Mi familia y mis amigos me excluyeron porque soy un «vándalo»

No sea mal hijo que el paro es de todos, sí, perjudicados hemos estado de distintas maneras por más de veinte días, pero creo que es eso o es seguir permitiendo que la dictadura nos haga trizas.

Narra - Política

2021-05-31

Mi familia y mis amigos me excluyeron porque soy un «vándalo»

Columnista:

Giovanni Sánchez Mendoza

 

Con el trapero en una mano y con la otra usándola para expresar de manera kinésica, realizando el gesto del «gatillo», mi familiar que recibe pensión de la Ponal, debido a que su excompañero sentimental perteneció al F2, me expresaba de manera muy básica que toda persona que esté protestando merece recibir bala porque son un estorbo para el país, que la minga es un poco de guerrilleros porque se sustentan a base de coca…

En ese momento, mientras la escuchaba y pensaba lo que le iba a responder, el café me supo a estiércol y sentía que estaba hablando con otro estiércol. Era como una combinación de una pestilencia con podredumbre humana mental, que carece de conocimientos políticos, llenos de pensamientos supinos, culturales y ciudadanos, hasta pensé en ignorarla porque consideraba que no tenía sentido discutir con una persona que solo ve programas de farándula y telenovelas, pero mi carácter, patriótico y de compromiso con la causa me incitó a responderle, así que mi réplica fue tan básica, como sus pensamientos, pero puntual: todos los que andan en camionetas son asesinos pagos por el Estado, los que están siendo custodiados por la Ponal, la misma en la que sus asesinos con sueldo vociferan con orgullo, «Dios y Patria». Sentí un «fresquito» como dicen las mamás y la quería seguir masacrando —con palabras— así como se encuentran haciendo, literalmente, en Ciudad Jardín.

Hacia al pueblo con este escrito, en donde el autor es un supuesto «vándalo», que ha sentido adrenalina y felicidad cuando ayuda a los que ponen el pecho (la primera línea), que ha «puteado» al Esmad, mientras reparten los insumos, hasta marihuana les han fumado en la cara, cuando la lucha estaba en «tacho»;  pues mi familiar no sabe nada de eso, no lo va a saber. Primero porque que no lee; segundo, porque es un arribista, que le es indiferente el contexto y, tercero, porque su cabeza solo le sirve para sostener el cabello y sin pensamientos objetivos; es de esas personas que piensa por moda y que se come todo lo que los medios de comunicación tradicionales emiten en sus asquerosas noticias.

Entonces, dicho lo de esa persona, empecé a compararla con otras que piensan que un paro es simplemente tirar piedra y por eso cuando van a tocar el tema dicen entre risas «vamos a ir a tirar piedra»; malditos apáticos y testarudos, tirar piedra es una forma de responder a la represión de la fuerza pública y se responde por medio de recursos callejeros en esa lucha de desigualdades de armamento y estrategia, pero manada de antipatriotas, ¿saben qué es lo bueno de estos vándalos? Que tiran la piedra y no esconden la mano; que son decididos y saben por qué y para qué son estas peleas. En esas disputas se encuentran estudiantes y trabajadores, que fácilmente, le pueden dar una clase a ignorantes como mi familiar, de psicología, deporte, nutrición, medicina, economía, política, derecho, entre otras áreas.

No sea mal hijo que el paro es de todos, sí, perjudicados hemos estado de distintas maneras por más de veinte días, pero creo que es eso o es seguir permitiendo que la dictadura nos haga trizas. Por último, mi familiar me dijo que cómo era posible que los que reciben subsidios del Gobierno protesten en contra del Estado, o sea, quedémonos calladitos porque el Estado quiere manejar al pueblo con ayuditas que alcanzan para dos docenas de huevos del precio real. 

 

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Giovanni Sánchez Mendoza
Soy estudiante de Licenciatura en Ciencias del Deporte y la Educación Física de la Universidad Antonio José Camacho.