La escobarización de Uribe

Tanto y tanto se ha hablado de los supuestos vínculos del expresidente con el narcotráfico, el paramilitarismo y la corrupción, que ya no se sabe si vale la pena seguir llenando página tras página para el olvido, de un pueblo colombiano que es tan culpable como él.

Opina - Política

2018-06-12

La escobarización de Uribe

Culpable no solamente es quien comete los delitos, sino todos aquellos que conociendo los actos delictivos actúan como cómplices. En este caso las cárceles colombianas serían insuficientes para albergar a los millones de seguidores de un líder que bien podría considerarse de papel.

Álvaro Uribe, un desconocido, de una familia sin antecedentes políticos, ni oligárquicos (1) (algunas versiones dicen que su padre era un hacendado que consiguió el dinero de la noche a la mañana, presuntamente producto del narcotráfico) se convirtió poco a poco en uno de los personajes más importantes del país y es casi que idolatrado por sus seguidores, superando en el papel, más no en la realidad, a personajes históricos como Jorge Eliécer Gaitán y Luis Carlos Galán y otros grandes de nuestra historia.

Contra Uribe Vélez se han escrito toneladas de documentos y puesto entre comillas miles de videos y notas que lo catalogan como uno de los personajes más nefastos para el desarrollo histórico de un país que no ha podido dejar atrás la violencia y, mucho menos, la mediocridad; prácticamente nada ha servido para detener y ni siquiera para disminuir en algo su poder.

Puede influir el miedo a la subida de la «izquierdista y sus vagos», pero en realidad, no saben nada de la historia de sus dirigentes; el solo hecho de creer que fue él quien le dio la paz y la tranquilidad a un país agobiado por la violencia extrema del narcotráfico, donde estallaban «bombas y centellas» y no se podía «pasiar» y después de Uribe se pudo «volver a la vagancia casi general durante los puentes».

Tanto y tanto se ha hablado de los supuestos vínculos del expresidente con el narcotráfico, el paramilitarismo y la corrupción, que ya no se sabe si vale la pena seguir llenando página tras página para el olvido, de un pueblo colombiano que es tan culpable como él y, hasta peor, al permitirle hacer con el país lo que se le da la gana. Si una investigación tan detallada como la de la revista digital AguaSalada acerca de «cómo se construyó el Gran colombiano», que en realidad no debe catalogarse como construcción, sino como invento (1.1) no cambia absolutamente nada en este país de cafres (Darío Echandía) es porque estamos más graves que los enfermos en los pabellones de urgencias de los míseros hospitales de caridad.

Colombia es un país exótico, lleno de riquezas de todo tipo y con mucha gente buena, pero al mismo tiempo incongruente. Desde épocas pasadas ha estado dominada por una clase social que ha hecho de las suyas y casi nunca ha encontrado una oposición que pueda cambiar ese esquema de dominación sistemática y descarada.

El país ha sido dominado por Conservadores y Liberales con periodos oscuros para la historia y que significó la muerte de muchos ciudadanos indefensos. La llamada época de la Violencia (que prácticamente no ha desaparecido, sino que ha estado camuflada de acuerdo a los intereses políticos de los gobernantes de turno) fue una época de pánico en la cual los seguidores de los dos partidos se mataban por gusto al color rojo o al azul, que era metido en sus venas y en sus mentes por aquellos que querían y lograban manipular a su acomodo.

Para arreglar toda la basura que había, surge la figura de Jorge Eliécer Gaitán, un verdadero líder que se gana el favor popular y a pesar ese apoyo no le alcanza para ser el vencedor de las elecciones que hubieran cambiado la historia de Colombia. Pero como sabían que seguía siendo un peligro para sus intereses, los personajes oscuros y siniestros manipulan y llevan a cabo su asesinato, quitándolo del medio y este es el comienzo de perpetuarse en el Poder.

