Dos mundos en un mismo país

Mientras la pobreza extrema en Colombia continúa subiendo, los congresistas toman vacaciones y se van de fiesta con el sueldo que usted y yo les regalamos.

Opina - Política

2020-12-29

Dos mundos en un mismo país

Columnista:

Lady Orozco

 

El desempleo en Colombia no es un tema nuevo, nunca hubo necesidad de una pandemia para que las cifras subieran, pero imagínese cómo estamos ahora: tenemos al COVID-19, más un Gobierno fantasma e inservible. Pero no conformes con eso, tenemos congresistas que se van de fiesta con el salario que usted y yo pagamos, sí, aunque no trabajen. 

A los congresistas les llega un sueldo de 34 millones de pesos todos los meses, aun cuando solo trabajan ocho. Ese total puede parecer escandaloso, aunque solo es una parte, súmele la representación y la llamada «mermelada»; es decir, los múltiples contratos que se hacen bajo la mesa. 

Si nos hablan de esas cifras, es porque estamos en el sueño, pero volvamos a la realidad de los ciudadanos de a pie, sí, esos que nos levantamos a trabajar para pagar las cuentas que hacen crecer a Sarmiento Ángulo y sus amiguitos. Pocos senadores hablan de rebajarse el sueldo, y en la vida terrenal, a los expertos se les ocurre rebajar un 20 % el salario mínimo, «para impulsar la creación de empleo».

¿Y también nos rebajan las cuentas?, todo lo contrario, ya se habla de una reforma tributaria, esa que pagaremos usted y yo.

Sin embargo, no podemos hablar solo de los que laboramos. El índice de pobreza extrema en Colombia continúa aumentando. Según un informe de la CEPAL, llegaremos a un 14, 3 % de la población sumergida en esta condición.  Hay personas que no cuentan ni si quiera con las tres comidas diarias, no tienen agua en medio de la pandemia y no cuentan con EPS.

Mientras que los congresistas se van de vacaciones a pasar una Navidad llena de regalos y lujos, las personas para las que trabajan no tienen ni para el sustento diario. Ellos, los congresistas, trabajaron todo el año desde sus casas, pero, aun así, no se les rebajó ni un centavo de su sueldo. 

Estamos en uno de los países más desiguales: personas viviendo en la extrema pobreza, campesinos que deben bajar a las ciudades a vender sus productos y masacres casi día de por medio. Tenemos niños desescolarizados, madres solteras pidiendo ayuda, violencia de género, pequeñas empresas a punto de quebrar, e, incluso así, los congresistas continúan cobrando sagradamente su cheque. 

Pero no, no se puede meter a todos en el mismo costal, existen congresistas como Gustavo Bolívar que denuncian estas cifras y piden que se les rebaje su salario, ¿y qué ocurre?, los mismos de siempre —los de cuello blanco—, hunden una, otra y otra vez este tipo de proyectos. ¿No les basta con tener fincas, empresas, contratos, etc.? ¿Cuánto más necesitan? ¿Será que algún día se van a saciar o son un barril sin fondo?

Es imposible imaginar cómo personas como la primera dama, la vicepresidenta y algunos congresistas son capaces de ir a ver a los niños que viven con una comida al día y luego hacer como si nada pasara. ¿Cómo pueden dormir tranquilos? Es imposible pensar que Marta Lucía haya sido capaz de pronunciar la palabra «atenidos». ¿Quiénes son los atenidos?, ¿los ciudadanos que le exigen al Estado que cumpla con su deber o ustedes que le siguen exprimiendo dinero?

El otro año vendrá con la reforma tributaria, los congresistas cobrando más y el salario mínimo será fijado por el Gobierno, lo que quiere decir que, en caso de que suba, no lo hará en grandes proporciones.  Seguiremos creciendo en índices de desigualdad y niños sin acceso al agua ni a la educación. Sí, es Año Nuevo, aunque para muchos no será un buen despertar, solo llegarán a su puerta las facturas, el cuentagotas y el aumento del desempleo. Mientras tanto, en el mundo paralelo, los congresistas seguirán hundiendo proyectos que amenacen sus salarios, viviendo como reyes; ganando sin trabajar. 

 

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Johana Orozco Ortiz
Comunicadora social y periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana en Medellín. Escritora con diferentes poemas publicados en el libro de Sinergias de España y Caza de Versos, en México. Columnas publicadas en diversos medios de comunicación.