Cátedra de la paz, ¿un proyecto de papel?

Infórmate - Educación

2017-06-12

Cátedra de la paz, ¿un proyecto de papel?

El presidente Juan Manuel Santos reglamentó por medio del decreto 1038 que para el 31 de diciembre de 2015 debía estar la asignatura Cátedra de Paz en todas las instituciones educativas, pero no todos los establecimientos acataron el decreto para la fecha requerida y ahora que hay mayor cobertura de la materia muchos no cumplen a cabalidad con lo establecido.

La directora técnica del Centro de Innovación del Maestro en el 2015, Melissa Álvarez, cuenta que luego de la expedición del decreto se creó un laboratorio con una mesa de trabajo a la que se incorporaron primero unos profesores de diferentes colegios y algunos representantes de la Casa de la Memoria, luego se sumaron la Universidad de los Andes y el Ministerio de Educación. Ellos fueron construyendo en conjunto los lineamientos para integrar el tema de la paz en las instituciones.

Posteriormente, el Ministerio de Educación, en apoyo a lo decretado, realizó una socialización con las Secretarías de Educación sobre las orientaciones para facilitar el desarrollo de la Cátedra de paz. Este departamento gubernamental afirma que actualmente las 95 Secretarías de Educación del país están acompañando a las instituciones educativas en el ejercicio de esta asignatura y hacen un continuo seguimiento a las reglamentaciones que se deben tener en cuenta.

Según el balance que lleva la Secretaría de Educación de Medellín, hay unas instituciones que han implementado muy bien la Cátedra en su pénsum, mientras que hay otras aún desubicadas en el tema. Un docente de comisión de esta dependencia, Elkin Alonso Ospina, dice que se les ha pedido a los establecimientos que reporten si tienen dudas o se enteran de casos en los que se incumpla el decreto, ya que afirma que es muy complejo hacer vigilancia y seguimiento a todas las instituciones que hay en la ciudad.

Es precisamente esa dificultad en la vigilancia lo que ha hecho que no se haya presentado sanción alguna para las instituciones que incorporaron la Cátedra después de la fecha estipulada o que aún no la tienen bien establecida. Igualmente, no se reglamentó dentro del decreto que los establecimientos que no la implementaran pudieran recibir una sanción.

 

Decreto 1038

En este decreto se declara obligatoria la Cátedra de paz para todas las instituciones educativas tanto públicas como privadas, quienes debían acogerla a más tardar el 31 de diciembre de 2015. Para los establecimientos de educación preescolar, básica y media, las temáticas deben girar en torno a alguna de estas tres áreas:

  • Cultura para la paz: hace referencia a los valores ciudadanos y la resolución pacífica de los conflictos.
  • Educación para la paz: busca que los estudiantes adquieran las competencias ciudadanas (conocimientos que permiten que el ciudadano actúe de manera constructiva en la sociedad).
  • Desarrollo sostenible: consiste en la enseñanza del crecimiento económico y la búsqueda de una mejor calidad de vida.

La Cátedra puede ser implementada como una asignatura o puede estar dentro de las áreas de Ciencias Sociales, Ciencias Naturales o Ética y Valores.

Las instituciones de educación superior tienen autonomía en la incorporación y manejo de esta materia de modo que se pueda adecuar al modelo educativo que manejan.

 

Al interior de las instituciones educativas

Estudiantes del colegio Divino Salvador en clase de Cátedra de paz. Foto por: Colegio Divino Salvador.

El colegio Divino Salvador, ubicado en el barrio Buenos Aires, fue pionero en la implementación de la Cátedra de paz. Esta institución la adjuntó en su plan de estudio como una asignatura independiente, la cual se da una hora a la semana y todos los profesores están habilitados para enseñarla.

La rectora Olga Sepúlveda cuenta que la idea surgió en una de las habituales reuniones que hacen por las mañanas tanto directivos como docentes: “Posterior a la oración, tomamos una noticia del día y nos interesó de manera particular los diálogos que se estaban presentando en La Habana. De ahí se empieza a generar la construcción de la Cátedra de Paz en la institución”.

El interés de la comunidad educativa por incorporar la asignatura hizo que para el 2015 ya se estuviera enseñando en las aulas de clase, incluso sin que el Ministerio de Educación hubiera dado todavía las disposiciones generales para su aplicación.

