El panorama tras los resultados del plebiscito por la paz

Opina - Conflicto

2016-10-11

El panorama tras los resultados del plebiscito por la paz

Antes de empezar este artículo quiero ofrecer disculpas a mis lectores, ya que me ausenté por un periodo de casi tres meses debido a la campaña por la paz, la cual realicé junto a millones de colombianos y cuyo objetivo era que ganara el Sí en el plebiscito. Aunque éste no se cumplió, en el nuevo escenario de paz al cual se enfrenta hoy nuestro país, surgió una iniciativa impulsada por varios ciudadanos: Se llama «Paz a la calle», sobre la cual hablaré más adelante.

El pasado domingo 2 de octubre, toda Colombia quedó conmocionada tras conocer los resultados del plebiscito, y no era para menos. Quienes hicimos campaña por el Sí teníamos la seguridad de que sería la opción ganadora, las encuestas lo pronosticaban, las mismas campañas del No sentían que no ganarían, pero al conocer los resultados finales, la sorpresa en todo el país no se hizo esperar.

“Con el 50,21 % (6.431.376 votos) ganó el No, sobre el 49,78 % (6.377.482 votos) del Sí; el umbral fue del 13 % (4.536.992 votos) por el Sí. Estos resultados arrojaron no solo la diferencia del No sobre el Sí, que fue de 54.000 votos, también, que el gran ganador de la jornada fue el abstencionismo con un 62 %”. (Tomado de  http://tinyurl.com/zsruw6e).

Si analizamos los resultados, es claro que el No ganó por una pequeña diferencia sobre el Sí, no es que haya sido una paliza, aunque es claro que esa diferencia de 54.000 mil votos fue suficiente. Entre los abstencionistas, con seguridad, están principalmente los jóvenes, quienes fueron apáticos a la jornada electoral y a la paz. Visité seis puestos de votación diferentes, y en las filas si había seis jóvenes, eran muchos.

El Consejo Nacional Electoral informó que “por el Sí hubo un total de 354 comités inscritos, 14 no admitidos, y 281 admitidos y autorizados para hacer campaña. Por el No fueron 59 comités inscritos, de los cuales cinco no fueron admitidos”. (Tomado de http://www.noticiasrcn.com/nacional-pais/comites-promotores-del-si-y-el-no-del-plebiscito-paz-estan-consolidados)

Con el pasar de los días, tras el resultado del plebiscito, me he preguntado casi que a diario, qué nos faltó y en qué fallamos, pues todas las condiciones estaban dadas para que el Sí triunfara. Al indagar por posibles respuestas, en primer lugar, hay responsabilidad de la clase política, la cual no se movió lo suficiente en las regiones, por no decir que la campaña de los partidos políticos fue un fracaso, un desastre.

Fue evidente que tanto líderes como partidos políticos no hicieron campaña, como lo suelen hacer en las elecciones legislativas y de autoridades locales, les faltó compromiso con sus votantes y militantes, pero bueno, ya no hay nada que hacer al respecto.

Un aspecto para tener en cuenta: la campaña en redes sociales del Sí ganó y se consolidó en las últimas semanas, sin embargo, al inicio iba ganando el No. Al igual que en la campaña de Antanas Mockus a la presidencia en el 2010, en las redes sociales el Sí aparecía siempre con tendencias, publicidad, diversas campañas como twibbon, donaciones de perfil en Facebook, correos masivos con información sobre los acuerdos y hasta periódicos informativos. Lo anterior no fue suficiente, y bastó con una campaña de tergiversación, cizaña, rumores y mentiras, para que el No se impusiera en los corazones de 6.431.376 millones de colombianos. Hasta el exsenador y gerente de la campaña del No, Juan Carlos Vélez, reveló cómo fue la estrategia baja, antiética y burda del No, revelación que hoy lo tiene fuera del cargo y del Centro Democrático.

De lo anterior queda claro que las campañas políticas no se ganan en las redes sociales. No basta con Facebook, Gmail, Twitter, YouTube y WhatsApp, se necesita salir a las calles, hablar con las personas y realizar ese contacto directo con los individuos para alcanzar el fin que se quiere.

Otro aspecto fue que las campañas tanto del Sí como del No, no lograron salirse de los mismos militantes y/o actores políticos de cada partido, líder político o bando, es decir, en las calles siempre se veía a los mismos que hacen campaña por los políticos, y de ahí no pasó. Nunca se pudo conectar a estas iniciativas con la sociedad civil, aunque en las últimas dos semanas el No ─a punta de cizaña y rumores─ logró esa conexión que le faltó al Sí.

El individualismo y el egocentrismo también fueron causantes de la pérdida del Sí, cada campaña tenía su propia agenda, aunque por lo general repetían las mismas actividades, y la dinámica era casi la misma. La campaña del Sí estuvo concentrada en actividades en centros comerciales, como por ejemplo, los flashmob. Se podría decir que los eventos por el Sí, se desarrollaron principalmente en los centros comerciales y parques principales, descuidando las visitas a universidades, así como a los alrededores de iglesias y las diferentes localidades. Por lo menos así fue en el caso de Bogotá, en donde muy pocas campañas visitaron barrios, iglesias, estaciones de Transmilenio y universidades.

