¿Qué efectos podría tener la captura de Álvaro Uribe Vélez?

No estamos contemplando la caída de un político más, sino la pérdida de un símbolo que representa los ideales más extremos de la política colombiana. 

Háblanos - Política

2020-08-05

¿Qué efectos podría tener la captura de Álvaro Uribe Vélez?

Columnista:

Juan J. Casas Roncancio 

 

Le van a dar medida de aseguramiento a Uribe”. Con esa frase mi madre me avisaba sobre el gran suceso que aconteció a toda la nación. Instantes más tarde los canales nacionales hacían resonar la noticia. Medida de aseguramiento para el expresidente Álvaro Uribe Vélez. 

La noticia se hizo viral a través de las redes sociales, desatando un abismo de opiniones tanto de funcionarios, como de mandatarios, partidarios y opositores del exmandatario. 

Algunos expresaron su alegría y euforia ante la decisión de la Corte Suprema de Justicia; de igual manera, compañeros cercanos al exmandatario expresaron su sentimiento de tristeza y acompañamiento ante la dura situación. Cada vez más se hacían connotar los efectos de la decisión de las altas cortes; y no se hizo esperar el eco por parte de los medios internacionales. La expectativa quedó entonces en las repercusiones que habrá en los días siguientes; acá les comento algunos de los efectos que podría tener esta decisión sobre el panorama político nacional. 

 

  1. La decadencia del uribismo y del Centro Democratico

Para muchos observadores de la política, se nos ha hecho presente la siguiente pregunta, ¿puede existir el uribismo sin Alvaro Uribe? Y la respuesta es simple, NO. La política colombiana se ha convertido en un asunto más de imagen y movimiento pasionales, que de razón y debate. La pérdida de su mayor figura en el ámbito político debilita toda la estructura política de su partido. Es difícil contemplar un panorama sin la presencia del “Gran Colombiano”. Esto debido a que Uribe es la representación viva de valores e ideales conservadores, y encarna un discurso de lucha en contra el “Castrochavismo” y de todas las derivaciones comunistas que logra convencer a la población colombiana. 

Contemplar un escenario en el cual no exista la presencia del exmandatario es simplemente absurdo. Su partido queda sin la pieza clave, una figura que represente con su imagen y discurso a un sector en específico de la sociedad. Que pueda mover a través de sus palabras un sentimiento de empatía por sus ideales sin importar lo absurdo que sea. No estamos contemplando la caída de un político más, sino la pérdida de un símbolo que representa los ideales más extremos de la política colombiana. 

 

  1. Duque queda huérfano. ¿Quién se hace responsable de él?

La falta de liderazgo y acción por parte del presidente Iván Duque Márquez ha dejado mucho que desear durante su mandato. Tanto la oposición, como algunos de sus compañeros, han replicado su forma de gobernar. Tanto así que, jocosamente han etiquetado a Duque como el hijo de Uribe, o su títere. Y es que no podemos desconocer que la figura de Uribe determinó la elección del mandatario en las pasadas elecciones, su discurso y su imagen permitió convencer a cada uno de sus seguidores. 

Es en estos momentos, en los cuales el mandatario libra una lucha de autoridad y credibilidad no solo con sus opositores, sino que ahora participa en una indecisión por parte de sus compañeros de partido, la falta de autonomía y liderazgo del mandatario le pasarán factura los próximos días. Dejan a la luz la verdadera figura, un hombre inexperto que llegó al poder gracias a la imagen de otros. 

 

  1. Revitalización y confianza. Creer nuevamente en las instituciones

Uno de los mayores desafíos a los cuales se deben enfrentar las instituciones en la actualidad es la de transformarse sin perder sus propósitos y funciones. Es una realidad que poco a poco se ha perdido el sentido de pertenencia a las mismas; y más en un país como el nuestro, que ha estado plagado de escándalos y polémicas que hacen preguntarse, ¿en serio esto pasa en Colombia? La política nacional ha estado manejada por los intereses de ciertas figuras que solo buscan establecer una consolidación del poder; y que en el proceso utilizan estas instituciones para conseguir su beneficio personal. 

