La senadora de la Alianza Verde, Claudia López Hernández, anunció muy temprano su intención de alcanzar la Presidencia de la República, y asimismo inició la campaña con una cruzada contra la corrupción, apoyada por varios sectores, que busca recolectar cinco millones de firmas de los colombianos para convocar una consulta popular anticorrupción.
Dicha iniciativa tiene como base siete puntos que la senadora ha explicado claramente en los diferentes medios en los que ha podido hacerlo (Youtube, Facebook, Twitter, Blu Radio, La W). Uno de ellos es frenar la duración en puestos de representatividad política. Lo que la senadora quiere es “no más Gerleins” y propone limitar el número de períodos -a solo tres consecutivos- en una entidad pública, es decir, máximo 12 años.
Sin duda nadie en la historia nacional ha estado tanto tiempo en un puesto político como Roberto Gerlein Echeverría. Lleva diez períodos consecutivos ocupando una curul en el Senado por el Partido Conservador desde 1974, y su puesto allí ha sido muy polémico. Es conocida su postura anti-gay que ha defendido con insultos hacia la comunidad LGBT, su oposición a la reducción del salario de los congresistas -que es otro de los puntos anticorrupción de Claudia López-, y el sexismo que evidenció cuando llamó “vaginas” a Piedad Córdoba y a Viviane Morales en 1998. Un adalid del conservatismo colombiano que se eternizó en el Congreso.
Pero también están Juan Manuel Corzo, que primero fue representante a la Cámara y luego senador desde hace 15 años, y Efraín Cepeda Sarabia que lleva 23; ambos conservadores, lo que convierte al partido azul en la colectividad con más tiempo en el poder con las mismas personas, ¿será que es difícil encontrar jóvenes conservadores? El senador por Cambio Radical, Juan Carlos Restrepo, lleva también 15 años en el Senado.
Sin embargo, los miembros del Congreso de la República no son los únicos que se amañan con el poder que significa estar allí. Las demás cámaras del legislativo también tienen huéspedes desde hace más de una década.
Un ejemplo es el Concejo de Medellín, que tiene sus propios Gerleins. El que más tiempo ha ocupado una curul en el Concejo es el conservador Álvaro Múnera Builes, quien ya cumple 19 años sostenido por su increíble historia de torero que, tras una cornada, terminó en silla de ruedas y ahora se dedica a defender los derechos de los animales. En esta lista también aparece John Jaime Moncada, concejal conservador desde hace 16 años, quien llegó allí con el apoyo del cuestionado Luis Alfredo Ramos, sufrió un atentado en el 2010 y actualmente funge como vicepresidente primero.
Otro de los “eternos” en el Concejo de Medellín es Jesús Aníbal Echeverri, también de la U, que ya cumple 13 años; en el 2015 aspiró a la Alcaldía de Medellín pero decidió dar su apoyo a Gabriel Jaime Rico; ha sido amenazado de muerte por sus denuncias de extorsiones y apropiaciones ilegales del presupuesto participativo de las comunas; quiere ser Alcalde en 2019.
El liberal Fabio Humberto Rivera es otro que cumple 13 años en el Concejo, tras pasar por la Asamblea. No debemos olvidar a la única mujer que más tiempo ha estado en el Concejo, Aura Marleny Arcila y que podría ser una de las más poderosas; es, desde el 2004, concejal del Partido Liberal, y hace casi 20 años es la presidenta de la consiliatura de la Universidad de Medellín, institución cuyo rector es Néstor Hincapié, su esposo, y no ha sido exenta de cuestionamientos por la politiquería que se practica en su interior, especialmente en elecciones.
Por último, está Ramón Emilio Acevedo, concejal del Partido de la U desde hace 11 años, quien además es presentador de un programa dedicado a la salud en el canal Televid y docente en la Universidad de Antioquia de la cual es médico egresado. Hay que mencionar también los herederos del poder local, como la familia Guerra o la familia Suárez, de Bello.
Solo hay una razón para que todas estas personas se atornillen en el poder político, y es que satisfacen ciertos intereses que no necesariamente son los de los miles de votantes que los montaron allí .
. Es hora de que haya un relevo generacional en la política, es hora que busquemos los futuros dirigentes del país que tratan que sus propuestas sean tenidas en cuenta, pero que son opacados por los viejos caciques que se niegan a dejar del trono.
Porque quiero modernizar la política, firmaré la iniciativa anticorrupción de Claudia López.