Dime con quién haces coalición y te diré quién eres

Como dice el dicho, amanecerá y veremos, las alianzas parecen estar definidas, las consultas interpartidistas acontecerán en Marzo como una eliminatoria previa al partido final.

Opina - Política

2018-01-26

Dime con quién haces coalición y te diré quién eres

Arranca el 2018 electoral con la palabra más repetida en los mentideros políticos, Coalición. Para todos es claro que ante la desbordante cantidad de candidatos que buscan ocupar el solio de Bolívar, la fragmentación del voto en personajes con banderas similares o idénticas es altamente probable; saben los aspirantes y/o sus caciques (los que los tienen) que la coalición es necesaria para poder tener una opción real por mera matemática.

La derecha quien ha estado enquistada en el poder desde hace mucho tiempo (bueno, desde siempre) sabe que para continuar llevando el país a su antojo para complacencia de las élites familiares y regionales debe hacer alianzas, porque su discurso no cala como antes por aumento de la inteligencia colectiva y la fácil réplica a sus falacias por redes sociales.

Del lado de ese espectro están vivas las campañas de Iván Duque (CD), Marta Lucía Ramírez, Alejandro Ordóñez (conservadores por firmas), Juan Carlos Pinzón (firmas), Viviane Morales (Alas-Somos) y Germán Vargas Lleras (CR y firmas); los tres primeros ya lograron una alianza para elegir candidato único para no dividir votos, saben que el “ideario” conservador va en declive y que su discurso cada vez tiene menos acogida en las voces de los “carismáticos y juveniles” Ordóñez y Ramírez. Además quieren presentarse como una opción de centro-derecha, para no revelar su real ubicación en la ultra derecha (del mismo corte ideológico de las extintas dictaduras del cono sur) ya que todo lo ubicado en el extremo causa escozor en los votantes, a quienes les da miedo comprometerse con opciones radicales.

Pinzón es un candidato hasta ahora con poca acogida, fue MinDefensa de Santos y muy al estilo Vargas ha querido desligarse de su antes mentor, expone ideas de corte militar con poca profundidad y sin opción de cambio del modelo actual. No ha buscado coalición pero puede ser un “comodín”, al verse derrotado o con pocas posibilidades probablemente dará sus votos a cambio de algún puesto sea a Vargas Lleras o más difícilmente a la llamada Coalición Despierta.

Por otra parte, en la derecha también está Vargas Lleras quien quiere recoger todo del centro hacia la derecha, pero su proyecto por el momento es individual, impulsado por su maquinaria regional de Cambio Radical (partido de la c: coscorrón y corrupción), su nombre de abolengo presidencial y  al menos 7 años de campaña subrepticia desde el gobierno con los dineros públicos, mostrándose como el benefactor de las “casas gratis” —muy al estilo de la revolución del siglo XXI de los vecinos venecos, como él les llama con su desbordante carisma.

Su ego no mira la posibilidad por el momento de alianzas con otros candidatos, pero si está recogiendo adeptos de la mano de algunas iglesias cristianas, donde cala fácilmente el discurso de corte moralista en mentes ya reblandecidas por la prédica atemorizante de pastores inescrupulosos (como en el plebiscito), convirtiéndose estos grupos en el gran botín por el que se pelean los candidatos de derecha.

Éste es el principal caudal político de la posible candidata Viviane Morales quien milita además en el Liberal con un ideario propio muy distante de la ideología del partido por lo que fue marginada por esta colectividad, ahora busca desesperadamente su candidatura con el aval del otrora partido de la parapolítica Alas el cual se maquilla con el nombre de Somos.

La ahora ex-senadora espera seguir con su cruzada fundada en preceptos moralistas cargados de discriminación para dirigir los destinos de la nación, pero su campaña arranca lento y puede terminar coqueteándole al candidato del uribismo o a Vargas para una futura coalición, quienes gustosos recibirán la bolsa «cristiana» que llevará la candidata.

