El candidato minero del Polo Democrático a la gobernación de Cundinamarca

La pregunta que deberán realizarse un millón y medio de cundinamarqueses es si Ricardo Mestizo, con estos antecedentes, merece el voto de confianza para ser el próximo gobernador del departamento.

Opina - Política

2019-04-10

El candidato minero del Polo Democrático a la gobernación de Cundinamarca

La hoja de vida de Ricardo Mestizo Reyes ha estado marcada por la explotación de un mineral abundante en Cundinamarca: el carbón, lo que ha repercutido en acciones atentatorias contra el medio ambiente, y la vulneración de algunos derechos a lo largo del departamento.

Desde hace un par de días, Mestizo es el candidato oficial del Polo Democrático Alternativo a la Gobernación de Cundinamarca, un hecho que ha despertado el malestar de una parte de los militantes polistas del departamento. Al parecer el sinsabor de este nombramiento, tiene profundas raíces en el accionar y la vida privada y pública de Mestizo. Repasemos un poco.

Al parecer, Mestizo Reyes es concesionario de varias explotaciones de carbón en el departamento. Y no son realmente muy pequeñas. Por ejemplo, en 2017, la Agencia Nacional de Minas realizó el Contrato de concesión minera con el Número 1689T, en el municipio de Cucunubá, con Ricardo Mestizo y otras cuatro personas. De acuerdo al expediente, el área de explotación es de un poco menos de 200 hectáreas.

Para visionar un poco las dimensiones de las que se habla, hay que tener en cuenta que un campo de fútbol mide tan solo una hectárea. O sea, sólo en esta explotación cabrían casi 200 canchas de fútbol con sus medidas técnicas.

Pero para tener una mayor visión del área que sólo en esta concesión es explotada, hay que tener en cuenta que la principal laguna de esa zona, la Cucunubá, tiene una extensión de 214 hectáreas, o sea apenas un poco mayor que toda el área del carbón entregada a Mestizo. 

Al parecer, esa concesión en Cucunubá no ha tenido graves afectaciones ambientales, de las que se tengan noticia. Sin embargo, sí hay una concesión minera en nombre de Ricardo Mestizo en Suesca, el municipio oriundo del candidato a la Gobernación, que sí ha tenido problemas. Se trata de la concesión minera de carbón con el código de expedición 02-001-98, que tiene varios saldos en rojo en materia medioambiental y laboral.

La CAR (Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca) se ha manifestado en dos ocasiones sobre esta concesión minera. En el primero ordenó suspender las actividades mineras de carbón en un área de 96 hectáreas. En el 2009, tomó esta medida porque consideró que:

Los explotadores del terreno “han y se encuentran efectuando actividades de explotación, exploración y desarrollo minero en las bocaminas Vieja Sara, Beta Chica y San Juan ubicadas en el Municipio de Suesca, Cundinamarca, sin autorización ambiental alguna, sin la aplicación de medidas de manejo adecuado para los aspectos ambientales asociados a las actividades propias de dicha actividad extractiva y sin título minero, e igualmente, las labores mineras se están realizando por fuera del polígono contenido en el Contrato en Virtud de Aporte 02-001-98, generando afectaciones a los recursos suelo, agua y aire, respectivamente.”

Esa explotación fue bien agresiva, pues continúo la CAR aduciendo, en un comunicado de prensa de la época, lo siguiente:

“Dentro de los aspectos que se consideran, es importante destacar que se demuestra el hecho de la intervención agresiva y negativa que han realizado los mineros sobre la ronda hídrica de la quebrada El Salitre, que a su vez desemboca al Río Bogotá, con vías internas, canalización e intervención del cauce de la misma como la localización de los estériles (materiales desechados de la extracción) sin ningún manejo técnico sobre la zona pero también sobre el cauce de la misma.” Y por si fuera poco, finaliza el comunicado “la institución reconoce que existe afectación a las viviendas y habitantes del sector y a la actividad agropecuaria por falta de control de emisiones de material particulado¨- de carbón-.”