El pueblo llora su muerte y se desgarra las vestiduras, las cuales nunca ha podido volver a restaurar. Es quizás el nacimiento de la cultura popular para engrandecer a alguien a ese nivel. Desde luego que justificada, porque sus ideas iban en favor del pueblo, del país en general para recomenzar y reconstruirlo. Y es que Gaitán fue el gran opositor de las multinacionales que acabaron con la vida de cientos de campesinos en la famosa «masacre de las bananeras». Gaitán organizó la Marcha del silencio que movió a todo el país y que significó un gran avance para el futuro del país a pesar de que parezca que nada avanza y que todo es repetición, pero en el caso de Uribe es lo contrario, pues en lugar de tener la idea de defender a los campesinos es acusado de quitarles las tierras y, además, favorecer a terceros para hacer lo mismo.

Después de mucho tiempo, en el cual se «arreglaron por las buenas» liberales y conservadores, se repartieron el Poder equitativamente con periodos de cuatro años alternativamente. Digamos que la violencia disminuyó, pero nunca cesó. El país del Sagrado Corazón entregó su consagración a la Fe y al Poder hegemónico del Frente Nacional que finalizó la repartición de la torta en 1974. Aunque legalmente debió terminar en 1970, cuando se llevó a cabo el gran fraude electoral despojando de la presidencia al General (r) Gustavo Rojas Pinilla y entregándosela al conservador Misael Pastrana Borrero. (2)

La repartición del Poder y el botín se mantuvo, pero con disputa electoral entre los dos partidos y escasa oposición de la izquierda hasta 2002, cuando Álvaro Uribe, tras abandonar el liberalismo fue elegido presidente bajo la alianza de varios partidos, entre ellos, el de la U y el Conservador. En 2006 fue reelegido. Uribe, aunque en algunas referencia aparece como disidente del liberalismo, en realidad traicionó y, prácticamente, hundió a la colectividad que lo acogió en sus filas, lo formó políticamente y le dio todo el apoyo para alcanzar las más altas posiciones. Después crea su propio partido con el nombre de Centro Democrático con orientación de centro derecha. Esto demostró no solamente su deslealtad, sino el egocentrismo que lo caracteriza.

A pesar de las cosas que han circundado la vida política y personal del director del Centro Democrático, todo indica que hay algo más de fondo, hay un aura de misterio que lo rodea y si bien la gente a pesar de conocer su historia como gobernador otorgando pistas a narcotraficantes y mantener relaciones cercanas con algunos de ellos, (1.1) luego en sus periodos presidenciales y con la creación de las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia) los comentarios sobre su vínculos con el paramilitarismo han rodado de página en página, de boca en boca, de micrófono en micrófono, pero gracias a la tergiversación y el apoyo de los empresarios dueños de los medios de comunicación y en las diferentes ramas de los Poderes Públicos, el silencio se ha hecho más evidente, pues él sigue muy campante haciendo de las suyas con el país.

En mi opinión, después de analizar una y otra vez por qué tanto apoyo tanto nacional como internacional, sobre todo de Estados Unidos, me atrevo a pensar que hay algo muy oscuro detrás de un personaje con ese talante y no lo afirmo como un hecho conocido, sino como algo muy personal que cada lector tomará como le parezca y generará su propia opinión. A través de los tiempos siempre ha existido la lucha entre el bien y el mal, entre la magia blanca y la magia negra, entre Dios y el demonio y nunca se sabrá cuándo terminará, pues desde la creación del mundo siempre ha habido conflicto o si no que lo digan Caín y Abel.

Un gran número de ciudadanos colombianos considera que fue Uribe quien acabó con la guerrilla y erradicó la violencia con su política denominada «Seguridad democrática». Que a pesar de encuestas y estudios que lo muestran como un gran benefactor de nuestra sociedad y de la disminución de la violencia, cosas que en realidad no son obra suya, cuando es producto de varios factores que se confluyeron para que esto se cumpliera.

