Déjenlo Figurar

Opina - Política

2017-09-05

Déjenlo Figurar

 

La oposición férrea al proceso de paz y a cualquier iniciativa sensata que se haga en Colombia, tiene un por qué. Sí, es cierto. Voy a hablar del expresidente y hoy senador, comandante de un partido que como bien se sabe, no es de centro ni mucho menos democrático; dicha oposición tiene como lo digo, un por qué que no es más que la insatisfacción de un ego tan grande como la torre Colpatria en Bogotá, o el edificio Coltejer en Medellín. Un ego, que es como es natural, inversamente proporcional a la estatura física del prohombre paisa.

Y es que se ha convertido en una verdad de Perogrullo, el decir que, al ilustre Senador, no le importa ni la impunidad, ni las víctimas, ni mucho menos la paz del país. Al expresidente lo único que lo afecta y mortifica día a día, es no haberse llevado la gloria de firmar el proceso de paz con las Farc. Uribe se lamenta profundamente, él no figurar en los anales de la historia como el salvador de su pueblo o ese mesías del nuevo siglo como bien se lo creen sus áulicos.

De eso es de lo que se duele. De no ser él sino otro el que firme, otro el que figure y para más inri, quien él postuló. El Senador jamás reconocerá en público que Santos, su recomendado, hizo bien la tarea. Tarea que él empezó y que solo por cuestión de tiempo no pudo terminar.

Le faltaron cinco añitos como él mismo lo dijo en una ocasión; sino esto sería distinto. Tal vez en el país sí tendríamos oposición. Pero ésta sería sensata. Es decir, le recordaría permanentemente al gobierno las cosas en las que tendría que mejorar. Nunca he sido defensor de Santos ni de sus políticas, que por cierto, han sido erradas en el resto de temas distintos al proceso de paz. Pero sin duda, al proceso mismo siempre lo he apoyado porque es mejor derrotar a las Farc en las urnas y no en una guerra que ya nos ha costado más de ocho millones de desplazados y más de 220.000 muertos.

Si la oposición de Uribe fuera seria no tendrían los miembros de su partido que enfrentarse a todo el mundo a punta de gritos e improperios. Porque reinarían los argumentos y las cifras, que le darían contundencia a lo que se dice. Pero la realidad es otra. Desinforman, patalean y es tanta la coprolalia, que hasta profetas se volvieron adivinando la llegada del anti cristo. Todo con tal de (si se me perdona la expresión), joder y joder. Los del Centro Democrático ya están como esos personajes seniles a los que nada, absolutamente nada les sirve.

Pero todo se resume en “lo que Uribe diga” . Señor Uribe ¿usted en verdad no se cansa de cansar? Debería de retirarse ya a sus fincas a ver crecer su ganado y a echarle agüita a las matas. Sea digno y deje vivir; entienda que su hora ya pasó.

Si la vanidad del expresidente lo dejara ver, fácilmente comprendería que por el bien del país, no se opondría por oponerse. Más bien, con todo su caudal político podría hacer muchas cosas en la construcción de una nueva realidad. Ello, si es que el país le importa y si es que en realidad le interesa el buen orden de las cosas.

El presidente Santos debería dejar figurar a Uribe. No sé, se me ocurre que lo invite a alguna reunión con la comunidad internacional, o que saque un comunicado de prensa que diga que todo el resultado del proceso de paz fue gracias al impoluto Uribe, o no sé qué con tal de que al señor se le satisfaga su ego y deje de molestar. Porque con el ruido que hace lo único que logra es desinformar y que sus más fanáticos seguidores hablen y hablen idioteces que ni ellos mismos se creen.

Por favor señores del gobierno. Desde esta humilde tribuna les quiero comedidamente pedir: Hagan lo posible por seguirle la corriente al loquito a ver si por fin se calma. Díganle que sí, que él es el más importante en la historia reciente de Colombia y que sin duda, de no haber sido por él, estaríamos mucho peor sin poder salir, rodeados de guerrilla, nadando en coca y quien sabe que otros basiliscos. Pero hagan algo para ponerlo a figurar. Ya es suficiente.

Ya no más posverdades ni pataleos sin razón. Déjenlo creer que sí, que es indispensable y que él y solo él, ha sido capaz con el país. Déjenlo jugar a salvarnos otras tres o cuatro veces, o las que su ego necesite. Con tal de que viva y deje vivir, háganle creer que el Nobel fue comprado o regalado sin mérito, todo con tal de que se calle.

Y a ustedes correligionarios del mesías. Dejen llegar a la paz en paz. Miren que lo único que falta es que su jefe cambie para que ustedes cambien. No sean tan necios. No vean la puerta blanca cuando en realidad es café. Y lo más importante. Escúchense y mírense. No hablen tanta estupidez. Miren que quienes quedan mal son ustedes mismos.

Permítame señor Uribe soñar por un momento. Permítame pensar que usted figura y que ya está conforme con el resultado. Permítales a las víctimas de esta absurda guerra ser reparadas física y moralmente. Permítase usted perdonarse y contentarse. Pues solo así, muchos colombianos podrán encontrar la paz que tanto buscan.

 

Mauricio Ceballos
Mauro Ceballos Montoya (Junnio), es abogado, comunicador social-periodista, amante de la literatura, la música, la radio y los animales. persona sensible, buen amigo, alegre y optimista. le gusta hacer las cosas bien y por eso es algo perfeccionista. no le gustan las injusticias y trata de no quedarse callado, aunque a veces es difícil. tiene la costumbre de malpensar, porque dice que así está más consciente de su realidad. por último, quiere compartir con usted, este pequeño escrito que en mucho o en parte, lo condensa todo: Puro humano. Soy juez y parte, fiscal y defensor, luz y oscuridad, ángel y demonio, egoísta y altruísta, tímido y despierto, soy la duda y la razón, lo ideal y lo absurdo, creyente y necio, trasparente y mentiroso. Soy la contradicción perfecta, humanidad pura.