En un segundo momento, la CAR de nuevo se pronunció sobre esta explotación repudiable. En el Tercer Informe que realizó la CAR en el marco del Convenio No. 1288 de 2014, a propósito del manejo ambiental dado en la parte alta del río Bogotá hay un aparte especial que da cuenta del hallazgo de ocho casos de minería ilegal o de hecho dentro de los títulos mineros que se encuentran dentro de la reserva forestal protectora productora.

Hace énfasis el informe que en esos ocho casos las actividades ilegales son realizadas por los mismos titulares (concesionados por la Agencia Nacional de Minas). La explotación ilícita por parte de los mismos titulares está como una nota frente a la Concesión 02-001-98 de Ricardo Mestizo Reyes (Pág 183 del Informe citado).

Además, renglón seguido hay una nota que dice que esta concesión no posee licencia ambiental. Por esta ausencia del documento ambiental, la propia Agencia Nacional Minera (ANM) ordenó, mediante al Auto GSC ZC No. 001292 de noviembre 9 de 2018 la suspensión de las actividades de explotación contra el predio de concesión No. 02-001-98.

La ANM en una serie de providencias públicas el 28 de enero de este año, mantiene esta suspensión, y por varias razones más. Dice la providencia en referencia a la Concesión No. 02-001-98. de Ricardo Mestizo, que se mantiene la orden de prohibición del ingreso del personal a las labores mineras subterráneas en la bocamina San Juan:

“Por cuanto no cuenta con la implementación y capacitación de los equipos autorescatadores, así como el plan de ventilación y de sostenimiento para labores mineras subterráneas y la afiliación de todos los trabajadores al sistema de seguridad social, teniendo en cuenta que es responsabilidad de los titulares y explotador minero garantizar la integridad y la salud de las personas que realizan trabajos en el área.”

La zona, además, quedó desde el año 2014, como “zona no compatible con las actividades mineraspor ser parte de la reserva forestal protectora y productora de la cuenca alta del río Bogotá. En conclusión, el acto administrativo de la ANM de hace apenas dos meses, ordena el cierre y el abandono de las bocaminas encausadas en el polígono de la concesión de Mestizo Reyes. (Ver páginas 42 y 43 en este enlace dando click)

Para finalizar no es menos preocupante, que la actividad minera fuerte de Ricardo Mestizo y familia (su hermano también figura como propietario de concesiones mineras) no lleva poco tiempo. Lleva casi 50 años en la zona de explotación del carbón en Cucunubá y Suesca.

En buena parte de esa explotación figura la contratación laboral deficiente o inexistente, con precarias condiciones como las descritas por la propia ANM en el anterior párrafo. Una clara evidencia de esto, fue la acción de tutela que tuvo que interponer un trabajador de Ricardo Mestizo en el año 2000 solicitando la pensión a la que tenía derecho. Las enfermedades sufridas por el trabajador Víctor José Moreno, producto de su trabajo como minero, fueron espondiliartrosis degenerativa y canal limítrofe, por lo que estaba imposibilitado para levantar cargas y adoptar posturas forzadas.

Aunque en el tema de la pensión, fallada en su favor, la Corte Constitucional evidenció fallas en el sistema de seguros sociales, no menos preocupante es que el querellante manifestó en su momento que “su empleador, Ricardo Mestizo Reyes, tampoco le ha ayudado a obtener esa prestación”.

Precisamente, Moreno trabajó con Mestizo desde el año 1990, y en 1995, con la ocurrencia de las dolencias degenerativas “se desatendió por años la indicación médica de reubicarlo laboralmente”, indicó la providencia de la Corte. 

La pregunta que deberán realizarse un millón y medio de cundinamarqueses es si Ricardo Mestizo, con estos antecedentes, merece el voto de confianza para ser el próximo gobernador del departamento.

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María Romero
Estudiante de periodismo y comunicación social de la Universidad Minuto de Dios.