Colombia: una gota de esperanza en un mar de desolación

La nación que todos sueñan es posible de alcanzar y se nota que poco a poco ha ido despertando de su letargo.

Opina - Sociedad

2018-08-28

Colombia: una gota de esperanza en un mar de desolación

En los últimos años en los que el conflicto se ha diezmado en Colombia, la corrupción pasó a ser uno de los problemas más visibles del país al revelarse la astronómica cifra de dinero que se pierde cada año y los seis escándalos más grandes de la historia de la nación, que se gestaron en los gobiernos de Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos Calderón.

El descontento del pueblo con esta situación se volvió cada vez más notorio. Siendo consciente de eso, la senadora Claudia López lideró una consulta popular para buscar poner medidas que ayuden a frenar la corrupción del país. Sin embargo, para la tristeza de muchos, la consulta se encontró con enemigos férreos y muchas artimañas que llevaron a su eventual derrota.

El golpe más duro que sufrió, fue la artimaña gestada por el uribismo, que en primera instancia le dio su apoyo alabando la iniciativa, y luego habiendo ganado las elecciones presidenciales retiró su apoyo incumpliendo su palabra y ratificándole al país lo oportunista y rastrera que es esta corriente política.

Los argumentos de la mayoría de detractores de la consulta, eran siempre los mismos. Nunca atacaron las ideas, sino a sus promotores incurriendo en una falacia ad hominem que básicamente busca apartar la atención de la idea central al descalificar a su ponente. Estrategia que terminó funcionando de maravilla y como resultado de esta, volvieron a nacer mitos como “consulta para beneficiar a Claudia López”, “Consulta homosexualizadora promovida por una lesbiana” y el favorito de la estirpe uribista “Consulta Castrochavista”.

Estas artimañas, finalmente llevaron a la consulta a una estrecha derrota, de treinta y seis millones de personas aptas para votar, se necesitabas doce millones y solo se lograron once millones y medio de votos. A pesar de esto, se debe ver el panorama positivo de esto pues como dice Maturana, a veces, perder es ganar un poco.

11.671.420 de colombianos votaron por la consulta, quisieron creer en el cambio, dejaron la pereza y se movilizaron para expresar su sentir en las urnas. Lo anterior demuestra que el país como tal, está teniendo un cambio y que esta cifra en conjunto con la de las de las elecciones del mes de junio, pronostican que se avecina un cambio generacional e ideológico, y que estas nocivas tribus políticas tradicionales están en declive y posiblemente en sus últimos años de gobierno.

Este panorama es alentador, permite ver cómo fuerzas alternativas son cada vez más potentes e influyen en el ámbito electoral. No obstante, aún queda un gran problema, los conflictos ideológicos de las personas y el poco entendimiento entre corrientes no tradicionales que se evidenció al momento de la derrota sufrida el 26 de agosto.

Luego de la consulta, fue normal ver frases como “País de mierda”, “Indiferentes de mierda”, “manada de hijueputas” y demás peyorativos hacia quienes se abstuvieron de votar, que en su mayoría se ubicaron en las zonas más golpeadas por la corrupción. Pero a pesar del dolor que se siente en estos momentos, no se les puede culpar del todo, se debe tener en cuenta que es gente que ha perdido la convicción, gente que ha perdido su futuro en muchas ocasiones por falta de educación y que la corrupción le ha oportunidades.

Esta gente está profundamente desilusionada y ya no cree que las cosas tengan solución, actitud que los lleva a ser indiferentes, no ven el caso de salir a votar, ya que en ocasiones anteriores pusieron el cuerpo y el alma en las urnas esperanzados en el cambio y les fallaron. De esa manera, fueron destruyendo su espíritu y quitándoles las ganas de luchar, haciéndoles creer que es una lucha perdida. Estas personas guiadas por la ira, la zozobra y la desinformación piensan que por más que se esfuercen en vez de mejorar, todo parece cada vez peor y prefieren “no perder” el tiempo con cosas que ellos consideran inútiles.

A pesar de todo lo anterior, las votaciones del pasado domingo dieron una luz, dieron esperanza, pues casi un tercio de la población apta para votar se manifestó y ahora se debe buscar crear un efecto bola de nieve. No es momento de juicios inútiles, es momento de convertir la pequeña gota de esperanza que se vio en esta consulta en una fuerza imparable e inamovible, pero eso depende de los 11.671.420 colombianos que votaron. Ahora cada una de las personas que dijeron sí, deben demostrarle a aquellos que no salieron a votar que no se creen superiores y, que el país más allá de polarizarse, busca unidad y fraternidad.

Es deber de los millones de colombianos contagiar la esperanza y la fe a aquellos que la han perdido, contagiarla de la misma manera que se contagia la alegría cuando juega la Selección, cosa que no es fácil de hacer, pero no es imposible.

Hoy no importa el resultado ya, hoy no importa su afinidad ideológica, en este momento solo importa una cosa, el país, un paraíso bio-diverso que mezcla culturas, razas, pensamientos y posturas. La nación que todos sueñan es posible de alcanzar y se nota que poco a poco ha ido despertando de su letargo.

Colombia tiene todo para ser una potencia geopolíticamente hablando, se puede desarrollar una economía sólida, un medio ambiente sano, una cultura íntegra y con principios, pero eso requiere que de hoy en adelante se dejen los juicios de lado y se contagie la fe, la esperanza que este 26 de agosto demostraron millones de personas.

¡Ánimo!, no pierda la ilusión que justo cuando la noche es más oscura, ahí es cuando comienza el amanecer, la batalla apenas comienza y si no se da por vencido, la constancia y la perseverancia hará que entre tanta tristeza y desolación que se ve actualmente, esta pequeña gota de esperanza crezca, germine y lleve al tan anhelado cambio.

 

 

( 2 ) Comentarios

  1. ReplyNatasha de Salgado

    Gracias ,fue refrescante tu disertación y buen análisis del fenómeno que hoy se convierte en el primer peldaño de la esperanza!!

  2. Felicitaciones, un excelente artículo. Me encanta las opiniones del Politologo Lozano

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Juan Manuel Lozano
Politólogo, Universidad Autónoma de Manizales. Diseñador de discurso. Estudiando Derecho, Universidad La Gran Colombia Armenia. Amante de los animales. Adicto al gimnasio. Devorador de libros. Totalmente multifacético.