Pese a que no paran de aparecer panfletos amenazantes firmados por las Águilas Negras, el Comisionado de Paz, Danielo Rueda, nos respondió en entrevista en la ciudad de Cartagena que este grupo solo «existe como una estrategia de intimidación, de operación psicológica; pero como estructura armada conformada no existe».
Rueda sostiene que estas actuaciones «provienen de sectores institucionales del pasado que han utilizado esas estrategias» y las cuales, según él, este Gobierno no tolera y enfrenta directamente si existen indicios.
Pero ¿entonces quiénes lanzan estos panfletos? Para el Comisionado de Paz, «hay sectores de ciudadanos que utilizan la estrategia de los panfletos para amenazar».
Empecemos por aclarar que el nombre Águilas Negras, que a veces usan esvásticas nazis en sus amenazas, mete miedo. Ese parece ser su objetivo en una Colombia plagada de temor por la criminalidad y el conflicto armado.
La Policía sostiene que su departamento de inteligencia no ha identificado una estructura criminalmente organizada bajo la denominación Águilas Negras; para ellos son «intimidaciones apócrifas».
En línea con lo que sostiene Rueda, los investigadores de la Policía no han logrado identificar una línea ideológica o de mando unificada en los panfletos ni en los eslóganes o frases con que cierran los textos y destacan una serie de elementos que hacen que no se pueda considerar que las amenazan provienen de una misma entidad, según declaraciones dadas a la BBC.
De hecho, la Policía no registró un solo caso de amenaza de las Águilas Negras que antecediera a un asesinato o un atentado, por lo que se percibe que sus intimidaciones solo buscan generar miedo y pánico en los receptores de estos mensajes, que suelen ser líderes sociales, políticos de izquierda o sectores progresistas.
Lo que sí ocurre es que estas personas aprovechan una muerte para luego asociarla a la amenaza; todo consiste en maximizar el impacto del temor en un país que lucha por consolidar una paz integral.
