Alentados, no perseguidos

En Cartagena parece ser que el desorden, la pobreza, el desempleo y la inseguridad son problemas causados por los usuarios de las motocicletas.

Opina - Sociedad

2017-11-24

Alentados, no perseguidos

A finales del 2016 se dio en los barrios de mayor estrato en Cartagena de Indias una ola de robos por parte de individuos cuya herramienta clave para lograr su cometido no era el puñal o el revolver sino la motocicleta. Luego de presiones por parte de la clase pudiente cartagenera, el distrito prohibió la entrada de motocicletas con parrillero en los barrios de mayor estrato en Cartagena (Bocagrande, Castillo grande, El laguito) y se intensificó la persecución a los mototaxistas que, según las autoridades, son la causa de la mayor parte de los problemas de la ciudad.

En Cartagena parece ser que el desorden, la pobreza, el desempleo y la inseguridad son problemas causados por los usuarios de las motocicletas y por ende hay que perseguir y restringir los derechos de todo aquel que porte una, se dedique o no al transporte informal de pasajeros.

Las cifras en materia de seguridad parecen estar en contra de estos trabajadores informales, pues desde que se tomaron medidas como prohibir la entrada a motociclistas con parrillero a los barrios ricos, los hurtos disminuyeron, pero ¿será cierto que la ciudad es más segura? ¿Será que perseguir a los mototaxistas es la solución?, si bien puede ser la solución para las clases altas, la medida agrava los problemas sociales de los que viven de trasladar personas en sus motocicletas y a su vez esto genera un conflicto entre dos clases sociales. Por lo visto al gobierno distrital le interesa más que resolver el problema con una alternativa para que beneficie a ambas partes, favorecer a la clase pudiente en sus designios.

Estas medidas de persecución han limitado el derecho al trabajo de los mototaxistas y esto amenaza la poca seguridad económica de sus familias, además de que por la naturaleza informal de su trabajo no pueden acceder a una pensión, a un seguro y a un salario digno.

Legalizar este servicio  y crear sistemas para que funcione puede ser la solución más sensata para incluir a estos trabajadores  en un mercado laboral y además hacer un monitoreo en cuanto a la calidad del servicio y por supuesto cobrar impuestos.

En Ciudad del Este en el alto Paraná en Paraguay existe hoy una empresa formal que se dedica a prestar el servicio de mototaxismo, y cuenta con motos oficiales, seguro para pasajeros, uniformes para sus empleados y si el ingenio sur americano no los convence por no ser del primer mundo, en ciudades europeas como Madrid y Roma ya se cuenta con un servicio de mototaxismo totalmente legal y seguro.

El problema de este tipo de transporte en parte es una secuela del alto desempleo de la ciudad de Cartagena, sus orígenes son complejos pero este ejercicio en su gran mayoría responde a la falta de oportunidades, es cierto que se presta para la delincuencia, pero también es cierto que con la persecución no se resuelve nada.

La experiencia mundial nos dice que es una mejor opción alentar a las personas a emprender y generar alternativas de empleo que andar utilizando el aparato policial y de tránsito para esconder bajo la alfombra los profundos problemas sociales de la ciudad.

( 1 ) Comentario

  1. ReplyEver Martínez Ramírez

    Así es los gobernantes no aplican una verdadera política social

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Johnatan Cabria
Profesional en lingüística y literatura. Lector de economía