Columnista:
Armando López Upegui
Si alguna enseñanza nos quedó de la amarga época del imperio de Pablo Escobar y sus secuaces fue esta: para el delincuente la única respuesta admisible de la administración de justicia en todos los casos seguidos en su contra, es la absolución.
El autodenominado Centro Democrático, en un mensaje desapacible difundido por las redes sociales y en tono bastante semejante al utilizado en los comunicados publicados por Las, también autodenominadas, Águilas Negras, ha pretendido ejercer una presión inadmisible sobre la Administración de Justicia, en cabeza de la Corte Suprema de Justicia, para enervar su acción e impedirle que adelante uno de los miles de procesos en los que se encuentra vinculado un senador de dudosa ortografía moral y penal.
Sin embargo, ese comportamiento no es extraño en los miembros de la derecha colombiana, quienes siempre han pretendido amañar justicia y hacer de su Administración una herramienta al servicio de sus oscuros intereses, bien para tratar de convertirla en instrumento de agresión contra sus opositores políticos, bien para garantizar la impunidad de los suyos.
Así ocurrió cuando la derecha encarnada entonces en la oscura figura de Laureano Gómez, pretendió, y hasta cierto punto consiguió, lesionar las imágenes y el prestigio de los presidentes López Pumarejo con el “abracadabrante” caso Mamatoco, y Eduardo Santos con la “matanza” de Gachetá. Entonces, como ahora, la Justicia no se dejó torcer y en juicios públicos, ante jurado de conciencia, los responsables de ambos delitos fueron juzgados y sancionados con pena de prisión.
Hace poco, para favorecer a un corrupto de su partido, aprovechando la magnanimidad de una Carta Constitucional que ellos aborrecen y han pretendido derogar por todos los medios, estiraron la retroactividad de la ley penal favorable hasta destrozar la seguridad jurídica, y hacer que una sentencia condenatoria que estaba en firme, fuera sometida a revisión por un absurda tercera instancia.
Y recientemente, como en los tiempos de Laureano, fabricaron una supuesta causa probable contra un representante a la Cámara acusándolo de viajar de cárcel en cárcel sobornando testigos para que declararan contra el fundador de ese movimiento. Pero como a los malos cazadores, el tiro les salió por la culata, porque para crear ese infundio, fueron ellos quienes sobornaron declarantes, corrompieron testigos y defraudaron la justicia.
Ahora recogen el fruto de su proditoria labor: la Corte Suprema dictó una tibia medida de aseguramiento de detención domiciliaria contra ese senador de dudosa ortografía moral y penal. Las presiones de todo tipo que van desde melindrosas expresiones de solidaridad con el procesado y su familia, los llantos, los “dolores de patria”, las “pitatones”, hasta los insultos, los vilipendios, y demás despliegues de poder, no se han hecho esperar.
Y es natural que así sea. El autodenominado Centro Democrático está acostumbrado a hacer las cosas por las vías de hecho. Por eso, en lugar de interponer los recursos legales correspondientes y esperar serenamente su respuesta jurídica, están pensando en destrozar literalmente la Administración de Justicia, ya por medio de una asamblea constituyente, ya por medio de un alzamiento armado contra las instituciones, porque ellos están convencidos, como lo estaba Pablo Escobar, de que la única respuesta admisible de parte de la justicia en las investigaciones seguidas por todos los presuntos delitos que se le endilgan a su líder, es el aplauso y la absolución.
excelente columna de opinión , un escrito impecable, con una combinación impresionante de recursos literarios,.
el amigo alvaro uribe merece mas que casa por carcel, eso no se ve sino en este pais miren a fujumori en el peru a ese lo juzgaron como el delincuente que era y eso que peru es un pais mas subdesarrollado que colombia. lo que pasa es que la justicia es una sola no hay una mas subdesarrollada que otra. la pena para este tipo debe ser mas dura , para que sirva de ejemplo para que menos corruptos que llegan a estas altas esferas de la politica la piensen para cometer sus fechorias escudanse en sus fueros, ya que estos deben ser ejemplos para la sociedad no como aliciente para delincuentes que buscan escudarse detras de dichos fueros.