Obama llora, pues yo también

Opina - Internacionales

2016-06-20

Obama llora, pues yo también

En enero del presente año fuimos testigos de una imagen que rara vez vemos en la historia. Un presidente de los Estados Unidos de América llorando en un salón de la Casa Blanca mientras los medios cubrían su intervención.

El motivo de su quebrantamiento se dio al recordar a los niños que murieron en Sandy Hook, una escuela de primaria en Newtown, un pueblo en el estado de Connecticut.

El presidente Obama adelanta iniciativas para controlar la venta de armas e intensificar las pesquisas los posibles compradores de armas en los Estados Unidos – Por esa razón trajo a colación el trágico evento en el que murieron 20 niños y 6 adultos a manos de un joven de 20 años el 14 de diciembre de 2012.

Bueno, el caso es que Obama lloró y despertó el ser humano frío e indolente que vive dentro de muchos estadounidenses. Las redes sociales mostraron varias facetas del ser humano; muchos se solidarizaron con mensajes de apoyo para el presidente, pero también muchos otros se burlaron, lo llamaron cobarde y aun, periodistas de la cadena Fox, pusieron en duda la autenticidad de sus lágrimas.

Se reían del presidente y no pensaron por un momento en el dolor de perder un hijo, en el dolor de perderlo a tan temprana edad, en el dolor de perderlo en manos de un joven que tuvo acceso a un arsenal de armas de fuego gracias a un sistema que ha antepuesto el poder y la supremacía de defenderse con armas semiautomáticas y rifles de asalto antes que el sentido común. El mismo sentido común que nos debería llevar a pensar que no hay nada de malo en querer examinar de una manera más rigurosa a quienes compran un arma.

Se rieron del presidente porque lloró y creo que todos deberíamos llorar con tantas muertes producto de la violencia en la que se involucran las armas de fuego.

Entre los años 2001 y 2013 la cifra de muertes por ataques terroristas fue de 3.380 y la cifra de muertes por violencia con armas de fuego fue de 406.496.

Gracias a la retórica de quienes exacerban las masas diciendo que en cualquier momento nos atacarán terroristas del Medio Oriente, la venta de armas de fuego ha llegado a cifras exorbitantes. Todos se quieren defender, pero resulta que las masacres en los teatros, centros comerciales y escuelas son cometidas por nuestros propios vecinos, aquellos que vemos en un ‘Starbucks’ cuando entramos a comprar café o quien se sienta a nuestro lado en el bus. Estados Unidos tiene su propio terrorismo, es el más peligroso ya que quienes están en la industria de las armas hacen lobby en Washington e influyen en las leyes que determinan el futuro de este país. Es el más peligroso ya que es protegido por la constitución y su tan mencionada segunda enmienda.

Imagen cortesía de: larepublica.pe

Imagen cortesía de: larepublica.pe

Lloremos entonces juntos, ya que cada intento de arreglar este desastre es obstaculizado en el congreso. Lloremos juntos, ya que los millones de dólares provenientes de la venta de armas financian campañas electorales y así la preponderancia patriota de los ‘cowboys’ que no actualizan el discurso de los padres de la patria de 1791, cuando se introdujo la segunda enmienda, nos condena a seguir en el pasado.

Hay sucesos que nos tocan las fibras más íntimas del ser, el de los niños de Sandy Hook es uno de ellos. Para quienes el odio y el fanatismo político les han cerrado los ojos, este blog seguramente no represente nada, seguramente no lo lean más de 500 personas ya que no tengo la fuerza de difusión que si tienen muchos, pero para quienes lo lean les digo que si yo fuera presidente también habría llorado como lo hice en mi habitación cuando veía las imágenes de la masacre por televisión.

Hoy, el mundo entra en shock por la muerte de 50 seres humanos en un bar de Orlando Florida. Hecho que ha sido irresponsablemente aprovechado por Donald Trump. Independientemente de los motivos del asesino de tan cruel acto, lo cierto es que cualquier extremista radical, sea de la religión que sea, puede adquirir fácilmente un rifle de asalto o armamento de alto alcance. Cabe resaltar que no sólo molesta la actitud oportunista de Trump, sino también la hipocresía del partido demócrata, ya que muchos de ellos reciben financiación del NRA (Asociación Nacional del Rifle).

Muy a pesar de ser simpatizante en muchos lineamientos del partido republicano por muchos años, hoy decidí llorar con Obama.

Publicada el: 20 Jun de 2016

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Mauricio Duarte Mantilla
Politólogo radicado en Nueva York. Actualmente adelantando una Maestría en Diplomacia y Resolución de Conflictos. "Que tengamos puntos de vista diferentes no nos tiene que convertir en enemigos".