En el llamado puro centro está Sergio Fajardo, quien recogió las banderas del partido Verde con Claudia López y de la facción más conservadora del Polo, el MOIR de Robledo. Fajardo se muestra como una persona técnica y con gobernabilidad (¿donbernabilidad?) que ha hecho una carrera sin las banderas clásicas de la política nacional. Su coalición ya está lista y cerrada, a pesar de los llamados de otros candidatos para no dividir los votos del centro hacia la izquierda. Con el portazo pone de manifiesto su ego. Su falta de compromiso con ideas precisas (más allá de su discurso anticorrupción) juega como una estrategia para mostrarse inocuo por ser de centro pero también para poder “voltear la arepa” cuando le plazca y ser un títere más de la clase empresarial colombiana.

También en el centro podemos ubicar a Humberto de la Calle, quien después de su loable labor como negociador de paz, salta a la contienda electoral para cobrar los réditos del proceso y defender el mismo. Tiene ideas interesantes pero no convence por ser representante del vetusto Partido Liberal y por su pasado como vicepresidente de Ernesto Samper. Ha tocado a la casa de la coalición de Fajardo pero el portazo en las narices fue evidente y no quiere aceptar coalición con los demás candidatos del espectro por no estar incluído Fajardo…¡oh amor imposible!.

Hacia la izquierda están Clara López (ASI), Gustavo Petro (Colombia Humana firmas), Carlos Caicedo (firmas), Piedad Córdoba (firmas) y el extremo de esta corriente Rodrigo Londoño “Timochenko” (FARC).

Los tres primeros de corte progresista en la izquierda “centro” han buscado establecer una coalición amplia para poder ser fuerza real en la contienda, ya que sus partidos o movimientos nunca han estado en el primer cargo de la nación y siempre han tenido una representación minoritaria, no cuentan con la maquinaria electoral de los cacicazgos.

Sus ideas que recogen en la Coalición de los Decentes, tienen banderas comunes en la preponderancia del agro, de la defensa de lo ambiental, cesación del extractivismo, inclusión social, entre otras, no han logrado una cohesión para medirse en búsqueda de un proyecto único.

Esto pasa por los cálculos electorales que extrañamente Clara López hace y decide continuar en solitario hacia la presidencia, con un argumento similar al de De la Calle, que si no están todos, pues cada uno por su lado; desentendiendo la importancia de aunar esfuerzos para poder tener opción de pasar a segunda vuelta. Estos candidatos aunque con ideas de cambio importantes están perdiendo la oportunidad de ser fuerza determinante por mezquidades como la de Clara López o el discurso pendenciero de Petro (puede que sea verdad, pero toda pelea no se casa).

De Córdoba quien dicen fue el palo en la recolección de firmas, se puede afirmar que tiene un caudal de seguidores importantes a pesar de las múltiples campañas de descredito sufridas en este país y por su cercanía con el proyecto de “revolución” Venezolana que la convierte en blanco fácil a las criticas y a la intimidación del votante por parte de la derecha que tiene como estandarte de su discurso el “castrochavismo” venezolano (parece su único argumento). Puede terminar en una situación similar a Pinzón en la derecha y terminar uniéndose a un proyecto afín.

Timochenko queda como la rueda suelta, en la extrema izquierda como representante de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), a quien todos le sacan al cuerpo como si tuviese lepra por ser la representación de la hoy extinta guerrilla. Su participación es importante para la apertura de la democracia y cumplimiento del acuerdo pero su posibilidad de éxito como candidato es prácticamente nula ya que su ideario es arcaico y desconectado de la realidad nacional. Además su adhesión de frente a una coalición puede herirla más que fortificarla.

Como dice el dicho, amanecerá y veremos, las alianzas parecen estar definidas, las consultas interpartidistas acontecerán en Marzo como una eliminatoria previa al partido final. Se sabrá en ese entonces el panorama para primera vuelta y después empezará una nueva danza para segunda vuelta. Para los candidatos que pueden cambiar el destino de este país recuerden dime con quien andas y te diré quien eres; esperamos que tengan los mejores intereses por el país. A nosotros los electores, miremos los programas no solo los nombres, eso sí, sin olvidar ¡MEMORIA, MEMORIA, MEMORIA!

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Luis Velasco
Médico y cirujano egresado de U. De Caldas. Chocoano, apasionado de la buena música, la justicia social y la naturaleza. Librepensador. @luisveres