Colombia no necesita al coronavirus para ver a la gente morir

La sangre que se ha derramado en este país no necesita competir con las muerte en los hospitales. La pandemia no nos tomó con falta de ataúdes, aquí nos acostumbramos a fabricar tantos como falsos positivos y muertes de líderes sociales hay.

Opina - Política

2020-11-26

Colombia no necesita al coronavirus para ver a la gente morir

Columnista:

Lady Orozco

 

Este país no ha necesitado pandemias para tener muertos, y no, ningún Gobierno se salva, aunque sí se denota una leve diferencia entre los tres últimos (sabiendo que el actual es la continuación del de Uribe).

Empecemos con el de Álvaro Uribe, ese Gobierno en el que comenzaron a estallar los conocidos falsos positivos y las botas al revés, o dos izquierdas. Un Gobierno que disfrazó las carreteras más transitadas e hizo reinar la paz en la finca de los ricos a costa de campesinos inocentes. Un Gobierno con el lema: «mano dura, corazón grande». ¿Mano dura para los recolectores de café?, ¿para las personas discapacitadas que cogían los soldados?, ¿mano dura con los jóvenes que creían en un empleo y se iban confiados en ello?

Para el año 2005 se registraron en el país 48 masacres, que dejaron 252 muertos; en el año 2006, 37 masacres, 193 muertos; año 2007, 26 masacres, 128 muertos; año 2008, 37 masacres, 169 muertos; año 2009, 29 masacres, 147 muertos.

El dato consolidado señaló que para los periodos en mención se dieron en el país 177 masacres que dejaron 889 muertos.

Continuemos con el de Juan Manuel Santos, sí, ese que se ganó el Nobel y en cuyo Gobierno se alzó la bandera de la firma con las Farc. No se puede negar que hubo una reducción mínima de muertes, pero no estamos hablando solo de cifras, una reducción de familias llorando a sus seres perdidos y de personas derramando sangre. 

Año 2010, 39 masacres, 183 muertos; año 2011, 37 masacres, 171 muertos; año 2012, 33 masacres, 104 muertos; año 2013, 24 masacres, 104 muertos; año 2014, 9 masacres, 44 muertos; año 2015, 13 masacres, 54 muertos; año 2016, 9 masacres, 38 muertos; año 2017, 13 masacres, 61 muertos.

En este Gobierno, el total de muertos fue 759 y las masacres perpetuadas llegaron al mismo total del sucesor, es decir, 177.

Ahora, posemos la vista en el Gobierno que tenemos actualmente, uno que ni siquiera ha cumplido su primer período; aparte de eso, le tocó una pandemia que hizo encerrar a muchas personas. Un Gobierno que ha sembrado un discurso de tanto odio, que se ve reflejado en las estadísticas.

En el primer año de Gobierno de Iván Duque tuvimos cifras escalofriantes:

Más de 100 asesinatos de líderes sociales, 36 masacres que dejaron 133 muertos, abuso de fuerza pública durante protestas, crímenes de la fuerza pública, altos niveles de abuso sexual y falta de presencia estatal en zonas rurales hicieron del 2019 uno de los más violentos de Colombia. 

Pero las cosas no se detienen ahí, todo lo contrario, este año, a pesar de la pandemia, nada mejora. Según Indepaz, 306 personas han sido asesinadas en 77 masacres durante el 2020.

Usted, señor Duque, no quiere hacer nada para que esto deje de pasar. Primero, usa eufemismos que solo denotan frialdad. No señor, aquí no hay asesinatos colectivos, hay masacres perpetuadas hacia los líderes sociales y defensores de derechos humanos. Hay masacres perpetuadas hacia nuestros campesinos y hacia la gente que le hace oposición a su Gobierno.

Su deber es velar por la seguridad de todas las personas, así que debió garantizar que las personas de la isla de San Andrés evacuaran, además, que no tuvieran que salir a trabajar en medio de una pandemia, velar por el bienestar de todos los colombianos, no solo el de los dueños de los bancos o los grandes ganaderos. A usted no lo subieron a la Casa de Nariño para que hiciera un programa de televisión.

¡Están matando a nuestros líderes, a los excombatiente y a muchos inocentes! Mientras eso, usted se sigue llenando la boca diciendo que es culpa de los acuerdos firmados por Santos. No, señor, deje de echar el agua sucia a los demás, asuma su responsabilidad, todos sabíamos que no estaba preparado para ese cargo, pero su jefe directo no lo puede salir a ayudar y por eso ya nos lanzó el aviso para el 2022.

 

 

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Johana Orozco Ortiz
Comunicadora social y periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana en Medellín. Escritora con diferentes poemas publicados en el libro de Sinergias de España y Caza de Versos, en México. Columnas publicadas en diversos medios de comunicación.