Uribe: ¿estadista o loco?

Opina - Política

2016-11-03

Uribe: ¿estadista o loco?

Estadista, de acuerdo con la definición del diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, es aquella persona que tiene gran saber en los asuntos del Estado. Loco/a es la persona que ha perdido la razón, de poco juicio, disparatado e imprudente; que excede en mucho a lo ordinario o presumible; entusiasmada o muy contenta; que siente gran amor o afición por alguien o algo.

También podríamos hablar de demencia: locura, trastorno de la razón, y en términos médicos, deterioro progresivo de las facultades mentales hasta llegar a la demencia senil. Saboteador: es la persona que hace oposición u obstrucción disimulada contra proyectos, decisiones, órdenes, ideas o procedimientos de
lucha contra el Estado.

El New York Times dice que Uribe debe comportarse como un Estadista y no como un saboteador. Pero a juicio de una gran mayoría  y a pesar del consejo de un medio tan importante e influyente, el grave problema es que Uribe nunca ha sido estadista.

Desde cuando llegó a la presidencia e incluso antes, nunca ha pensado en el desarrollo de Colombia porque desde que llegó al poder ha demostrado que no ha podido superar el odio contra las FARC, a pesar de que ya prácticamente no están los cabecillas que, según afirman algunas versiones, dirigían esa organización al momento del asesinato de su padre.

No se ha dado la oportunidad de reivindicarse consigo mismo ni con la memoria de su progenitor y si realmente lo amara y hubiera querido quitarle la imagen de narcotraficante que tanto niega, lo hubiera honrado dando ejemplo de perdón, de amor y de esa verdadera garra de los grandes antioqueños que luchan no sólo por su departamento sino por toda la nación.

¿Creen ustedes que a pesar de haber sido Presidente de Colombia
durante dos períodos consecutivos luego “bajó a Senador” con la bobada de un salario mensual de 27’929.064 (1), es decir, aproximadamente 46 veces el salario mínimo? Los 11.6 millones  que ganan el salario mínimo o menos (2) deberían tener la tarea obligatoria de analizar estos factores para sacar conclusiones claras y concretas de quién es quién y cuáles son los intereses que en la vida real busca el expresidente sin generar nada que no sean sus propios beneficios.

¿Qué pasó con los votos de estas personas? Parece que la gran mayoría, desfavorecida y con grados de pobreza extrema, no sabe ni le interesa si los gobierna o no un Estadista, un narco, un paramilitar o un loco.

En nuestro país son pocos los presidentes o líderes políticos que han sido estadistas. Después de Alberto Lleras Camargo y Carlos Lleras Restrepo (3) no ha habido ningún estadista. El único que se aproximaba era Álvaro Gómez Hurtado, hijo de uno de los personajes más odiados de Colombia, él sí le hubiera cambiado la cara al país y ese fue el motivo por el cual “La Mafia Oculta” lo asesinó para quitarlo del camino de una manera fácil, radical y enfermiza porque el Poder tiene el mundo en sus manos.

Gómez Hurtado era el caso contrario al de Álvaro Uribe. El primero quería reivindicarse con el país y Colombia le cerró las puertas, dando luz verde a su condena y luz roja a su camino presidencial, mientras que a Uribe Vélez le dio luz verde para mantener su impunidad (que él manipuló argumentando que iba a ser para la guerrilla), dio luz roja al triunfo del Sí y así cerró el camino a la paz.

El expresidente logró esto gracias al apoyo que directa o indirectamente, le ha dado esa misma gente perjudicada por su desmesura y su manera peculiar de hábil titiritero. Están incluidos los del No, los indiferentes, los que se comieron el cuento de no dejar que “esos delincuentes se salieran con las suyas”. Nunca entendieron que le dieron vía libre a su locura e impunidad por sus crímenes de lesa humanidad.

No somos nosotros los enfermos, ni los que odiamos; es él, así lo analiza y publica uno de los periódicos que cumple con su función de decir la verdad a nivel mundial y conste que no pertenece a los “mamertos”. El New York Times se pasó cuando al aconsejarlo escribe la palabra Estadista, pues él no sabe qué significa ese término.

Que alguien nos diga cuáles han sido los aportes de Álvaro Uribe Vélez como estadista. ¿Acaso lo son la creación de las Leyes 50 y 100? ¿La creación de las Convivir? ¿Alguna ayuda humanitaria a refugiados o damnificados? ¿La restitución de tierras y equilibrio de los ciudadanos en Colombia para un Desarrollo Social Igualitario? O por el contrario, ¿el apoderarse de tierras de miles de campesinos para ampliar su fortuna y su dominio territorial?

De los segundones del Apóstol Uribe y posibles sucesores en futuros procesos presidenciales, ¿quién podría ser Estadista?: ¿Pachito Monopolio Santos? ¿El exprocurador Alejandro mojigato Ordóñez? ¿Paloma desgarradora Valencia? ¿María Fernanda llorona Cabal? Y ni para qué seguir y llenarse la cabeza, no de cucarachas, sino de tristeza y dolor de Patria porque es pensar en un futuro incierto y desolador.

1. http://www.eltiempo.com/politica/congreso/sueldo-congresistas-en-colombia-en-2016-2017/16631214
2. http://www.elcolombiano.com/negocios/54-de-ocupados-gana-menos-del-minimo-CE2868114
3. http://www.elespectador.com/opinion/tres-estadistas-colombianos-columna-459351

Publicado el: 3 Nov de 2016

Edgar Uruburu
Comunicador Social-Periodista@uniLibertadores Posgrado en Finanzas Públicas de la ESAP. Buscando la verdad en un mundo complejo... Paz y justicia para todos... Mi pensamiento no refleja el de mi familia ni el de laOrejaroja.com