Las noches en Colombia

La bomba de una estructura estatal violenta ha despertado el terror en la población tras la brutal represión policial, desapariciones, arrestos arbitrarios, y asesinatos durante lo corrido del paro.

Opina - Política

2021-05-18

Las noches en Colombia

Columnista:

Yanny Rodríguez

 

Son largas las noches en Colombia, desde que se convocó el paro nacional, el 28 de abril, un insomnio colectivo golpea noche tras noche al país.

A pesar de los intentos persuasivos del fallo del Tribunal Superior de Cundinamarca y algunos dirigentes políticos para evitar las manifestaciones, ni la pandemia ni la lluvia lograron detener las movilizaciones sociales a lo largo y ancho del territorio nacional[1].

Un gran descontento popular salió a las calles para rechazar la iniciativa de ley tributaria promovida por el Gobierno de Iván Duque, que pretendía aumentar impuestos a la canasta básica familiar, servicios públicos y a su vez incrementar el número de responsables del pago de renta[2].

Aunque la euforia de las marchas ha inundado las calles en diversos rincones del país, el estallido de una bomba de tiempo ha dejado nuevas heridas en Colombia. Sí, la bomba de una estructura estatal violenta que ha despertado el terror en la población tras la brutal represión policial, desapariciones, arrestos arbitrarios, y asesinatos durante lo corrido del paro. Así, ha crecido un gran temor en el país, las noches son largas y angustiantes a la espera de la mañana.

Tras varios días del paro, pese a que se mantiene la actitud hostil de Duque hacia las protestas y la indignación ciudadana, que han sido señaladas continuamente de vandalismo y alteración al orden público, el presidente anunció el retiro de la reforma tributaria. Sin embargo, aunque esta acción fue celebrada, las movilizaciones no cesaron. ¿Por qué se continúa en las calles?

El comité nacional del paro (centrales obreras y el magisterio), organizaciones independientes y una amplia ciudadanía manifiestan hoy su repudio ante la militarización de las ciudades, la represión por parte de los cuerpos policiales y del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), a su vez, expresan su inconformismo hacia otro proyecto en marcha en el Congreso «la reforma a la salud».

En medio de un panorama desgarrador para el país, el escenario político se bifurca en dos alternativas; por un lado, la continuación de la estigmatización de la protesta y la brutal represión, se presentan como un camino peligroso y altamente violento, esta estrategia es alentada por varios sectores del uribismo los que han instado para que se establezca el estado de conmoción interior, anulando así todas las garantías constitucionales. No obstante, en esta opción podría temblar la estabilidad presidencial de Duque, quien se desgasta políticamente, y posiblemente pueda perder el apoyo de su partido, el Centro Democrático; producto de la presión nacional e internacional que crece diariamente con la visibilización de las graves vulneraciones de los derechos humanos en el país.

Por el contrario, en la otra alternativa, aunque afectada la imagen de Duque, su permanencia en el poder depende de encontrar posibilidades de diálogo, y en buena parte, reconocer la responsabilidad política de la violencia policial ocurrida a lo largo del paro. Esta vía de escape parece estar siendo considerada por el Gobierno a través de la reciente reunión con la «coalición de la esperanza» integrada por dirigentes de centro y centro-izquierda; pero, persisten serias dudas sobre la viabilidad de una mesa de concertación con el comité del paro, en vista de la gran hostilidad del uribismo al lidiar con la oposición.[3]

En efecto, tras 15 días de paro, el 10 mayo la negociación entre el Gobierno y el comité del paro acompañada con la mediación de Naciones Unidas y representantes de la Iglesia católica finalizó sin ningún tipo de acuerdo. De esta manera, representantes del comité denunciaron una falta de empatía del presidente Duque en relación con las demandas y exigencias presentadas, por lo cual han convocado nuevas movilizaciones.

La voluntad política del presidente Duque es difusa y contradictoria: parece ir jugando con las dos cartas a la vez; por un lado, acrecentando la presencia de cuerpos militares en las calles, principalmente en lugares críticos como el departamento del Valle del Cauca y, por el otro lado, dando pasos tibios en las mesas de negociación, las cuales han dejado en la incertidumbre los diálogos.

Entretanto hoy por hoy, «los vándalos» continúan en las calles pese a la escalada de violencia, aun cuando está en juego la vida e integridad. ¡Colombia, resiste!     

 

Fuentes:              

[1] El Espectador, abril-2021. En: https://www.elespectador.com/noticias/bogota/los-fallos-de-la-magistrada-que-ordeno-frenar-el-paro-nacional/

[2] France 24, abril-2021. En: https://www.france24.com/es/programas/econom%C3%AD/20210416-colombia-explicacion-reforma-tributaria-ivan-duque-impuesto-valor-agregado

[3] AA, mayo-2021. En: https://www.aa.com.tr/es/mundo/temblores-ong-la-organizaci%C3%B3n-que-ha-documentado-la-violencia-policial-en-colombia/2231780

 

( 2 ) Comentarios

  1. Muy buen artículo!

  2. Excelente el enfoque deL artículo. Había visto en un video por Instagram en donde un helicóptero disparaba contra la gente, un horror lo que se está viviendo… debería el gobierno escuchar a su pueblo y no apostar al terror represivo y a la incertidumbre social y política.
    Esperamos más artículos tuyos, excelente tu labor! FUERZA COLOMBIA!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Yanny Rodríguez