Fico Gutiérrez prefiere gastarse el dinero de los paisas en sí mismo

Desde antes de que saliera el informe de Pauta visible de la Flip podía percibirse que la inversión publicitaria de la Alcaldía de Medellín era carnuda, como para que el slogan del gobierno de turno esté con vos todo el día, y más porque Federico ha demostrado que le gusta figurar y estar metido hasta donde no lo han llamado, como cuando ofreció la ciudad como sede para la final de la Copa Libertadores porque eso vende más que preocuparse por el desplazamiento urbano que en el 2018 aumentó más del 20%.

Igual hay que empezar diciendo que la pauta como herramienta para dar a conocer los programas, iniciativas y resultados de la gestión administrativa no es un delito (Hay mucho experto en marketing político que lleva la papita a la casa de cuenta de esto). El problema viene cuando se hace redireccionando dinero de verdaderas necesidades, y se utiliza para impulsar con avidez la imagen del funcionario, incurriendo incluso en detrimento del patrimonio público.

Sin el menor de los descaros la administración prefiere invertir en mallas con mala ortografía que en promesas de campaña como las ciclorrutas, porque desde los carros es más vistoso un aviso que un ciclista que arriesga su vida entre conductores estresados. 

Es preciso recordar que el alcalde Fico también derrochó dinero al eliminar cuentas de redes sociales de varias secretarías para centralizar todo en la cuenta de la alcaldía y en sus perfiles personales, que en incontables ocasiones dan la información antes que la cuenta oficial. Y cuando acabe su periodo, se lleva consigo los resultados, por ende el dinero ahí invertido en la administración de su cuenta y las oficiales que quedaron, superior a 1’000.000.000, teniendo una Secretaria de Comunicaciones que debería hacer esas gestiones. ¿O para que se están empleando los comunicadores de este departamento?

Llama la atención que cuando se publicó la investigación de la Bodega de Fico la Alcaldía no solo respondió escuetamente sino que descalificó la labor periodística, pero en su comunicado de respuesta a la investigación de la Flip, donde se hace referencia a dicho contrato, no menciona ni una sola palabra y nuevamente, como si el periodismo bien hecho les incomodara, la considera tan campante como un “informe que carece de rigor técnico y metodología”.

Lo extraño es que ni pide aclaración ni rectificación a una organización como la Flip, cómo para no echarle más leña al fuego y dejar que el tema muera como muchos otros que han pasado en limpio en esta administración.

Ahora, no puede ser que el dinero público esté invirtiéndose en la antesala de la próxima aspiración electoral del alcalde Fico, o sino, ¿para que se gastaron 230 millones haciendo que Teleantioquia retransmita el programa semanal presentado por el alcalde en persona? O mejor, ¿para que se invierten 800 millones en una revista a repartir en Nueva York, Miami y España si el PIB por turismo de la ciudad es apenas del 5.8?

Se hace evidente que el lavado de imagen de la ciudad y del alcalde mismo que le hacen los grandes medios le sirve mucho para subir en encuestas y quedar como un rey frente a la opinión pública.

Definitivamente, la falta de ética en la profesión periodista ha creado esta gran y peligrosa relación entre los medios y la política, dejando a los primeros como simples esclavos de un dinero que, si bien viene de nuestros bolsillo, es usado para beneficio de los segundos.

Podríamos decir entonces que el alcalde se ha dedicado a gastarse la platica del contribuyente en sí mismo, sin ningún asomo de vergüenza, porque Federico cuenta con vos, y con tu dinero para seguir escalando en la farsándula criolla que ha convertido la política en un show de entretenimiento que promueve ego personal y se aleja del bienestar general que tanto prometen.

Como dice la reciente campaña en el Metro: Gracias a tus impuestos, Medellín progresa. ¿Y el ego del alcalde también?

Fotografías cortesía de las redes sociales del alcalde.