Violencia, vete ya

Ninguna venda en los ojos puede ocultar el derramamiento de sangre que ha causado la guerra en nuestro país. Seguir negándolo es encubrir a los responsables.

Opina - Conflicto

2020-05-20

Violencia, vete ya

Columnista:

Elkin Giraldo Castellanos 

 

En Colombia han sido asesinados 101 líderes sociales en este 2020, una cifra escandalosa que parece no importar, nos siguen matando y es como si ya nos hubiéramos acostumbrado. ¿Cuántos más para que nos levantemos ante estos crímenes?  

El señor Jorge Enrique Oramas, líder campesino ambientalista del Valle del Cauca y Freddy Angarita, líder comunal de Norte de Santander, son las víctimas recientes de este conflicto que ya nos está llegando al cuello y está cerca de ahogarnos.  

¿Cómo hacemos para detener esta violencia que nos consume cada día un poco más? Es un hecho que si no paramos de matarnos, es difícil conducir una Colombia con Justicia Social. Basta.

No naturalicemos estas matanzas que pretenden callar la voz que se levanta contra las injusticias, la contaminación del medioambiente, el fraking, la lucha LGBTI, el desplazamiento, el hambre, la pobreza, el desempleo, la falta de una educación pública, los ‘falsos positivos’, el pésimo sistema del servicio de salud, penitenciario, la muerte.

Ninguna venda en los ojos puede ocultar el derramamiento de sangre que ha causado la guerra en nuestro país. Seguir negándolo es encubrir a los responsables. 

Aquí se han puesto en juego las ideas, pero los mismos de siempre prefieren seguir con las armas. Defender la dignidad le ha costado la vida no solo a los líderes y lideresas sociales, sino también a sus familias.

Tenemos que seguir con el esfuerzo de dar la batalla cultural que nos permita no caer en el precipicio. Eso implica tener memoria, cada líder y lideresa debe ser nombrado/a, recordado/a. No puede ser que lleguemos a esta cifra y pase como una noticia más. ¿Estamos esperando a que un medio internacional venga para creer que esto es cierto? ¿Qué cifra hay que esperar para despertar? No hace falta llegar a un número mayor. Cada vida importa, así como sus opiniones y su lucha.

No hay que perder la oportunidad de pasar esta página violenta que nos tiene viciados. No más llantos desconsolados por la tristeza que invade al perder a un ser querido a causa de los fusiles de este conflicto que no merecemos.

El confinamiento ha sido aprovechado por los grupos ilegales para matar. Se necesitan de inmediato respuestas que permitan dar con los autores intelectuales y materiales de estas masacres. Hay que acelerar las investigaciones y terminar de inmediato con estos asesinatos.

La realidad demuestra que el camino hacia la paz está siendo perturbado, más no imposible. Depende en gran parte de nosotros/as, no callemos más, gritemos eso que pretenden silenciar los cobardes. Por cada líder y lideresa que se multipliquen las voces. La semilla de otro país posible ya germinó, es el turno de la paz, no descansemos hasta conseguirla. No permitamos que nos inunde más el odio.  

La Paz de Colombia es la de Latinoamérica, retroceder ahora sería un fracaso que nos conducirá a un desastre.

No solo están yendo por nuestros líderes y lideresas, también se ha puesto el ojo sobre quienes decidieron dejar la insurgencia y apostarle a otro camino. El día sábado 16 de mayo, tal como lo indica Contagio Radio en su página web, se conocieron denuncias e imágenes de sujetos armados en Argelia Cauca, según organizaciones sociales en busca de excombatientes.

Si el Gobierno y las entidades que corresponden no aclaran estos sucesos, los violentos seguirán haciendo de las suyas. Se convertirán en cómplices por darnos la espalda y terminarán por apagar esa luz que se encendió después de 50 años de guerra y que permitió el renacer de una nación que sueña y resiste ante la barbarie.   

 

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Elkin Giraldo Castellanos
¡Libertad!