Yo trabajé para Claudia Palacios en Canal Capital

Opina - Medios

2017-03-10

Yo trabajé para Claudia Palacios en Canal Capital

Cuando presenté mi entrevista y me anunciaron mi contratación en Canal Capital, el entonces Director Operativo, Álvaro Osorio me explicó que trabajaría desde mi casa, enviaría notas a diario y cubriría en bicicleta las localidades de Suba y Usaquén. Esto bajo la figura de “videógrafo”, que significaba que no tendría equipo de cámara y señal, sino que trabajaría con un “smartgrhip” que yo mismo manipularía, dotado con un transmisor de señal y un celular de alta gama, entre otros elementos.

Mi contrato no era diferente al de ningún periodista, excepto por la remuneración que era la mitad de lo que ganaban quienes estaban asignados a fuentes. En este, no se asignaba horario pero yo trabajé en jornadas que me exigían desde 9 hasta 16 horas cumpliendo funciones como el cubrimiento de hechos noticiosos o esperando turnos de edición en las instalaciones del canal. Lo de trabajar desde mi casa enviando material fue mentira desde el principio.

Durante el tiempo que me desempeñé como corresponsal del sistema informativo tuve varios cambios de jefes y horarios. Primero trabajando de 5 am hasta las 8 pm, luego de 5 pm hasta las 2 o 3 am y finalmente de miércoles a domingo en jornadas 10 horas mínimo.

Lo que si tuve fue poca retroalimentación de mi trabajo, que NUNCA dejó de salir al aire A TIEMPO y que obvio causó tensiones propias de toda redacción por la presión y el inmediatismo que exige el periodismo en televisión.

De Claudia Palacios puedo decir que poco le hablé, que nunca tuve una discusión con ella, aunque sí vi, escuché y fui testigo de la altanería y sobradez con la que trataba a sus colegas jefes, a otros periodistas y demás miembros del sistema informativo. En mi experiencia, su forma de responder una pregunta siempre fue grosera y desobligante.

Sus jornadas dentro de las instalaciones del canal fueron cortas y su presencia siempre generaba una tensión que no se vivía cuando estaba ausente en las instalaciones, las cuales felizmente eran semanas, en las que se dedicaba a viajar por el mundo promocionando sus libros y dictando cátedras de su experiencia, de la paz y de tantos otros temas.

Claudia Palacios es ese tipo de jefe que más que respeto inspira temor, que no aporta, alienta o califica el trabajo del corresponsal de forma respetuosa, sino que destruye, cuando bajo su criterio el trabajo quedó mal. Jamás escuché a un colega o compañero contarme que fue felicitado por la calidad de su informe, pero si fueron muchos los que fueron ultrajados y descalificados por un error en un directo o por una imprecisión propia de cualquier trabajo de un ser humano susceptible a errores.

Un ejemplo es que apelé a su solidaridad cuando se me responsabilizó de un equipo al que se le perdieron elementos bajo la custodia del canal. A pesar de que fue Palacios la que me reasignó con funciones que no exigían la manipulación ni tenencia de estos equipos. Su respuesta fue cortante y grosera.

En los pasillos del Canal también fue celebre el cambio de conductor, porque este se equivocó en la entrega de dos de sus libros a colegas periodistas. El pobre, que le prestaba el servicio de mensajería, fue objeto de humillaciones y tuvo que ser reasignado, porque delirios de diva si le dan a la directora del noticiero de Canal Capital. No sé si serán los ceros en su cheque, que justifica con la experiencia e imagen que ha construido durante décadas, pero el maltrato nunca se le tiene que justificar a mujer u hombre en ningún cargo, a ningún nivel.

Y con estas anécdotas lejos de calificar su talento como periodista, si quiero brindar testimonio sobre su poca calidad humana para ser responsable de un equipo de profesionales y técnicos CON Y SIN experiencia bajo su custodia.

Yo me fui del canal porque no me sentí cómodo con mi última asignación, porque como siempre, no estuvo retroalimentada o justificada y jamás se me aclaró el rol que debía cumplir. Mi única retroalimentación de parte de Palacios fue el día que anuncié que no continuaría si no seguía como corresponsal. Ella me sacó una lista de agravios de la que no tenía noticia -discúlpenme, pero que a finales de noviembre viniera a sacarme quejas de abril o mayo se cae de su peso-.

Eso sí, jamás se refirió con desdén o descalificación de lo que salió al aire, porque sus jefes de emisión me asignaban toda clase de cubrimientos y temas, con las que probé mi versatilidad y mi vocación periodística.

Claudia Palacios es una periodista sobrevalorada en el sistema de la televisión pública. Existen muchos otros que podrían guiar ese gran equipo lleno de talentos que ha formado Canal Capital. La calidad humana es una cualidad que debe tener cualquier jefe, sin importar su experiencia.

Por último, que estas denuncias abran el debate que se ha aplazado en Colombia. Contratistas que deben responder obligaciones como independientes pero que son esclavizados por las entidades que los contratan; con jornadas laborales, horarios y responsabilidades, pero sin prestaciones, vacaciones o beneficios en donde los proteja la ley.

( 3 ) Comentarios

  1. hahaha parce usted es muy mediocre como periodista. Desordenado, distraído y perezoso.

    Todo el tiempo que usted trabajó en el canal le hicieron el feo sus compañeros periodistas y los jefes por pretencioso, grosero y mala leche.

    Con honestidad, cuántas personas que conoció en Capital cree que lo recomendarían para un trabajo?

    Reflexione, Camilo! Porque después de todo este show dudo mucho que alguna empresa lo contrate. Nadie quiere a un empleado que cuando se va de la organización se dedica a hablar mal de ella y de su ex jefe.

    Y ya que estamos hablando de todo, cuéntenos como fue que usted entró al canal. Quién fue que tuvo que llamar para que lo contrataran?

    Porque, según usted mismo y sus historias, usted no llegó al canal por méritos propios sino por sus palancas, esas de las que tanta gala hace usted.

    Un abrazo.

  2. Camilo a mi me da un fresquito, no me alegro por su paso poco cómodo en canal capital pero si me da un fresquito por como consiguió ese trabajo lambiendole a Lucia Bastidas y a Peñalosa.

  3. Carlos Alberto Briceño C

    Leo desprevenido el escrito de Camilo Pedraza y quiero felicitarlo por la forma honesta como narra su experiencia el el canal Capital, no es el único que la ha sufrido, muchos otros la sufren en silencio y por necesidad no renuncian y no denuncian. Cada vez hace con más fuerza la cultura del miedo con la intimidación o descalificación sin ninguna justificación, cual coscorron de vicepresidente al mejor estilo de esclavista posmoderno. Le deseo lo mejor, no se puede perder la dignidad, oportunidades se le van a presentar con toda seguridad. En los caldos del miedo se cocen la corrupción y el servilismo.

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Camilo Pedraza Díaz
Descubrí dos pasiones en la vida. El periodismo y la política. En proceso de grado de comunicación social y periodismo en la Universidad de La Sabana. En la vida a veces se gana y a veces se aprende.