Y los de la Gran Coalición por la Paz, ¿qué?

Cada candidato tiene puntos positivos y negativos, cada uno maneja un enfoque diferente, lo que hace rico el encuentro electoral.

Opina - Política

2018-04-26

Y los de la Gran Coalición por la Paz, ¿qué?

Siguiendo una línea democrática en todo lo que concierne a las elecciones presidenciales del 2018 en Colombia, considero pertinente abordar el análisis de los candidatos del bando de “izquierda” y del “centro”, quienes en redes sociales han generado todo un deseo popular por una “Gran Coalición por la Paz”. Hablo de Gustavo Petro, Humberto de la Calle y Sergio Fajardo, quienes en común tienen la gran lucha anticorrupción.

Con un discurso duro en contra de los políticos tradicionales, Gustavo Petro se posiciona como la figura más influyente de izquierda en la política colombiana. Igualmente es, tal vez, el candidato más polémico por su pasado como integrante del M-19, aunque hay que reconocer que promovió el desarme del grupo guerrillero. Llegó a la política por sus propios medios e ideales, siguió una filosofía política que hoy se refleja en la campaña de Colombia Humana, tratando temas como el medio ambiente, las energías limpias, la igualdad y la defensa de los animales; generando así, gran convocatoria en plazas públicas.

Ante su evidente oposición a la política actual, se le ha vinculado como el candidato de las Farc, a lo que él mismo manifestó: “Desean ardientemente que las Farc me apoye. Pero no insistan, yo no soy de las Farc, ni las Farc me van a apoyar, no harán parte de mi gobierno. Eso sí construiré el inicio de una era de paz”.

Economista especializado en administración pública, fue personero y concejal de Zipaquirá, asesor de la gobernación de Cundinamarca, representante a la Cámara por Cundinamarca como miembro de la Alianza Democrática M-19, agregado diplomático en Bruselas, representante a la Cámara por Bogotá con el Movimiento Vía Alterna, senador por el Polo Democrático y alcalde de Bogotá.

Dejó un registro positivo en sus cargos políticos en proyectos sociales, recibiendo reconocimientos por la Unesco, sin embargo, quedó en deuda como alcalde de la capital en temas de seguridad y movilidad y, sobre todo, en la implementación de un nuevo sistema de recolección de basuras en la ciudad. El procurador Alejandro Ordóñez lo destituyó como alcalde en el 2013, pero los fallos de la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos) y del Consejo de Estado, permitieron que continuara en el cargo hasta el final de su gobierno.

Si bien su familia directa no tiene lazos políticos, es necesario advertir que su esposa es prima del actual senador Mario Fernández Alcocer, por lo que es posible encontrar favores políticos vinculados, sin embargo, su lista al Congreso está conformada por personas que nunca han estado vinculadas a la vida política y no tienen ninguna investigación en su contra.

Otro de los candidatos es el doctor Humberto de la Calle, el más experimentado en cuanto a participación política. Fue ministro de gobierno de César Gaviria y de Andrés Pastrana; vicepresidente de Ernesto Samper; magistrado de la Corte Suprema; actuó a nombre del Gobierno de Colombia en la Asamblea Constitucional que expidió la Constitución de 1991; embajador de Colombia en la OEA, presidiendo las deliberaciones que condujeron a la aprobación de la Carta Democrática Interamericana; embajador en España y en el Reino Unido; Registrador Nacional del Estado Civil y fue designado Jefe de la Delegación del Gobierno Nacional en los diálogos de La Habana, proceso que llegó a su término con la firma del acuerdo del Teatro Colón.

¿Han escuchado el dicho “más preparado que un Kumis”? Ese es De la Calle. Se forjó en el seno de una familia liberal, en 1947 debido a la alta violencia de los conservadores tuvo que huir de su pueblo, desde entonces ha luchado contra la violencia, pero en un escenario alejado de las armas. Abogado, poeta, columnista, escritor, pregonero de las ideas nadaístas y existencialistas al lado de Gonzalo Arango. El doctor en derecho, no solo se presenta como un negociador por la paz, sino también como alguien capaz de llevar al país por el sendero de la sensatez.

