Volver al pasado: El Gobierno de Iván Duque

En campaña el actual presidente se mostró como esa cara joven que iba a defender el medio ambiente, dejando que su discurso se convirtiese en lo que quisiera combatir: basura.

Opina - Política

2019-09-05

Volver al pasado: El Gobierno de Iván Duque

Autor: Luis Velasco

 

La afamada saga del cine de los años 80’s Volver al futuro (Back to the future) mostraba a Marty Mc Fly, un joven adolescente que tenía increíbles aventuras en viajes al pasado y al futuro. En su triste versión colombiana contemporánea, Iván Duque (o ¿Iván Mc Fly?) nos lleva en un viaje con una sola trayectoria, de regreso al pasado; su protagonista, además, nos demuestra que la juventud es un estado mental, no una edad. Siendo un joven candidato se vendió como fresca renovación, pero como presidente ha sido su propia antítesis: ha retrocedido a la nación en el tiempo, ha mostrado su incapacidad de llevar a Colombia al futuro, se ha dedicado a cumplir servilmente los caprichos de la clase política que lo ungió y puso en el poder.

La forma retrógrada como ha dirigido la nación quiere echar al traste un hito fundamental para llevar a la nación al futuro, la búsqueda de la paz. Sus escaramuzas para desmontar el proceso de paz con sus objeciones y múltiples reformas, que aún introduce su partido Centro Democrático en el Senado para restringir y acabar la JEP; así como proyectos de ley que quieren impulsar desde el Congreso para poner toda suerte de talanqueras al desarrollo del acuerdo de paz, como las reformas a la restitución de tierras (de María Fernanda Cabal) que han sido una pérdida de valioso tiempo legislativo, con el solo propósito de taparles el rabo a la élite política que ha sido cómplice y coautora de múltiples delitos en el marco del conflicto para sus intereses propios.

Esto ya trajo un nefasto efecto, el resurgir de una nueva disidencia armada de Iván Márquez y otros excabecillas de las FARC; un hecho es deplorable y deprimente, pero que podría ser justificado por los disidentes como resultado de los incumplimientos y la clara voluntad antagónica del Gobierno actual con el acuerdo firmado para la paz estable y duradera.

Este Gobierno nos regresó a la triste realidad que vivimos otrora, que pensábamos estaba siendo superada, volvió con fuerza el paramilitarismo con el asesinato de líderes sociales y políticos, vuelven las acciones turbias del Ejército Nacional en comandita con estos grupos perversos alimentados por el dinero mafioso y corrupto extraído de las arcas públicas por lores de la política.

La corrupción en las Fuerzas Militares ha pululado o se ha hecho más notoria en este Gobierno, la cabeza visible de esta cartera, el señor Guillermo Botero, es inexperto y solo parece estar en este cargo para hacer un ejército servil al empresariado y clase política de derecha; ha traído de vuelta las directrices que al parecer abrirían un nuevo capítulo de ejecuciones extrajudiciales o “falsos positivos” en conjunto con el acusado en el pasado por estos delitos, Gral. Nicasio Martínez, así como sus subalternos a los cuales se les evidencia en su actuar que no son un ejército al servicio de pueblo, sino de la corrupción.

Eso queda de manifiesto en las investigaciones develadas por la Revista Semana, en donde se aprecian cuantiosas pruebas, pero salta a la vista esta frase dicha al parecer por el General Villegas, recopilada en dicha investigación: “El Ejército de hablar inglés, de los protocolos, de los derechos humanos se acabó. Acá lo que toca es dar bajas. Y si nos toca aliarnos con los Pelusos nos vamos a aliar, ya hablamos con ellos, para darle al ELN. Si toca sicariar, sicariamos, y si el problema es de plata, pues plata hay para eso”. Increíble, en otros países esto habría causado investigaciones y despidos desde el ministro de Defensa y la cúpula militar.

El Gobierno de “Iván McFly” nos sigue llevando al pasado buscando echar para atrás grandes pasos en la conquista de libertades civiles, quiere con decretos penalizar el consumo de drogas como en los años 80 sin conocer que el mundo actual sabe que este es un problema que debe abordarse desde la salud pública para el consumidor o adicto, dejando las acciones penales y el tratamiento criminal a las bandas organizadas de narcotráfico. Incluso están promoviendo reformar la eutanasia, que ya está reglada por nuestra Corte Constitucional.

