Aguinaga, ¿por allá o por acá?

Las dudas en relación con la aspiración de Aguinaga a la Alcaldía de Medellín se incrementan, al analizar con lupa el accionar en su periodo de militancia en el Centro Democrático, su salida, alianzas y postulación para ser la primera alcaldesa de la Ciudad de la Eterna Primavera. 

Opina - Política

2023-10-23

Aguinaga, ¿por allá o por acá?

Columnista:

Camilo Giraldo Álvarez

 

Paulina Aguinaga, una de los 14 candidatos a la alcaldía de Medellín, se presenta ante la ciudadanía como una alternativa a lo antiguo y al presente, siendo su principal justificación sus estudios y labores que desempeñó tanto dentro como fuera del país, que combinan cargos gubernamentales, asesoría a entes mundiales y estudios en economía y desarrollo que la hicieron merecedora del premio Delta a la excelencia académica. Pero ¿qué tanta verdad hay en este eslogan de campaña? Las dudas se incrementan al analizar con lupa el accionar en su periodo de militancia en el Centro Democrático, su salida, alianzas y postulación para ser la primera alcaldesa de la Ciudad de la Eterna Primavera. 

Para entender su situación actual, primero hay que entrar en detalles sobre lo que ha sido su trayectoria tanto en la academia como en la política. Nacida en Medellín, se graduó del colegio Bethlemitas para luego emigrar a la ciudad de Bogotá donde estudió el pregrado en finanzas y relaciones internacionales en la Universidad Externado. Trabajó con Naciones Unidas en la Agencia para los Refugiados, para luego salir del país con rumbo a la Universidad de San Francisco donde se graduó como magíster en Economía Internacional y Desarrollo Económico. Su desempeño no solo la hace ganar el premio Delta sino la oportunidad de viajar a Uganda para ser consultora del Banco Mundial.

Luego de todo este rodaje, y como ella misma lo asume, se le «atravesó» la política. En una fiesta decembrina en el 2014, Fabio Valencia Cossio, reconocido conservador y militante del Centro Democrático, la invita a hacer parte de la consulta interna al Concejo de Medellín del mencionado partido «porque había muy poquitas mujeres». Sorpresivamente, queda segunda en la lista cerrada del Centro Democrático, lo que le implica aplazar su doctorado en la Universidad de Washington para ejercer de concejal de Medellín entre 2016 y 2019 y, luego, entre 2020 y 2023. Ella describe este periodo como «la oportunidad para aplicar todo lo aprendido en el exterior a la sociedad que la vio nacer». 

Fue una de las primeras concejales en ponerle la lupa a la situación de EPM, además de criticar la precariedad y poco rendimiento de las inversiones en las cuales esta empresa público-privada se veía inmiscuida desde su dirección. EPM, para mañana es tarde fue un libro que materializó todas las preocupaciones de Aguinaga respecto al accionar de dicha empresa. Además de esto, también prendió las alarmas sobre la situación del Metro de Medellín, respecto a la compra de trenes y el mantenimiento de los mismos. Su relación con el mandato de Federico Gutiérrez siempre fue crítica, pues votó negativo a proyectos de acuerdo claves como la venta de la participación de EPM en Isagén

En su segundo periodo como concejal, dejó ver su camaleónica posición política. Con Daniel Quintero en el poder, Paulina Aguinaga se alejó de su partido, Centro Democrático, al apoyar en reiteradas ocasiones los proyectos de Quintero. Las conjeturas y los choques empezaron a llegar, siendo el más recordado el nulo apoyo de Nataly Vélez, Albert Corredor, Lina García y de su persona a Simón Mejía, también del Centro Democrático, a la presidencia del Concejo de Medellín en el 2022. Dentro del partido lo catalogaron como una «desbandada», o lo que es igual, traición a los ideales del partido para apegarse a los de Daniel Quintero. Por esta situación, María Paulina Aguinaga fue acosada y amenazada en múltiples ocasiones por los miembros del Centro Democrático y en mayor medida por sus seguidores en redes sociales.  

La sanción que se decía que el partido del expresidente Álvaro Uribe les iba a aplicar a dichos concejales insurrectos, era la de perder el voto por el tiempo que les quedaba de mandato. Por ello, Paulina Aguinaga renuncia definitivamente al concejo, a su partido, y comienza la carrera política por llegar a ser la primera mujer alcaldesa del municipio de Medellín. Crea el Movimiento por Medellín, a través del cual presenta más de las 140 mil firmas que necesitaba para ser candidata a la alcaldía. Sus propuestas, como su posición política, son variables y dinámicas: busca fortalecer el sector privado, al mismo tiempo que invertir en lo social, a pesar de ser acusada por sus detractores como la candidata que nunca ha caminado un barrio de Medellín.

Nadie niega los conocimientos adquiridos por Paulina Aguinaga en sus estudios académicos en el exterior, pero lo que sí se cuestiona es la facilidad con la que pasó de una banda a la otra en ideología y apoyos políticos, sin ningún tipo de remordimiento, para finalizar buscando la alcaldía de Medellín en soledad. Aguinaga argumenta que desde un principio se declaró en contra de algunos de los ideales del Centro Democrático, pero surge la incógnita sobre por qué se une a ellos sabiendo que desde el principio estaba en contra, en un movimiento que, bajo la lógica de varios integrantes de su partido anterior, se puede calificar de oportunista. 

 

 

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Camilo Giraldo Álvarez
Estudiante de Comunicación social y de Historia en la Universidad Luis Amigó y en la UdeA respectivamente. Me apasiona el fútbol, el periodismo y la lectura. Siempre he pensado que el periodismo no debe ser imparcial, sino que tiene que estar a favor del pueblo.