¿Qué importa más: el mecanismo o el acuerdo?

Opina - Conflicto

2015-12-15

¿Qué importa más: el mecanismo o el acuerdo?

La mesa de conversaciones en La Habana lleva ya más de tres años. Desde entonces, el apoyo nacional (con mucha dificultad) y el internacional han aumentado. Se ha hecho público lo alcanzado sobre la reforma rural, la participación política y las drogas ilícitas, puntos pactados en el Acuerdo general firmado en Oslo. En distintos momentos se han ido incluyendo diferentes sectores de la sociedad. Y la firma del acuerdo el 23 de marzo (o algún día cercano a esa fecha pactada entre Timochenko y Juan Manuel Santos) es tan inminente como lo es la refrendación social del acuerdo.

Uno de los subpuntos más importantes y que presenta mayor división es el de la definición del mecanismo de participación para la aprobación social de los acuerdos. El gobierno busca que se realice un plebiscito –le conviene puesto que solo requiere del 13% de los votantes para que sea válido– y aunque ya fue aprobado en el Congreso requiere del acuerdo entre ambas partes para que pueda ser convocado.

Imagen cortesía de: semana.com

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Las Farc, por su parte, publicaron en diciembre de 2013 un plan compuesto de doce puntos para la realización de una Asamblea Constituyente como mecanismo de refrendación de lo acordado en Cuba, algo que ya ha sido descartado por el Gobierno.

Además, en redes sociales la idea de un referendo se ha popularizado, sobretodo, después de la vilarización de imágenes y textos de opinión (como No tema. Hay que hundir este proceso de paz del columnista Juan David Escobar Valencia, publicada en El Colombiano) que muestran al plebiscito como una forma del Gobierno de engañar a todo el pueblo para que se legitimen los acuerdos de paz.

Lo preocupante de esta discusión (que sí es relevante) es que podría hacer que se pierda de vista un hecho fundamental: cuando se convoquen a los colombianos para que apoyen o rechacen los puntos pactados en La Habana lo más importante no será el mecanismo. Lo principal es que cuando se salga a votar se haga solo después de conocer el contenido de los acuerdos. Y esto no solo será responsabilidad del gobierno con las estrategias que implemente a partir de la firma del acuerdo, puesto que dependerá, principalmente, del compromiso de los ciudadanos por saber sobre qué están votando.

Y es que cuando llegue el día de esa votación, se deben dejar de lado las emociones, los intereses políticos, los apellidos de las grandes familias políticas (que esta vez no importarán), los rencores heredados e, incluso, la(s) pregunta(s) que se haga(n), no porque no sean importantes, sino porque cuando se marque el sí o el no, es necesario que se haga con la mayor objetividad posible.

Pensando que lo que se decida en las urnas cambiará al país: si gana el sí, se dará paso a un postacuerdo con uno de los actores más representativos del conflicto armado y, con esto, a la construcción de paz en el país. Si gana el no, significará el regreso a unas confrontaciones destructivas.

La intención no es, pues, que se ignoren y olviden los actos realizados durante el conflicto armado por ambas partes. Como tampoco lo es demostrar en las urnas, con el sí o cono el no, el apoyo a alguna facción política. La invitación es que en los próximos meses los colombianos conozcan los acuerdos, sepan de qué tratan y concilien sus opiniones sobre las posibles consecuencias para que cuando haya aprobarlos o desaprobarlos, el voto sea, en verdad, a conciencia.

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Leonardo Botero Fernández
Orgulloso de ser periodista. Antepongo la rigurosidad, las investigaciones a profundidad, el periodismo con objetivo y las historias contadas por sus protagonistas. Opino sobre la política, el conflicto armado colombiano y el posconflicto, y el ejercicio del oficio.