Estados de bienestar; ¿solidaridad social o estrategia de fidelización?

Aunque el propósito inicial no fuera la felicidad y el bienestar de los habitantes, en 2020 la economía inclusiva construye estados de bienestar que proporcionan felicidad a la gente.

- Política

2020-11-09

Estados de bienestar; ¿solidaridad social o estrategia de fidelización?

Columnista:

Daniel Otálora 

 

Finales del siglo XIX. Félix Hoffman inventa el ácido acetilsalicílico (La aspirina). Nikolas Tesla crea el radiocontrol. El término ‘Estado de Bienestar’ nace para reivindicar las condiciones laborales, generar solidaridad social; disminuir la desigualdad e incrementar la calidad de vida. 

¿Todos los países son considerados estados de bienestar? ¿Un estado de bienestar que servicios y productos entrega a sus pobladores? Prestaciones de seguridad social obligatoria: salud, educación, manutención nutricional o monetaria (varía para aquellas personas en situaciones de enfermedad, desempleo o vejez), y creación de empleo, son disposiciones legales que entregan los estados de bienestar al pueblo. Sin embargo, algunas naciones del mundo no son consideradas como estados de bienestar. La economía extractiva, economía inclusiva y la corrupción, son tres factores que influyen en la creación o abolición de estados de bienestar.

La economía extractiva distribuye los recursos económicos en elites u oligarquías privilegiadas; industrias explotan recursos del subsuelo: minerales, gas y petróleo. El estado empieza a perder el control de: bienes públicos, compromiso social de capital-trabajo y la regulación del mercado. Sin el control de los mercados y la falta de trabajo, la ideología de un estado de bienestar se quebranta. El lector puede argumentar que la economía extractiva es un eufemismo de corrupción, porque la creación de esta economía no es el resultado de concesos o de la verdad objetiva, sino de conflictos o intereses de algunas élites. La realidad depende de una causa: «El control que ejercen las industrias y políticas extractivas en un país».

El modelo nórdico es un estado de bienestar constituido por los países: Islandia, Finlandia, Suecia, Dinamarca y Países Bajos; sus finanzas son controladas por economías inclusivas: alientan la participación de los ciudadanos en actividades económicas, incrementando el patrimonio bruto de los habitantes, manteniendo un nivel de calidad de vida; gracias al pleno empleo y el libre flujo de efectivo que el Estado brinda por medio de industrias inclusivas. También la economía extractivista se desempeña en el modelo nórdico, pero su papel en el juego geoeconómico y político es menor que el de las economías inclusivas.

¿Por qué a las elites de poder, les conviene tener economías inclusivas en sus países?

Los países miden su éxito por el territorio, el aumento de PIB y su desarrollo tecnológico, no por la felicidad de sus ciudadanos. Japón, Alemania, Francia, Italia, establecieron sistemas de salud, prestaciones sociales y educación, que se centraban en fortalecer la nación en lugar de asegurar el bienestar individual. Las academias se fundaron para construir personas con habilidades, que obedezcan a su nación. Se espera que le sirvan a su país como oficinistas, ingenieros, maestros, economistas, que construyeran una economía moderna y aporten al PIB del estado pagando muchos impuestos.

A finales del siglo XIX los países financiaron vacunaciones para los bebés, educación física para los adolescentes. Proporcionaron asistencia sanitaria gratuita a las masas. Drenaron marismas putrefactas y construyeron sistemas de alcantarillado centralizados. La misión no era entregar bienestar a las personas, sino que la nación fuera más fuerte. El país necesitaba obreros más fuertes, mujeres sanas que pudieran dar a luz a más oficinistas, médicos y burócratas.

Otto von Bismarck estableció por primera vez en la historia la seguridad social y las pensiones, su propósito era asegurar la lealtad de los ciudadanos, no aumentar su calidad de vida. Un patriota luchaba por su país desde los dieciocho años y era un contribuyente cumplido, así, cuando tenía cincuenta años, contaba con que el estado se haría cargo de él.

El sistema de estados de bienestar es una estrategia que fideliza a los pobladores de un país con su gobierno. Nacieron de los intereses de la nación y no con el fin de una solidaridad social. Aunque el propósito inicial no fuera la felicidad y el bienestar de los habitantes, en 2020 la economía inclusiva construye estados de bienestar que proporcionan felicidad a la gente.

 

Fuentes:

Las instituciones extractivas y los privilegios de la élite

El Estado de bienestar, (Carlos Farge Collazos, 2007)

Libro Homo Deus, (Yuval Noah Harari, 2016)

 

Ilustración: The Dutch Welfare State 

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Daniel Otálora
Comunicador Social y Periodista de la universidad Sergio Arboleda. Escribo para sentirme en otro lugar. Construyo marcas.