No obstante, los universitarios lograron revivir las manifestaciones y las marchas durante la campaña por el Sí. Estudiantes de universidades como la Nacional y la Javeriana desarrollaron diferentes actividades de apoyo al Sí en el plebiscito, desde charlas y foros, hasta movilizaciones con batucadas, comparsas y marchas con antorchas, así como con banderas blancas.

Lo cierto es que los abstencionistas fueron el 62 %, y es a ellos a quienes nos debemos empezar a dirigir, contagiar, vincular y llamar. Y en esa vía, luego del resultado del pasado domingo 2 de octubre, un grupo de ciudadanos decidió reunirse en el Park Way en Bogotá, para evaluar en ese nuevo escenario, cómo la sociedad civil debía actuar para conectar a todos los colombianos con la paz.

Del resultado del plebiscito, aunque a más de uno se nos escurrieron las lágrimas, no todo fue tristeza, frustración y desolación como escribí al inicio de este artículo. Luego de conocer que perdió el Sí en el plebiscito, el mismo domingo en la noche, un grupo de personas se reunió en el Park Way para evaluar qué se podía hacer tras ese resultado. En la reunión se decidió realizar una convocatoria para el día siguiente en el mismo lugar, en donde se buscaba reunir al mayor número de ciudadanos posibles, para que del diálogo entre ellos se pudiese llegar a un consenso y empezar así a actuar por la paz. Ese lunes llegaron al Park Way alrededor de 200 personas, las cuales expresaron sus puntos de vista tras el resultado del plebiscito. Una vez culminó el encuentro, las personas que participaron del mismom decidieron crear “Paz a la calle”: un espacio conformado por una “Asamblea Ciudadana por la Paz”, independiente de los líderes y de los partidos políticos.

“Paz a la calle” es el resultado de la deliberación entre ciudadanos tras la jornada del plebiscito y la nueva coyuntura que se creó en el país, en donde se busca la unidad de la ciudadanía, independientemente de que unos votaran por el Sí, otros por el No, y otros simplemente no votaran. La “Asamblea Ciudadana por la Paz” busca fomentar actividades que generen inclusión, unidad, y que eviten la polarización de los ciudadanos para construir una paz en la cual quepan todos los colombianos. Dicha Asamblea se compone de cinco comisiones: paz territorial, organización, comunicaciones, diálogo con iglesias e iniciativas jurídicas.

El pasado miércoles 5 de octubre se llevó a cabo en diferentes ciudades del país la marcha por la paz, marcha del silencio y/o marcha de las antorchas, la cual le demostró a Colombia y al mundo entero que los resultados del plebiscito no se pueden quedar allí, que la ciudadanía quiere que haya paz cuanto antes, y que tanto la mesa de la Habana (Gobierno y FARC), como los opositores del proceso deben actuar ya, para garantizarle a Colombia el inicio de la paz. La ciudadanía quiere que se mantenga el cese al fuego bilateral, Colombia no quiere más muertos, este país reclama la paz.

El mismo miércoles que se llevó a cabo la marcha, se instaló en Bogotá el campamento por la paz, en la Plaza de Bolívar, el cual busca que los ciudadanos debatan y puedan construir propuestas para superar la pérdida del Sí en el plebiscito. Actualmente cuenta con más de 100 personas y más de 50 carpas, al interior del campamento.

Para el miércoles 12 de octubre, a partir de las 4 de la tarde, en el planetario de Bogotá, se convocó a una nueva marcha por la paz y/o del silencio para exigir un acuerdo de paz con la mayor brevedad posible, así como también para homenajear a las víctimas del conflicto y a los indígenas. Estos últimos traerán delegaciones de diferentes pueblos de todo el país, se espera que la ciudadanía les haga calle de honor. La marcha contará con la participación del líder indígena del norte del Cauca, Feliciano Valencia, quien es Premio Nacional de Paz.

Se concluye que si bien los acuerdos de paz no pasaron en el plebiscito, es claro que la ciudadanía quiere la paz inmediatamente, que en los territorios las víctimas del conflicto, los afros, los campesinos y los indígenas, entre otros, necesitan que se preserve la vida y que se respete a la madre tierra. Toda la sociedad colombiana debe unirse en torno a la paz. Ya no más polarización, entre todos debemos aportar y respetarnos, y ese clamor de unidad se ha reflejado tanto en “Paz a la calle” y “el campamento por la paz”, como en las distintas marchas del silencio que se dieron la semana pasada en todo el país. Se celebra que el gobierno anuncie la reanudación de la mesa de conversaciones con la guerrilla del ELN. Cuando esta negociación llegue a feliz término, Colombia se acercará al fin del conflicto armado.

Cierro este artículo con la frase de Jaime Garzón: “si ustedes los jóvenes no asumen la dirección de su propio país, nadie va a venir a salvarlo. ¡Nadie!”

Publicado el: 11 Oct de 2016

 

 

 

 

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Juan Camilo Caicedo
Columnista y analista político. Investigador del movimiento agrario Dignidad Agropecuaria.