Así, algunas cifras de sus gobiernos muestren índices de desarrollo, podría decirse que están más en el papel que en la realidad de un país donde se ocultaron tantos abusos. Los opositores de Uribe fueron quienes sufrieron las consecuencias y pueden decir que fue y sigue siendo una época de verdadera «inseguridad democrática». Con el solo aumento de los casos de desapariciones forzadas nunca debería hablarse de disminución de la violencia.

Entonces en el lema de «mano dura» (mano firme corazón grande) se cumplió únicamente la primera frase y se extendió a todo nivel sin importar si la justicia se aplicaba o no como tenía que aplicarse. La imparcialidad no existe en el diccionario ni en la mente de quienes utilizan el Poder para hacerse amos y señores a como dé lugar. El corazón grande es quizá un proyecto porque en el Doctor Uribe nunca ha habido un ápice de bondad y humanismo. Si hubiera sido así sería un forjador de paz y no de odio. (2.1) y no se le acusaría de ser uno de los mayores artífices de la guerra sucia.

Es coincidencial que su nombre haya desaparecido de esa lista en la que estaba identificado con el número 82 cuando el presidente de Estados Unidos era George Bush padre y que luego años después cuando su hijo George Jr. llegara a la presidencia y Jeb Bush era gobernador de la Florida, este viniera a Colombia para establecer y cerrar negocios a nombre de empresarios norteamericanos (ellos son empresarios petroleros), reuniéndose en privado varias veces con Álvaro Uribe. (3)

Uribe, además cuenta con el apoyo de Rupert Murdoch, dueño de Wall Street Journal y poderosas empresas con vínculos en Colombia y que publicó que Uribe es quien ha debido ganar el Nobel (como lo describe el artículo de AguaSalada), ¿Ángeles de la guarda que lo favorecen o poderes ocultos que son utilizados en beneficio de unos y otros? Contrariamente, The New York Times muchas veces le ha pedido a Uribe que se «comporte como un verdadero Estadista» y deje de ser un obstáculo para la paz de Colombia», pero el expresidente inmediatamente sale a defenderse y contradecir porque no hay poder humano que le haga cambiar su posición.

No hay razones que valgan para hacerles entender que su jefe es humano y se equivoca. No entienden de argumentos así sean estudiados y analizados por expertos como los del NY Times (4) en los cuales con sobradas razones le piden al señor Uribe que se comporte como le debe corresponder a un verdadero líder. En una columna de conlaorejaroja.com ya lo había referido hace un tiempo. (5)

Desde la aparición de Uribe en el ámbito político colombiano los trabajadores perdieron muchos beneficios. Las Leyes que le permitían a las clase obrera ir ascendiendo de acuerdo con sus capacidades y conocimientos desaparecieron gracias a sus innovaciones neoliberales. Hoy inexplicablemente muchísimos lo apoyan así como a sus seguidores. Statu quo de amnesia colectiva.

Lo cierto es que es innegable su poder de convicción para asegurar que las cosas salgan tal y como él lo desea y lo planea. Todos han escuchado y leído sobre las supuestas imputaciones y los hechos reales que se le han acusado, se han conocido a través de su historia personal y política, se podría decir que la mayoría de los colombianos son culpables porque en cierta forma son cómplices por permitir que esto siga ocurriendo en un país democrático donde las leyes se deben aplicar sea quien sea.

En su momento Pablo Escobar fue el gran ídolo del país. Era adorado al máximo. Su tremendo poder llegaba a todos los sectores sin importar la clase política y social. «El capo tenía admiradores en todos los estratos y en cierta forma nos sentíamos orgullosos de todo lo que hacía». Así como regalaba mercados y entregaba dinero y quería una Medellín sin tugurios, también daba la orden de asesinar sin compasión. Pero a pesar de esto se le consideraba como el Robin Hood colombiano y por lo tanto lo «adoraban».

