¿Cómo tener conciencia política?

Opina - Política

2017-06-26

¿Cómo tener conciencia política?

Las elecciones presidenciales están cada vez más cerca, y la sociedad colombiana parece no estar lista para afrontar, con seriedad y compromiso, la elección de un nuevo mandatario para la nación. ¿Qué se puede hacer al respecto? La única solución posible es intentar enseñarle a la gente a votar conscientemente.

A continuación se dará una especie de guía para aprender a votar a conciencia, esto, debido a que en épocas de posverdad y fake news la sociedad se ha distanciado cada vez más de la política, algo que termina perjudicando a toda la población y beneficia a las élites del país que no quieren que su población avance.

Como primer paso, y quizá, el más obvio: se debe votar. El voto no es algo inservible como muchos han hecho creer. Es un derecho que toda persona debería ejercer. Vote por usted mismo, por ser un ciudadano consciente de su deber con el país.

Si usted piensa que su voto no sirve para nada porque representa una porción casi microscópica dentro del sufragio total nacional, piénselo dos veces. Si esa mentalidad se llegará a propagar por su casa, por su barrio, por su localidad y luego por su ciudad, el resultado es nefasto: miles de personas no votarán.

Cuando tenga claro la importancia de su voto se dará cuenta que debe impedir botarlo o venderlo. Parece algo obvio, pero, lastimosamente, es un problema que aqueja a la mayoría de las personas del país. Es entendible que en uno de los países más desiguales del mundo se busque una ayuda económica o hasta un almuerzo a cambio de un voto. Por eso el primer paso (entender la importancia del voto) es tan crucial.

Ahora: si va a votar por alguien tendrá que elegir muy bien y lo primordial (al parecer muy sencillo pero complicado para la mayoría de las personas) es no votar por corruptos. Tiene que evitar, a toda costa, esos candidatos que, otrora, han utilizado su posición predominante en algún cargo público para favorecerse a sí mismo. También tiene que apartarse de esas personas que han promovido o apoyado a corruptos, pues al apoyar a un corrupto se convierte en uno.

Si su candidato no es corrupto, pero se relaciona con persona corruptas, o hace parte de un partido político con condenas por corrupción, y el silencio ante estos actos es su mejor defensa, ese candidato o es un ignorante y no sé da cuenta de lo que pasa a su alrededor -una característica no apta para un gobernante-, o bien puede ser un corrupto más.

Luego de que se aseguré de que no votará por un corrupto, es momento de asegurarse de votar por alguien apto para gobernar. Que una persona no sea un corrupto no lo convierte automáticamente en un buen gobernante, y es allí donde fallan las personas a la hora de escoger a alguien que se haga cargo de la población.

No votar por un corrupto es un buen comienzo, pero no basta. Lo que se tiene que hacer es revisar la hoja de vida del candidato -confiando en que no tenga títulos falsos-. Los estudios son importantes para una persona que gobernará, pero lo más importante es su experiencia. Si un candidato no tiene una experiencia previa en una alcaldía o gobernación es más difícil realizar un estimado de cómo sería su gobierno, sin embargo, su paso por cargos públicos también puede servir.

La forma en cómo se desempeñó en sus cargos anteriores es una excelente forma de prever cómo será su gobierno si llegara a ser elegido. En el caso de los exalcades o exgobernadores la cuestión es más fácil, si estamos hablando de excongresistas se tendrá que mirar que tan activos estuvieron a la hora de defender a los ciudadanos.

El paso siguiente es el de votar por personas abiertas de mente, con ideas de progreso y cambio. El mundo está cambiando y evolucionando, por tal razón se necesita de un gobernante capaz de equiparar al país a los cambios socioculturales y económicos de la región y el mundo, de no ser así sólo atraerá atrasos y perjuicios al país.

Por último, votar por una persona que no utilice el terror para llegar al poder. Esos gobiernos de mano dura en donde todo vale han quedado en el pasado, tenemos que evolucionar. Personas que se aprovechen de la violencia para ser catapultados como la única salvación del país es algo que se debe evitar. No más mesías colombianos.

Un gobernante que oprima a las minorías y le quite derechos a las personas es una persona que solo gobernará para unos pocos y no para todos; que buscará sus propios intereses en vez de los de la nación y se cegará por sus ideas retrogradas, dejando a la nación en un retroceso peor en el que nos encontramos.

Si después de mirar todos los candidatos posibles sigue insatisfecho le queda una última alternativa: el voto en blanco. Si bien el voto en blanco no sirve de mucho -pues es casi imposible que llegara a ganar, y de ser así se votaría otra vez hasta tener un ganador- es preferible eso a la abstención. Entre más gente vote le queda más difícil a los corruptos comprar votos, o engañar a más personas.

Puede que esta guía suene anticipada pero es mejor prevenir que lamentar. Comenzar desde ahora a pensar por quién va a votar, porque entiende la importancia de su voto, es algo que su país, y, tal vez, sus hijos y nietos le agradecerán.

Esto no es un proceso corto, un cambio que se vaya a dar de la noche a la mañana, pero poco a poco los colombianos tendrán una verdadera conciencia política. A paso lento, como todo en Colombia, dejaremos de votar por los mismos corruptos de siempre, y empezaremos a votar por nuevas alternativas que en verdad quieran un cambio y mejora en el país.

 

 

Nicolás
Periodista y politólogo en formación. Alejémonos de los radicales.