En campaña el actual presidente se mostró como esa cara joven que iba a defender el medio ambiente, dejando que su discurso se convirtiese en lo que quisiera combatir: basura. Juró jamás permitir el fracking, pero al llegar al Gobierno su ministra de Minas se ha mostrado muy proactiva con este método extractivista que contamina y hace uso desmedido del agua.

Ha abogado por el retorno de la fumigación con glifosato como su mayor arma para acabar con los cultivos de uso ilícito, llevando al pasado a la Corte Constitucional para que permita su uso, desconociendo la capacidad destructiva de este químico para el resto de los productos agrícolas; pero más importante los efectos cancerígenos demostrados que le han causado a Bayer-Monsanto múltiples demandas millonarias por causar cáncer a sus usuarios, ¿son los campesinos colombianos inmunes a las acciones nocivas de este químico o realmente esto no le importa al Estado negociante?

Además se está graduando de cómplice de ecocidio por omisión, al no poner su voz exigente en alto con el Gobierno de Brasil, así como lo hace con el vecino venezolano. Poco o nada ha hecho para defender la Amazonía, pulmón del mundo que tenemos la responsabilidad de cuidar, no solo nuestro pedazo. Su acción fue ir a ver que no se quemaba el pedazo colombiano y devolverse esa misma tarde, nada más, ni un avión con agua ni un pronunciamiento recio exigiendo a Bolsonaro, nada. Nos devuelve al pasado desconociendo que los esfuerzos para el futuro de la humanidad deben concentrarse en la lucha contra el cambio climático.

En la lucha contra la corrupción seguimos en el pasado, nada de mecanismos novedosos para combatirla, este Gobierno y su bancada hicieron lo posible (a pesar de haberse comprometido con el resultado de la Consulta Anticorrupción) para hundir el mandato ciudadano; el presidente no les dio llamado de urgencia y los puntos naufragaron el corrupto Congreso.

En este Gobierno su lema de legalidad ha brillado por su ausencia, salpicado por Odebrecht por completo y las investigaciones duermen sin resultados, a diferencia de otros países de la región. Parece que sus acciones están más por el tapen-tapen y la defensa de su aportante a campaña y amigo Sarmiento Angulo, el hombre más rico del país, a quien su ministra de Transporte, incluso, quería “regalarle” un billoncito de pesos, a quien fue con sus entidades cómplice y socio en los sobornos de Odebrecht en su concesión Ruta del Sol. Seguimos en el pasado a diferencia de Perú y otros países que avanzaron con celeridad en las investigaciones.

Nuestro joven, pero retardatario presidente, ha dicho ser un defensor de la libre expresión como toda sociedad avanzada debe ser, pero sus actos de censura son frecuentes y nos hacen recordar épocas de antaño. Ya vimos la polémica que se desató por su Ley de TIC que da una estocada a la televisión pública nacional, las nefastas acciones censuradoras de Juan Pablo Vieri a los Puros Criollos cuando estuvo al mando de RTVC, las múltiples declaraciones de sus funcionarios que denotan un tufillo de censura periodística, las trampas con las alocuciones presidenciales donde dejan sin espacio televisivo a las réplicas de la oposición y ahora, de colofón, el país recibe la noticia del cierre de Noticias Uno al final de año.

El capítulo de Noticias Uno pareciera simplemente responder a directrices empresariales que hacen inviable la emisión de noticias en fin de semana para el consorcio que tiene a su cargo la dirección de Canal Uno, pero el trasfondo huele a censura para defender intereses políticos, basta recordar los múltiples trinos de Álvaro Uribe, mentor de Duque, y otros miembros del partido de Gobierno en contra del periodismo independiente de Noticias Uno.

Hace 30 años la mafia en cabeza de Pablo Escobar quiso con una bomba censurar por destrucción a el periódico El espectador, hoy la censura regresa desde los escritorios. Doc, parece que hemos vuelto al pasado.

 

Fotografía cortesía de France24.

( 1 ) Comentario

  1. Mas enredado que kilo de estopa

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Luis Velasco
Médico y cirujano egresado de U. De Caldas. Chocoano, apasionado de la buena música, la justicia social y la naturaleza. Librepensador. @luisveres