La historia detrás de la masacre en Oaxaca del 19 de junio (2016) se puede contar en dos niveles:
- La venganza del PRI-gobierno (Partido Revolucionario Institucional) en contra del SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación)
El desenamoramiento entre el partido político históricamente más dominante de México y el Sindicato más grande de Latinoamérica comienza en 2011, cuando Elba Esther Gordillo, la entonces líder del SNTE, convenció a los dirigentes del PRI de designar a Eruviel Ávila como el siguiente candidato de ese partido para la gubernatura del Estado de México, cargo que había ocupado el entonces candidato a la presidencia de la república Enrique Peña Nieto. Peña había propuesto a Alfredo del Mazo Maza (su sobrino) como su sucesor, pero pudo más el peso político de Elba Esther, y Peña tuvo que aceptar la propuesta, bajo órdenes del entonces líder del partido Humberto Moreira (recientemente detenido en España por cargos de lavado de dinero).
El SNTE normalmente apoyaba al PRI, organizando a todos sus integrantes para votar por el partido ‘oficial’, pero en las elecciones del 2012, el PRI decidió no requerir de los servicios de Elba Esther. Eruviel Ávila y Enrique Peña Nieto fueron exitosos en sus campañas, y tras 12 años de no estar en el poder, el PRI regresó (no estaban muertos, andaban de parranda).
El primer designio de Peña fue detener a Elba Esther Gordillo, enjuiciarla, y encarcelarla bajo cargos de delincuencia organizada. A esto siguió la propuesta de su famosa (infame) Reforma Educativa, que busca (entre otras cosas) disolver el poder del SNTE, removiendo su derecho de repartir (y también heredar) las plazas de trabajo, y condicionando el empleo y la remuneración de los maestros de educación pública al desempeño de ellos (y de sus alumnos) ante exámenes estandarizados periódicamente administrados.
- La guerra de iniciativas privadas encabezadas en México por Mexicanos Primero y en Washington DC por el think-tank PREAL (Plataforma Regional sobre Educación en América Latina) en contra de la educación no-homogenizada
Una facción del SNTE, la CNTE (Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación) ha luchado por democratizar al SNTE (y durante la lucha entre Peña y Elba Esther se manifestaron en contra de ella). La CNTE, cuya presencia es fuerte en los estados del sur de México, es el organismo que actualmente está luchando (literalmente) en contra de la reforma educativa.
Imagen cortesía de: animalpolitico.com
La reforma educativa es parte de un proyecto ambicioso para estandarizar la educación en México al estilo de Estados Unidos. Dos organismos, Mexicanos Primero, y PREAL se han encargado de vender la idea de que la estandarización es moderna/progresiva/efectiva. Inspeccionar regularmente la calidad de educación que reciben los alumnos del país suena como una muy buena idea, solo que no todas las escuelas del país cuentan con la misma calidad/cantidad de recursos, y las escuelas en las zonas más remotas, de no cumplir con los estándares, corren el riesgo de ser desechadas. En lugares como la sierra norte de Oaxaca, los alumnos hablan español como segunda lengua. Sus escuelas independientes/rebeldes no solo les enseñan a leer y a escribir, también les permiten mantener la herencia cultural del país viva.
Es cierto que el SNTE es un organismo corrupto, y que es necesario transparentar sus procesos, pero el PRI también es un organismo corrupto, y también les caería bien transparentarse. El pueblo de México lo pidió de forma cívica por medio de la iniciativa ciudadana ‘ley 3 de 3’ (propuesta que fue frenada en el Senado el 1 de Mayo 2016 por… los senadores del PRI).
La lucha sigue en Oaxaca. Agentes de la policía federal se enfrentan a grupos de maestros que habían tomado las carreteras a manera de protesta. El número oficial de muertos era de 6 el 19 de Junio, pero sigue incrementando. Oaxaca ha resistido. Los hospitales se han puesto a ayudar a los heridos a pesar de las amenazas de las fuerzas del orden. México está de luto, pero México está unido.
Una reforma no busca el bien común si debe ser empujada a balazos. Hoy día, apoyar a nuestros maestros es un acto patriótico. Hoy tenemos que alzar la voz.
Publicada el: 24 Jun de 2016