La decisión de la Corte Suprema de Justicia también podría permitir un fortalecimiento en la relación institución-ciudadano. Las instituciones no están en la labor de dar gusto a la sociedad; sin embargo, están en la obligación de cumplir sus funciones. Y esto, sin duda, permitió restablecer el puente entre estos 2 actores; la ciudadanía y las instituciones.

 

  1. Por fin. Un respiro para las madres de Soacha y todo el país

La decisión de la Corte Suprema de Justicia, además, podría ser el inicio mejorar el sentimiento de justicia para con cada una de las víctimas del paramilitarismo y los falsos positivos, que si bien aún no lo condenan por esto, sí se rompe en cierta medida la figura intocable del expresidente. Esta decisión no solo establece un golpe fuerte al nombre del expresidente, sino que da un aliento de esperanza para todas y cada una de las familias que han sufrido por este fenómeno de violencia e incertidumbre, aupado por Uribe Vélez. 

Para ellas, esta decisión permite abrir un cierre de dolor y tragedia; inicia entonces la etapa para realmente comprender qué es lo que sucedió y quién es el verdadero responsable de estas situaciones.

La decisión de la Corte no solo da un fuerte golpe en contra del uribismo debilitado, también fortalece la oposición y a cada una de sus figuras: para muchos esto puede ser el inicio del fin; la propia decadencia de una hegemonía política. Ahora, estaremos expectantes al comportamiento de sus seguidores; ya que se han convocado a través de redes sociales manifestaciones en rechazo de dicha decisión. Pero, si de algo podemos estar seguros, es que el acto representa una fuerte caída para el senador Álvaro Uribe Vélez. Con arrogancia y prepotencia dijo alguna vez: “Esos niños no estaban recogiendo café”. Ahora digo, “Ese senador tampoco estaba recogiendo café”.

( 5 ) Comentarios

  1. Es claro e innegable que el centro democratico no puede existir sin su caudillo, pero como ud mismo afirma Uribe no es un político más, sino un símbolo, lo que implica que el hecho de que sea condenado y pierda su curul y se dé inclusive su muerte política, no determinara en la perdida de sus seguidores ni en la desaparición de su proyecto político, al contrario se configurara alrededor suyo un mito de mártir, el cual se ha sacrificado por la patria, lo que implica que su poder de dominación sobre las masas que represente se incrementara, siendo este suceso un punto de significado colectivo dentro del Uribismo.
    Como vimos en este periodo presidencial con Duque no importa quién sea el títere lo q importa es el titiritero, y Uribe lo seguirá ejerciendo así sea desde el ubérrimo o desde el senado, aunque pierda su envestidura política será recubierto con un manto de mártir.
    Claramente Uribe encarna una dominación de tipo carismática lo cual no requiere de requisitos jurídicos para que su dominación sea efectiva, por eso a pesar de su sentencia el seguirá siendo el eje de un movimiento de masas de carácter reaccionario.
    Así que, aunque estoy de acuerdo con tu respuesta de negación, difiero de tu argumentación, el seguirá siendo importante en la política colombiana, y viviremos una reedición de un caudillismo del siglo XIX, con una clientela dispuesta a tomar las armas como lo ha hecho anteriormente y lo sigue haciendo una facción de su clientela. Por ende, es más contraproducente su captura y su muerte política debido a que será un punto crisis que retomaran sus seguidores como un momento significativo de la vida de su líder, aumentando la admiración que tienen por él y en muchos casos aumentando su capital electoral, la única opción para que esto no pase sea que Uribe abandone el país y la vida pública por que inclusive su muerte será un aliciente para las masas reaccionarias tomarlo como un mártir y realzar sus acciones en vida.
    La política en Colombia siempre ha tenido presente relaciones pre capitalistas, que determinan condiciones del sistema colombiano, la influencia de relaciones de tipo parental o de patronazgo, lo cual impide una completa modernización de las instituciones colombianas, esta falta de modernidad conlleva a una difusa separación de poderes, en este punto es fundamental retomar el carácter presidencialista del régimen colombiano, el cual se ha fortalecido desde la constitución de 1886 con el proyecto de regeneración para poder entender las acciones que tomara el ejecutivo en defensa de su símbolo político