Nuestra idiosincrasia nos ha puesto en el camino a quien idolatrar y a quien seguir, con tal de continuar en guerra de una u otra forma. Y es así como de rendirle culto a Escobar se pasó a venerar a Álvaro Uribe y otorgarle distintivos divinos como el  Mesías o llegar a una defensa tan férrea contra quien sea, tanto que se llega al caso de amenazar de muerte a los opositores y detractores de su ídolo político.

¿Cuál es el poder detrás de cada uno de ellos? ¿Cuáles son sus similitudes y sus pensamientos? ¿Qué tienen en común para que se den esas coincidencias? ¿Tiene algo que estuvieran en esa misma lista? ¿Por qué el destino fatal de Carlos Castaño y de Pablo Escobar comparado con el encumbramiento de Uribe? ¿Qué lo hace tan poderoso? ¿Cuáles son las diferencias físicas y no físicas para dirigir al país?

Somos Colombia, una gran potencia mundial en manipulación, tergiversación de los hechos, de arrodillados, de escuchas de radio, de televidentes y lectores de prensa, pero solo eso, de titulares y encuestas dudosas y acomodadas por los dueños de los Medios y empleados que no se atreven a contradecirlos porque inmediatamente son despedidos. Somos grandes en egoísmo y, por lo tanto, impediremos que el pobre (a excepción de Uribe que pasó de ser un desconocido a poderoso y multimillonario) y el inteligente (a excepción de Uribe que manipula a las masas en beneficio propio) progrese porque son un peligro para alcanzar el poder, reconstruir el país con una paz verdadera donde no haya ni guerrilla, ni paramilitares ni injusticias sociales que generan criminalidad, ni corruptos y así juzgar y encarcelar a los criminales de Lesa humanidad y a quienes se han robado las riquezas del país y las conciencias de los ingenuos.

Ojalá un día, no muy lejano, las generaciones futuras (sus hijos y los hijos de sus hijos) se atrevan a pensar, a elegir con dignidad, con responsabilidad, con seriedad y sin dejarse comprar por un tamal, la promesa de una beca, de un puesto en el gobierno y de tantas otras artimañas electoreras que han venido utilizando los políticos de turno. Claro está, si es que tienen tiempo y vida antes de que sean masacrados por los criminales que nos estén gobernando y los secuaces que los siguen de cerca y/o en las redes sociales, intimidando y amenazando a opositores, periodistas, caricaturistas y todos los que no estén de su lado, por no decir de su bando. Ojalá logren sobrevivir a la barbarie por el solo hecho de no querer ser borregos, sino filósofos actuantes de su propio destino.

La Escobarización de Uribe podría catalogarse como el reemplazo de un ídolo de armas tomar por otro de tomar las armas.

 

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(1) https://gw.geneanet.org/epareja?lang=es&n=uribe+velez&oc=0&p=alvaro»p=alvaro

(1.1) https://www.aguasalada.co/single-post/2016/11/20/C%C3%B3mo-se-construy%C3%B3-al-Gran-Colombiano-%C3%81lvaro-Uribe

(1.2) http://caracol.com.co/radio/2018/05/26/nacional/1527285615_553830.html

(2) https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_presidenciales_de_Colombia_de_1970
(2.1) https://www.elespectador.com/opinion/uribe-y-su-mundo-de-venganzas-columna-703815
(3) http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1620636
(4) https://www.efe.com/efe/america/ame-hispanos/the-new-york-times-pide-a-uribe-que-deje-de-bloquear-la-paz-en-colombia/20000034-3068185
(5) https://laorejaroja.com/uribe-estadista-o-loco/

Enlaces en los que se pueden ver opiniones y testimonios para que usted mismo juzgue:

Álvaro Uribe Vélez


este video de denuncia de Jaime Garzón

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Edgar Uruburu
Comunicador Social-Periodista@uniLibertadores Posgrado en Finanzas Públicas de la ESAP. Buscando la verdad en un mundo complejo... Paz y justicia para todos... Mi pensamiento no refleja el de mi familia ni el de laOrejaroja.com