Caprichos equivalentes a amor

Autor: Juan Andrés Ruiz Naranjo

En las relaciones amorosas del pleno siglo XXI, lo material prima por encima del mismo amor.

En la actualidad, el amor es un tema bastante viral respecto a las relaciones amorosas, ya que este puede ser la fuente de felicidad absoluta de una o varias personas o, por el contrario, acabar con la vida emocional de una persona.

Asimismo, el amor es un concepto bastante complejo de definir, puesto que a nivel social, e incluso cultural, este es entendido de diversas maneras. Por ejemplo, la religiosa, como la manifestación de la unión a partir del matrimonio por parte de la máxima autoridad eclesiástica (y en esta, cabe aclarar la manifestación de la unión por medio de la ley, el matrimonio civil) y la científica, que de una forma resumida, es la manifestación de las reacciones químicas de diversas hormonas segregadas por el cuerpo humano, como la testosterona, la dopamina, la citosina, la oxitocina, entre otras; que por medio del sistema nervioso y neurotransmisores influyen en las decisiones que toma el cerebro humano y este, a su vez, determina los comportamientos expresados por el mismo.

Ahora bien, es común escuchar comentarios como “esto ya no es igual que antes”, “no eres tú, soy yo”, “ya no hay química entre los dos”, “la chispa se apagó”, entre otras muchas frases que amenazan con la estabilidad de las relaciones amorosas y que, en su mayoría, terminan dando fin a la relación.

Claramente, una de las dos personas debe expresar sí o sí, y de alguna manera, cantidad de actitudes y comportamientos para que la otra persona note el descontento emocional y el estado en que se encuentra la relación.

Esto, a nivel religioso, no tendría una explicación contundente, puesto que si se procede al matrimonio, en el siglo XXI, es porque aquella persona es el “amor de su vida”, y a pesar de las adversidades presentes en el camino, el amor siempre perdurará. Sin embargo, dichas actitudes y comportamientos podrían explicarse a partir del punto científico.

Para ser más certero y contundente con las actitudes y comportamientos en una situación en específico, tomaré como ejemplo una obra escrita en el siglo XIX por el autor francés Gustave Flaubert llamada Madame Bovary, que relata la vida de una campesina que accede al matrimonio con un médico de pueblo.

Una relación amorosa compleja para ella, pues Emma (Madame Bovary), es una mujer considerada intelectual, pues sabía geografía, bailar, dibujar, hacer tapices y tocar el piano, además de ser una amante de la literatura. En contraste, su esposo, Charles Bovary, era un médico mediocre que empezó su vida académica a los quince años y que incluso no la culminó.

Antes de casarse, había creído que estaba enamorada; pero al no haber llegado la felicidad que debía resultar de ese amor, pensaba que tenía que haberse equivocado. Y Emma trataba de saber qué se entendía exactamente en la vida por las palabras felicidad, pasión y embriaguez, que tan bellas le habían parecido en los libros. (Flaubert, 1993, p. 41).

A pesar de su poca felicidad, no todo era malo, Charles, al ser el único médico del pueblo, tenía una buena cantidad de pacientes que le permitían darle a Emma todo lo que ella quisiese, que en su mayoría fue vestimenta.

Por otra parte, Charles amaba con todo su ser a Emma, la acariciaba, la cuidaba y le brindaba todo lo necesario, e incluso, más. Pero Emma no sentía ningún tipo de apego hacia él.

Debido a esto, Emma comenzó a tener aventuras amorosas con el fin de tener nuevas experiencias y así saciar los vacíos que su esposo le generaba. Sin embargo, lo curioso de esta historia radica en que, a pesar de que Emma era infeliz, no tomó la decisión de separarse de Charles.

Partiendo del contexto desarrollado anteriormente, se establecen tres situaciones particulares, en primera instancia, Charles no es un tipo interesante para Emma; en segundo lugar, Charles complace materialmente a Emma y, finalmente, Emma opta por tomar aventuras amorosas.

Según la bioquímica del amor, en estas situaciones juegan un papel fundamental varias hormonas que estimulan unas partes del cerebro, como por ejemplo, la testosterona, que puede relacionarse de forma directa con dos de las situaciones planteadas anteriormente, en donde el cuerpo de Emma segrega bajos niveles de esta hormona, causando que el córtex cingulado anterior no genere respuestas ni estímulos sexuales hacia Charles.

No obstante, Emma segrega gran cantidad de testosterona en los momentos en que se siente atraída por los hombres con quienes tiene sus aventuras sexuales, además de que la parte del córtex temporal inferior se estimula, esta le permite generar estímulos visuales, y el córtex orbito frontal, que le generan motivación y emoción frente a la situación en la que se encuentra.

Por otra parte, el hecho de que Charles complazca en todo a su esposa, significa tranquilidad por parte de Emma, pues no le falta nada. En este caso, el cuerpo de Emma segrega gran cantidad de oxitocina.

Con la oxitocina, Emma está estimulando partes del cerebro como el pálido ventral, que le genera tranquilidad; a su vez, presenta bajos niveles de serotonina, estimulando la corteza pre frontal del cerebro, generándole ausencia de miedo debido a que Charles la cuida y protege todo el tiempo, asimismo dándole una sensación de control y de poder, pues Charles la complacía en todo lo que ella le ordenaba.

Finalmente, teniendo presente el contexto y, lo anteriormente planteado, la relación de Charles y Emma no presenta muchas diferencias a las que se encuentran hoy en día, en donde la ambición por la satisfacción sexual es primordial al igual que lo que puede brindar económicamente una persona hacia la otra.

Dándonos bases para establecer que el amor actual se puede determinar por el cumplimiento de caprichos individuales y no colectivos, como se supondría que tendrían que ser las cosas.

Aunque la verdadera pregunta problema que se formula a partir de este análisis es: ¿Emma está comprometida con Charles por materialismo o por amor?

Considerando tener una respuesta certera, me atrevo a afirmar que por materialismo, pues el cumplir su ansiedad por tener nuevas experiencias y aventuras sexuales quedan en un segundo plano al saber que no le falta y no le faltará nada, mientras Charles esté vivo amándola y queriendo lo mejor para ella.

Foto cortesía de: El Español