñalosa, lo cierto es que es más lo que tienen en común, que lo que los separa, así Mockus siga conservando su ropaje de intelectual hippie.

Mientras en las anteriores alcaldías hubo un esfuerzo por involucrar a la participación política y social, a la inclusión de sectores a través de diversos canales en la apropiación de la vida colectiva, al reconocimiento de derechos, la defensa del patrimonio público, la democracia y la paz, en la entrante, tales conceptos brillan por su ausencia, porque no son de su interés.

¡Claro que hay que portarse bien Antanas! Hay que cuidar el medio ambiente, convivir sanamente entre nosotros y nosotras, con base en el respeto y la igualdad, comprendidos como conceptos mucho más amplios. Si entendemos que la ciudad es un ser colectivo del que todos y todas hacemos parte y somos responsables de su futuro, de seguro nuestra querida Bogotá será cada vez mejor, pero ojo, la formula no funciona si hay “un gobierno que camina «pa’» delante y un gobierno que camina para atrás”.

Es imposible conciliar la idea de exigir a los ciudadanos un comportamiento adecuado, si del otro lado el burgomaestre hace trizas el patrimonio público y ambiental, atornilla la participación con represión, acorrala a los ciudadanos elevando el costo del transporte y negándose, en general, a la gran diversidad de formas de ver el mundo que se tejen en la capital.

El problema Antanas, es que con todo lo bueno y lo malo que ha pasado en Bogotá los 12 años previos, se está gestando con una ciudadanía consciente y no adormilada; en Bogotá no será fácil el pretendido proceso de domesticación bajo el eufemismo de la cultura ciudadana, aquí habrá calles llenas de color e interpelación democrática ante las potenciales amenazas en curso.

( 5 ) Comentarios

  1. Respecto a lo que comentas de antanas eh tenido la oportunidad de conocerlo y saber sus planes para bogota (respecto a la cultura ciudadana) no Porque haya apoyado a peñalosa sea tal como es el tienen cosas distintas, cuando hablo con nosotros no sabia aun cual era la mejor desicion entre escoger entre pardo y peñalosa decidio por el ultimo pues pardo no es de mucho confiar. por obvias razones antanas le aposto a la cultura no ah empezado la administracion y ya estan criticando su trabajo. debemos de dejar de ser juzgar como dicen con la bara que midas serás medido» no te conozco pero es suficiente al leerte los recursos de la investigacion y de tu critica son mas pobles no es lo suficiente para hacerme cambiar de opinion.

    • Yo pienso que el futuro de la cuidad va por dos caminos: o se va por el lado del neo-liberalismo y nos volvemos una cuidad como D.F Mexico (O estado de México), o nosotros, los ciudadanos nos apropiamos de nuestra propia cuidad, nos apropiamos de los parques, de los espacios públicos, de los espacios ambientales que son muy importantes, de las calles, de las localidades, de los barrios y nosotros mismos (unidos) enfrentar problemas como la seguridad. (Porque está mas que demostrado que la Policía Nacional no sirve para mejorar la seguridad, antes podría decir que su presencia en ciertos sectores genera aun más inseguridad)

  2. Pues su profecia ya empiaza a concretarse. Ya Mockus le va a apoyar a Peñalosa estrategias de cultura ciudadana en movilidad

  3. Típico izquierdista al que no le sirve ninguna idea y así le parezca ridículo antanas o sus métodos, el cambio que tuvo bogota en las alcaldías anteriores de estos dos señores es innegable incluso para extremistas como ud. ahora rasulta que exigir que se pague un pasaje es represión o exigir que se cumplan las leyes es dictadura y empiezan a mockus criticar sin siquiera haber empezado.

  4. La aspiración hacia una sociedad basada en los deberes y obligaciones lleva implícito el ejercicio de derechos plenos como consecuencia lógica del «todos ponemos». El compromiso de pensar en las consecuencias que mis actos tengan sobre mis vecinos, y la preocupación acerca del impacto que mis decisiones tiene sobre los demás, es la base del pensamiento de Mockus.
    El ejercicio caótico de los supuestos derechos y el goce indiscriminado del libertinaje, desnaturaliza el concepto de libertad, y lo convierte en una aspiración egoísta que golpea el derecho ajeno y valida los abusos como lesion colateral valida del libre desarrollo de la personalidad.
    Somos seres tan sociales como individuales. La decision de dar rienda suelta a nuestros particulares gustos y apetitos, debería ser consciente sobre las consecuencias que puede tener ello sobre nosotros mismos. El recordar que esos gustos y apetitos en el ideario de otros probablemente sea el origen de nuestra propia historia como víctimas.
    Como cree Ud. que se rigen los grupos de criminales? como ha visto que manejan sus interacciones?. Es obvio que el respeto por el otro requiere aplacamiento de los propios instintos; y si Ud. se cree partidario de cualquier otro camino espero sea consciente que las herramientas de relacionamiento que va a necesitar no son precisamente estas que usa en su blog. Tal vez le serian mas útiles otras; usadas diestramente por tiranos, delincuentes y sociopatas.
    La convivencia es en gran parte renuncia y compromiso. No es de izquierda o derecha…es real y completo reconocimiento del otro. La izquierda se concibió como un esfuerzo colaborativo ante los abusos del poder. Ud. la convierte en la validación del abuso por actores distintos…mejor dicho ud. como abusador en lugar de otro.

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Sebastián Forero
Rompí la burbuja del conformismo, dedico mis días junto a muchos y muchas a trabajar por un país distinto, desde la academia, la prensa crítica y las arengas en las calles. Profesional en Ciencia política y Gobierno, rolo, hincha de Santa Fe y férreo militante de izquierda.