Me atrevo a decir que de todos los candidatos a la presidencia, Humberto es el único que no ha tenido un escándalo político, esto es, quizás, debido a su forma impecable de ejercer su profesión como abogado y político. Prueba de ello, fue cuando en 1995 se destaparon los recursos de la mafia a la campaña de Samper y optó por renunciar a la vicepresidencia sin titubear.

Sin embargo, la lealtad de su actuar no lo acompaña su trayectoria política, que no es mala, solo que sus puestos han ido de la mano del Partido Liberal, incluso ha sido este el que se ha encargado de construir su camino político hasta la actual candidatura presidencial (merecidamente, claro está), lo que hace pensar que en el trasfondo hay más de un favor político por cobrar.

Por último, tenemos al carismático doctor Sergio Fajardo, bueno, eso ha mostrado de cara a las elecciones. Matemático egresado de la Universidad de los Andes; máster en dicha área, fue miembro del Consejo Nacional de Ciencias Básicas; perteneció a la Comisión Nacional de Maestrías y Doctorados, igualmente a la Junta Directiva de la Fundación de Apoyo a la Universidad de Antioquia y, por último, director del Centro de Ciencia y Tecnología de Antioquia. Su vida profesional ha girado en torno a la educación, en la cual se le vio un gran desempeño.

Se puede decir que comenzó su participación política en los procesos de paz vinculados al paramilitarismo en la región de Urabá, como miembro fundador de la Comisión Facilitadora de Paz del departamento Antioqueño; el gobernador en ese entonces era el expresidente y actual senador Álvaro Uribe Vélez.

Cuando fungió como alcalde de Medellín y, posteriormente, como gobernador de Antioquia, enfocó su Plan de Desarrollo en el crecimiento educativo, construyó 10 colegios públicos y varias bibliotecas en las comunas de la ciudad.

Recibió varios premios internacionales por su gran labor administrativa, sin embargo, su imagen no es la más favorable. Muchos lo tratan de corrupto por realizar obras con la empresa de su familia (algo falso por lo que pude averiguar) y por dejar el departamento en la quiebra (no he podido verificarlo). En consecuencia a esta última situación, en la rendición de cuentas de Luis Pérez Gutiérrez en diciembre de 2015, informó: “Recibí (de Sergio Fajardo) el departamento de Antioquia camino a la bancarrota”.

Si bien el doctor en matemáticas, aparentemente se presenta como el candidato de los jóvenes que apuesta a la educación, cabe mencionar que en su candidatura a la Alcaldía de Medellín en el 2003, recibió el apoyo de Enrique Peñalosa, Rafael Pardo, Óscar Iván Zuluaga, Antonio Navarro y Gina Parody, entre otras figuras políticas que seguramente se me escapan; por lo que siguiendo con la temática que he tratado a cada candidato presidencial, creo que Sergio Fajardo debe unos cuantos favores políticos, especialmente al hombre que lo puso en la esfera pública: Álvaro Uribe Vélez.

Sin más qué decir, para no extenderme demasiado, puedo concluir que en mucho tiempo no había visto unas elecciones en nuestro país tan disputadas, polarizadas y controversiales.

Cada candidato tiene puntos positivos y negativos, cada uno maneja un enfoque diferente, lo que hace rico el encuentro electoral, sin embargo, me preocupa el fanatismo con el que muchos de los colombianos han tomado la política en nuestro país (bueno, no es de extrañarse en el país del sagrado corazón de Jesús). Estamos en un punto crucial en nuestra historia, realizamos un verdadero cambio o seguimos en las mismas. Usted decide, salga y vote.

Por cierto, únicamente traté de doctor a Humberto de la Calle y a Sergio Fajardo, porque son los únicos que han realizado dicho posgrado y por tanto debe nombrárseles con tal excelencia.

 

 

Imagen cortesía de Publimetro.

 

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David Gómez Vásquez
Abogado, diplomado en conciliación extrajudicial en derecho, diplomado en docencia y didáctica universitaria, cursando especialización en derecho empresarial, estudiante de Artes Plásticas, escritor, amante del fútbol. Proyecto creativo: Papas, Tomates y Cebollas.