¿Y qué pasaba con el edifico Mónaco?

Aún queda el desconcierto de la implosión del edificio Mónaco en algunos habitantes de Medellín. No se sabe si este hecho obedeció a una nueva estrategia comunicacional de Federico Gutiérrez, o fue una sincera pero errada  forma de querer reconstruir la historia.

Opina - Política

2019-02-25

¿Y qué pasaba con el edifico Mónaco?

Tras la implosión del edificio Mónaco, muchas personas posiblemente se preguntaron: ¿qué se hubiera podido hacer con el edificio en pie? Pues, la respuesta es fácil; un museo para homenajear a las víctimas.

Qué lástima que la alcaldía actual haya dado la orden de derrumbar el edificio que le perteneció a Pablo Escobar. Entiendo que el alcalde, Federico Gutiérrez, quiera dejar atrás el pasado que vivió la ciudad, pero ¿acaso derrumbando el edificio es la mejor manera? ¡Yo pienso que no!

Creo que ese edificio que le perteneció a uno de los narcotraficantes más sanguinarios que tuvo el país, tiene que reconstruir su historia a través de las víctimas. ¿Y qué mejor manera hubiera sido que transformando el edificio en un museo?

Posiblemente, la gente y las futuras generaciones hubieran podido tener un sitio para recordar todas las barbaries que se cometieron. Y como dice el dicho: el que no conoce y reconoce su historia, está condenado a repetirla.

Una de las tantas cabezas, donde cabe la idea de que implosionando un edificio puede mejorar la reputación de una ciudad como Medellín, que, además durante muchos años se ha mantenido en la misma “vaina” de la ilegalidad; es en la del actual alcalde, Federico Gutiérrez.

Pues él cree que esa fue la mejor decisión, pero es necesario decir que no es así. El antiguo edificio le hubiera podido traer muchos beneficios a la ciudad en áreas que han sido satanizadas cuando se relacionan con la historia, como por ejemplo el turismo. Pero no el narco turismo, sino un turismo donde se hubiera podido reconocer la historia de las miles de víctimas, un turismo basado en la museología, un turismo transformado y transformador a través de la interacción y la capacitación con base en hechos históricos.

¿Y por qué no? Un turismo que hable de cómo terminó la vida de alguien que pudo tomar otro camino. De pronto así la figura de Pablo Escobar no sería tan idolatrada por los turistas.

Cabe destacar que desde que murió Pablo Escobar, la cultura mafiosa sigue vigente, hay grupos delincuenciales en toda la ciudad, hay narcotráfico, sigue habiendo centenares de muertes violentas, el año pasado según cifras de la alcaldía hubo 625 homicidios, ¿Cómo pretende la alcaldía que la cultura de la ilegalidad ya no exista?

Por otro lado, tenemos la reconocida Hacienda Nápoles que durante años ha atraído a miles de turistas y es una de las fuentes de ingresos del municipio de la Dorada. ¿Acaso aquella infraestructura también debería ser demolida, teniendo en cuenta los vastos beneficios que trae a ese municipio gracias a su buen aprovechamiento?

En un artículo publicado en el periódico El Espectador se dijo que Nápoles: “es un parque que por momentos hace olvidar al visitante de su terrible pasado pero que, metros después, le escupe en la cara la violencia y muerte que vivió Colombia en la época más dura del narcotráfico”. Con esto quiero decir, que los paisas, incluyendo a Federico, tenemos que aceptar la realidad que vivimos en la época de los ochentas y noventas, y conocerla a fondo para aprender de ella.

Otra de las cosas por las que se pudo haber dado la orden de la implosión del Mónaco tiene que ver con la estrategia comunicacional que tiene la alcaldía; porque con esto ´Fico´ pasará a la historia como el alcalde que “cambió” la perspectiva de la ciudad. Incluso, este tipo de cosas mantendrán vivo a Federico en la política nacional, porque no solo los medellinenses aprueban la gestión del alcalde de Medellín, sino también muchos otros colombianos que lo han visto por redes sociales.

No obstante, el museo pudo haber ayudado a la dignificación de las familias y de las víctimas de ese conflicto: un espacio museológico promueve la reflexión, la democracia, el respeto y la tolerancia para que nunca más se repita la historia.

Antioquia tiene que empezar a reconocer y a aceptar su historia, es la mejor forma de lograr avances políticos, de obtener una conciencia sobre lo que fue antes el departamento, de trazar un camino de cambio.

Es imprescindible para los paisas, además, reconocer que el conflicto no solo se presentó en Antioquia sino también en muchos otros departamentos de Colombia; unos sufren y sufrieron por parte de Pablo; otros por las guerrillas y el paramilitarismo; y sin duda, la mayoría de barrios populares del país continúan padeciendo la violencia y el narcotráfico por parte de las bandas criminales. Todo ello, nos lleva a preguntarnos: ¿en qué estamos fallando como sociedad? ¿Acaso no reconociendo la historia llevará a Colombia a ser un mejor país?

 

( 2 ) Comentarios

  1. Por más que tumben edificios y le echen agua bendita a todo el legado de Pablito, este seguirá en la historia de Colombia y sus compinches que aún existen y que hoy en día quieren ostentar la honorabilidad que nunca han tenido seguirán rugiendo su suerte y el inri que llevan en sus vidas. Acaso el in nombrable y JOG y los demás que conforman la gleba de narcos y corruptos pretenderán que con un bombazo borraran todas sus fechorías…….??????

  2. El Edificio ya había servido de Sede a diferentes Entidades y mantener ese Elefante blindado era un costo muy alto. Un Parque también es Memoria Histórica y cuesta menos. Es hilar muy delgado calificar esto de Estrategia maligna o egoísta. Además, si así fuera, cualquier Mandatario tiene una Estrategia y la Desarrolla.

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Juan Esteban Cock
Comunicador Social- Periodista, apasionado por la política, director de Sextante digital.