Hasta «El Diablo» anda metido en pelea de generales

Este grave suceso afecta a la Policía Nacional, una institución que es la columna vertebral de la seguridad del Estado.

Opina - Corrupción

2020-01-31

Hasta «El Diablo» anda metido en pelea de generales

Columnista: Daniel Montoya C.

 

Dos poderosos generales, adscritos a la Policía, libran una batalla sin precedentes. Se trata de los altos oficiales Oscar Atehortúa —quien administra la dirección de la Policía Nacional de Colombia—, y  William René Salamanca Ramírez quien se desempeña como Inspector General de la misma entidad.

Todo empezó cuando el general Atehortúa, pretendía «vacacionar» forzosamente a Salamanca por un lapso de 400 días. Lo que llama poderosamente la atención es que Salamanca lleva tres procesos dentro de esa institución por presunta corrupción.

El primero tiene que ver con graves denuncias en contra de la Escuela Internacional del Uso de la Fuerza Policial Para la Paz CENOP, entidad que fue dirigida en el pasado por Atehortúa y la cual estaría relacionada con un contrato por 18.000 millones de pesos para la construcción de viviendas para miembros de la Policía Nacional que por deficiencias estructurales resultaron inhabitables. Esa investigación podría salpicar al General Atehortúa.

Otro tema que está investigando Salamanca es la complicidad de algunos miembros de la Policía Nacional en la salida de dos «narcojets» cargados con cocaína desde el aeropuerto Eldorado en Bogotá rumbo a la ciudad británica de Londres, escándalo que en su tiempo sacudió a la prensa nacional.

Y el último escabroso hecho que indaga el Inspector General es la denuncia por un presunto fraude en el reporte de horas de vuelo de un puñado de pilotos de la Dirección de Antinarcóticos de la misma institución, quienes «inflan» sus horas de servicio en el aire fraudulentamente para recibir mayores remuneraciones.

Ahora bien, el pasado 23 de diciembre, Atehortúa reversó la «franquicia» con la que pretendía mandar al inspector a casa, luego de que la Procuraduría General de la Nación le ordenara reintegrar de inmediato al Mayor General Salamanca puesto que el ministerio público no se explica el por qué Salamanca –cabeza de investigaciones claves por presunta corrupción– iba a ser marginado por más de un año de la institución. (ver foto).

En tal sentido, Atehortúa en medio de una ceremonia de ascensos de oficiales en la misma fecha le aseguro a la prensa que «Hay unos comportamientos que para mí tenían que ser evaluados con el general Salamanca y por eso lo cité a mi oficina para que aclarara por qué no estaba recibiendo información».

Pero además, señaló que lo «amenazó» para que manifestara el por qué había conformado un grupo de inteligencia en la Inspección General, cuya misión es netamente disciplinaria. Asimismo, sostuvo que Ellos (los inspectores) no pueden ser juez y parte en las investigaciones.

No obstante, el diario El Tiempo tuvo acceso a una transcripción de un audio, en el que asegura que un oficial, de grado coronel, está trabajando para la salida de Salamanca; «En cuestión de días, Salamanca no va más».

Además, fuentes le aseguraron a ese mismo medio que el alto oficial es conocido en la institución como “El Diablo” y, que por orden de Atehortúa fue puesto en la Dirección de Inteligencia de la Policía Nacional, a pesar de no ser de esa especialidad.

«Luego fue enviado como apoyo a la Inspección, pero empezó a entorpecer las investigaciones y a filtrar información», se indicó en El Tiempo.

Posteriormente, Atehortúa desmintió y aseguro que no existe un plan para sacar a Salamanca.

Pero, pasados tres días de tan bochornoso escándalo, hábilmente en medio de una rueda de prensa el director de la Policía Nacional dio un timonazo inesperado; aseguro que La Policía Nacional es abierta, es una institución pública. Por supuesto muchas personas pueden cuestionar nuestro actuar, y eso está bien, porque lo que nos interesa es mejorar.

A renglón seguido Atehortua manifestó que No interesa ocultar o ahondar en quién está detrás de desestabilizar a la Policía Nacional, se lo dejo a las autoridades para que estas analicen y puedan determinar si hay algún propósito en contra de la institución.

De igual forma, en la misma rueda de prensa, Salamanca aseguro que Aquí no hay ninguna confrontación, aquí lo que hay es un claro propósito de nosotros, de mejorar, de trabajar por los más altos intereses de esta querida patria y de la Policía Nacional”.

Sin embargo, cuando se le pregunto a Atehortúa acerca de los 400 días de «licencia» otorgados a Salamanca, este apuntó que Es el sistema que automáticamente marca el tiempo.

Sea como fuere, el hecho es que este suceso afecta a una institución que es la columna vertebral de la seguridad del Estado.

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Daniel Alexander Montoya Castrillón
Manizales, Caldas. Estudiante de Sociología de la Universidad de Caldas.
Daniel Alexander Montoya Castrillón
Manizales, Caldas. Estudiante de Sociología de la Universidad de Caldas.