El sinsentido actual en las redes sociales

En las redes sociales hay quienes defienden a Uribe como si fuera el adalid de todo aunque esté bañado y ahogado de inmundicia.

Opina - Cultura

2020-07-23

El sinsentido actual en las redes sociales

Columnista:

Juan F. López Giraldo

 

Ahora, en este instante, vemos noticias sobre muertes, revoluciones, demandas y apoyos; pero en verdad, ¿cómo podremos salir de esta madeja? ¿Cómo podremos centrarnos y dar un orden claro a todas las situaciones dadas? ¿Cómo poner en cintura a las personas que están en el absurdo del fanatismo y evitar que caigan en la calumnia y en el perjurio sin generar desorientación a las demás almas cándidas?

Empecemos por algo: desde que inició la pandemia ha aumentado de forma exponencial todo tipo de trinos donde se juzga a una persona por X o Y situación, creando tendencia e imponiendo un criterio, por más falso que sea.

Por ejemplo: el caso de la vicepresidenta, en donde a todas leguas se comprueba su conexión con el paramilitarismo y el narcotráfico, y aún así los seguidores ciegos del Centro Democrático la defienden con conocimiento de causa, solo para no dejar caer su dependencia emocional a su partido; además, no juzgan el objeto (el hecho o la cosa juzgada) sino al sujeto (demandante).

Juzgar al sujeto es caer en la Falacia Ad Hominen, donde se contraataca no el hecho demandado sino a la persona que está mostrando el hecho.

Cosas así estamos viendo: juzgamientos, ataques, miles y miles de demandas; ahora, ¿por qué todo esto? Sencillo:

Hay intereses y odios: intereses de un sector que a toda costa desea seguir en el poder aunque sea defendiendo lo indefendible; y odios porque estamos en una cultura de confrontación, donde queremos ver al otro aniquilado.

Queremos ver al otro reducido y para eso usamos todo tipo de armas, sofismas o argumentos. ¿Qué podemos hacer? No podemos llegar al punto moderado porque las personas «toman posición», adoptan «modos e ideologías» o en el peor de las casos caen en la indiferencia creyendo que esa posición es la más centrada.

Nosotros los colombianos no somos leídos, no comprendemos el contexto, sino que mezclamos la lógica «del sentido común» con la emoción del momento y salimos de forma rápida ante todo tipo de situación, aunque sea vergonzante la salida y totalmente equivocada.

Por ejemplo: apoyar a un político como Álvaro Uribe Vélez, porque en el subconsciente vende algo, a pesar de todo lo que se sabe y se ha comprobado. Las personas valoran otras cosas, ven un mal mayor como un mal menor desde que pelee contra otro mal.

En las redes sociales hay quienes defienden a Uribe como si fuera el adalid de todo aunque esté bañado y ahogado de inmundicia; esa imagen que vende da una seguridad y, aunque sea ficticia, es por eso que las peleas son eternas, porque muchos no comprendemos, no hacemos lecturas del contexto, porque reflexionar es una perdedera de tiempo y en vez de eso, algunos optan por atacar, juzgar y demandar, lo que convierte a ciertas comunidades de redes sociales en un campo de juego emocional para la política barata.

Para muchos de esos usuarios y comunidades no hay educación, no hay formación, porque les da miedo pensar,  reflexionar y así se cae en el simplismo de la salida fácil, de producir miedo amenazando o de usar un sentido común sobrevaluado.

 

Adenda:

¿La exguerrilla de las FARC solo era un brazo de Soros? No sé hasta qué punto sea cierta dicha frase, pero que una organización militar no haya, en 50 años, al menos creado una república paralela es porque detrás de eso hay otras narrativas y realidades que deben ser interpretadas.

 

Ilustración: cortesía de Ctxt

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Juan F Lopez Giraldo
Feliz autodidacta. Lector, analistas, educador en la universidad de la Vida. Egresado de la Universidad de Antioquia Teologo Aficionado.