Postobón se retira de InspiraMED, ¿gaseosa donación?

Resulta decepcionante que una empresa que se auto percibe como una entidad con fuertes valores éticos y morales no parezca distinguir entre una donación y una inversión.

Opina - Economía

2020-08-20

Postobón se retira de InspiraMED, ¿gaseosa donación?

Columnista:

Cristian Álvarez

 

En marzo, mientras Colombia caía presa del pánico por la pandemia del COVID19, una buena noticia surgió con amplio despliegue de los medios de comunicación del país. En un gesto “altruista”, la compañía de gaseosas Postobón S.A, se comprometía a donar cerca de 9000 millones de pesos a InspiraMED.

Esta es una alianza público-privada creada con el fin de producir ventiladores mecánicos para tratar a los pacientes con complicaciones pulmonares causadas por el COVID19, los cuales serían necesarios a fin de afrontar los peores días de la pandemia sin tener que importar dichos dispositivos.

El 25 de marzo, Miguel Fernando Escobar, presidente de Postobón señaló que Esta inversión está orientada por un criterio: salvar vidas. Creemos que debemos apoyar a la comunidad médica en estos momentos, pues sabemos muy bien la necesidad que se puede presentar en el país ante la falta de unidades para atender a enfermos de COVID-19.

Pues bien, comparando el despliegue mediático que tuvo la buena nueva de marzo, poco eco hizo en los mismos medios de comunicación el hecho de que el pasado 12 de agosto Postobón S.A decidiera retirar su donación al proyecto InspiraMED.

La empresa, propiedad del magnate Carlos Ardila Lulle, ya había desembolsado 5 mil de los 9 mil millones de pesos con los que se comprometió a aportar al proyecto del que también hacen parte otros 50 actores del ecosistema de ciencia, tecnología e innovación articulados con Ruta N y la ANDI entre los que hacen parte instituciones como HACEB, AUTECO, la Universidad de Antioquia, la Institución Universitaria EIA e Industrias Médicas Sampedro, entre otros.

En la carta dirigida a Juan Andrés Vásquez —en ese entonces director ejecutivo de Ruta N— firmada por Martha Ruby Falla González; delegada de Postobón para el Acuerdo de Donación; la empresa de gaseosas admite que sabía que el proyecto estaba pensado para desarrollarse por fases.

En la misiva Postobón también reconoce que la alianza ha permitido que el desarrollo del proyecto haya llegado a la fase de pruebas preclínicas y de fabricación de manera exitosa.

Pero, si bien es cierto que en el proceso de investigación y desarrollo ya fue apoyado de manera relevante con los 4.000 millones que hemos entregado a la fecha, el cumplimiento del propósito superior que nos animó a hacer parte de esta donación, que fue el de salvar vidas, no se dará ya de forma oportuna, pues la autorización del INVIMA ha tardado más de lo previsto.

En síntesis, y así lo interpreto de lo escrito por la empresa, Postobón —pese a que admite que las cosas se han hecho bien en InspiraMED— decidió zafarse del proyecto ya que la demora (¿injustificada?) del INVIMA hará que los respiradores de InspiraMED no salgan a tiempo para atender el pico de la pandemia.

Mejor dicho,Postobón, en vista de este retraso no le va a meter más plata a algo que no lo va a hacer quedar bien publicitariamente hablando porque cuando salga ya va a ser «demasiado tarde».

¿O estaré pecando de mal pensado?

Aunque, para enrarecer aún más las cosas, casi al final del texto hay otro motivo que al lector del documento no le pasa desapercibido y que dice así:

Igualmente nos alerta y preocupa la situación que vive hoy Ruta N, columna vertebral del proyecto y garante de los recursos, con la renuncia de su Junta Directiva y la del señor Gabriel Sánchez, gerente de InspiraMED.

Tras esto, Postobón invoca la prerrogativa de la cláusula séptima del Acuerdo de Donación para proceder a la terminación del mismo, a la vez que deja una sensación de que su «desinteresada donación» no era ni donación ni era desinteresada.

Parece que más allá de buscar ayudar a los colombianos, lo de Postobón en InspiraMED fue una inversión. ¿Si la inversión era para fortalecer su imagen corporativa o era con el fin de realizar algún cálculo político —como los del Congreso en contra de la regulación de las bebidas azucaradas—?, lo ignoro.

¿Pero cómo más se puede explicar la «preocupación» de la compañía de Ardila Lulle en la situación de Ruta N si esta, en teoría, no le afecta en nada?

Lo que sí puedo asegurar es que personalmente me resulta decepcionante que una empresa que se auto percibe como una entidad con fuertes valores éticos y morales no parezca distinguir lo que es una donación de una inversión.

Y, peor aún, que al ver incumplidos sus «objetivos» cuando y como querían, retire lo antes donado dejando colgados de la brocha a los demás partícipes de InspiraMED que incluso siguen comprometidos con salvar vidas.

Semejante baladronada me parece tan indignante de una empresa que se precia de ser grande en todos los aspectos; luego recuerdo que esta misma compañía ha sido investigada por su relación con el al accionar paramilitar en el país, y mágicamente deja de sorprenderme.

 

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Álvarez Cristian
Periodista de la Universidad de Antioquia. ¿Quis custodiet ipsos custodes?