El profesor encargado del área de Ciencias Sociales, Enrique Zapata, menciona que para el 2015 el colegio fue uno de los pocos en el país que comenzaron a trabajar la Cátedra. Para el 2016, algunas instituciones del sector la empezaron a adjuntar en sus planes de estudio cuando se publicaron los lineamientos por parte del Ministerio de Educación, y fue este año en el que finalmente la mayoría de las instituciones incursionaron en esta materia.

El personero de la institución, Pablo Castaño, manifiesta que la asignatura ha sido útil porque los profesores tratan de abarcar todas las temáticas que hay sobre la paz. Además, dan un contexto histórico de la guerra para entender lo que se padece actualmente, no solo en Colombia sino también en otras partes del mundo.

Estudiantes de la Institución Educativa San Juan Bosco. Por: I. E. San Juan Bosco.

La Institución Educativa San Juan Bosco, que se encuentra en el barrio Campo Valdés, trata la Cátedra de la paz de forma transversalizada: no es una asignatura como tal sino que se incluye en Ciencias Sociales y Cívica.

La personera del 2015, Daniela Berrio, cuenta que el tema de la paz se empezó a tratar desde que comenzó el proceso de paz: “eran cosas simples como quiénes iban a estar presentes, dónde, el porqué era importante llegar al acuerdo y los significados de la paz”. Sin embargo, afirma que siempre se trató el asunto muy por encima.

Una estudiante de grado décimo, Valentina Henao, menciona que en la materia Cívica solo se habla ocasionalmente de la paz: “Nos hablan por encima, nos quieren ocultar la realidad de lo que ocurre en el país: guerras, conflictos. Nosotros los jóvenes somos los que debemos aprender eso para poder promover un mejor futuro”.

Marcha por la paz del Colegio Bethlemitas en las calles de Laureles. Foto por: Colegio Bethlemitas.

El colegio Bethlemitas, ubicado en Laureles, tiene un proyecto llamado Bethlemitas por la paz. La coordinadora de disciplina, Liliana Medina, menciona que la iniciativa que empezó este año gira en torno al perdón y se le abre un espacio de una hora cada periodo para abordarlo. Este proyecto estuvo acompañado por una marcha que se hizo en abril por los alrededores del colegio demostrando su apoyo a la finalización del conflicto en el país.

Además de esas actividades relacionadas con la paz, el ejercicio de la Cátedra se da dentro de la materia Ética y Valores, en la que el profesor Carlos Acevedo cuenta que enseña sobre los valores, la reparación y el posconflicto, dándole una visión cristiana a estos temas. Él menciona que desde el 2011 se está tratando la paz en la institución, pero es desde este año que se le empezó a dar el marco legal acogiéndose a lo decretado por el presidente.

Sin embargo, la personera de 2015, Camila Roldán, afirma que ese año no se tocó el tema de la paz de forma completa en ninguna materia y solo estuvieron presentes algunas actividades como la Semana de la Paz y unas reflexiones que se hacían en los salones. Igualmente, la personera de este año, María Paula Valencia, dice que lo único que ven de paz en el colegio es el proyecto Bethlemitas, ya que en las asignaturas escolares no se trata ese asunto.

 

“No se está dando la Cátedra de paz”

Imagen cortesía de: Pacifista

Los expertos concuerdan en que en la mayoría de las instituciones no se está dando realmente la Cátedra de paz. Un abogado de la Universidad de Medellín y Comunicador Social-Periodista de la UPB, Jorge Alberto Velásquez, encuentra como causa principal que “ni el Ministerio de Educación se mueve ni los rectores dejan tocar nada”. Él argumenta que el país quiere paz, pero no pone de su parte para lograrlo.

El filósofo y profesor de política de la UPB, Gilmer Dubán Mesa, menciona: “Aquí somos muy dados a hacer proyectos de papel. Por eso los procesos no se hacen, porque nos quedamos en la forma y quitamos el fondo”.

Un miembro de la Asociación Paz Urbana, Gregorio Henríquez, afirma que no ha habido interés político, ni del gobierno central ni de los gobiernos locales, para instaurar adecuadamente la Cátedra en los establecimientos educativos y dice que también hay poca preocupación dentro de las instituciones frente al tema. Por lo tanto, es algo que para él se convierte en letra muerta.

 

( 1 ) Comentario

  1. Hola, ¿en serio? Muy interesante su artículo. A mi hijo le dan esta materia (que de hecho es religión), además de que ya le dan religión.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Natalia Orozco Taborda
Estudiante de Comunicación Social-Periodismo de la UPB