  2. borrando comentarios, que medio de comunicación tal «alternativo»

    • Es claro e innegable que el centro democratico no puede existir sin su caudillo, pero como ud mismo afirma Uribe no es un político más, sino un símbolo, lo que implica que el hecho de que sea condenado y pierda su curul y se dé inclusive su muerte política, no determinara en la perdida de sus seguidores ni en la desaparición de su proyecto político, al contrario se configurara alrededor suyo un mito de mártir, el cual se ha sacrificado por la patria, lo que implica que su poder de dominación sobre las masas que represente se incrementara, siendo este suceso un punto de significado colectivo dentro del Uribismo.
      Como vimos en este periodo presidencial con Duque no importa quién sea el títere lo q importa es el titiritero, y Uribe lo seguirá ejerciendo así sea desde el ubérrimo o desde el senado, aunque pierda su envestidura política será recubierto con un manto de mártir.
      Claramente Uribe encarna una dominación de tipo carismática lo cual no requiere de requisitos jurídicos para que su dominación sea efectiva, por eso a pesar de su sentencia el seguirá siendo el eje de un movimiento de masas de carácter reaccionario.
      Así que, aunque estoy de acuerdo con tu respuesta de negación, difiero de tu argumentación, el seguirá siendo importante en la política colombiana, y viviremos una reedición de un caudillismo del siglo XIX, con una clientela dispuesta a tomar las armas como lo ha hecho anteriormente y lo sigue haciendo una facción de su clientela. Por ende, es más contraproducente su captura y su muerte política debido a que será un punto crisis que retomaran sus seguidores como un momento significativo de la vida de su líder, aumentando la admiración que tienen por él y en muchos casos aumentando su capital electoral, la única opción para que esto no pase sea que Uribe abandone el país y la vida pública por que inclusive su muerte será un aliciente para las masas reaccionarias tomarlo como un mártir y realzar sus acciones en vida.
      La política en Colombia siempre ha tenido presente relaciones pre capitalistas, que determinan condiciones del sistema colombiano, la influencia de relaciones de tipo parental o de patronazgo, lo cual impide una completa modernización de las instituciones colombianas, esta falta de modernidad conlleva a una difusa separación de poderes, en este punto es fundamental retomar el carácter presidencialista del régimen colombiano, el cual se ha fortalecido desde la constitución de 1886 con el proyecto de regeneración para poder entender las acciones que tomara el ejecutivo en defensa de su símbolo politico

    • Hola Juan, no borramos comentarios, pero sí revisamos y moderamos que no hayan insultos o amenazas antes de ponerlos públicos. Saludos.

  3. Es claro e innegable que el centro democratico no puede existir sin su caudillo, pero como ud mismo afirma Uribe no es un político más, sino un símbolo, lo que implica que el hecho de que sea condenado y pierda su curul y se dé inclusive su muerte política, no determinara en la perdida de sus seguidores ni en la desaparición de su proyecto político, al contrario se configurara alrededor suyo un mito de mártir, el cual se ha sacrificado por la patria, lo que implica que su poder de dominación sobre las masas que represente se incrementara, siendo este suceso un punto de significado colectivo dentro del Uribismo.
    Como vimos en este periodo presidencial con Duque no importa quién sea el títere lo q importa es el titiritero, y Uribe lo seguirá ejerciendo así sea desde el ubérrimo o desde el senado, aunque pierda su envestidura política será recubierto con un manto de mártir.
    Claramente Uribe encarna una dominación de tipo carismática lo cual no requiere de requisitos jurídicos para que su dominación sea efectiva, por eso a pesar de su sentencia el seguirá siendo el eje de un movimiento de masas de carácter reaccionario.
    Así que, aunque estoy de acuerdo con tu respuesta de negación, difiero de tu argumentación, el seguirá siendo importante en la política colombiana, y viviremos una reedición de un caudillismo del siglo XIX, con una clientela dispuesta a tomar las armas como lo ha hecho anteriormente y lo sigue haciendo una facción de su clientela. Por ende, es más contraproducente su captura y su muerte política debido a que será un punto crisis que retomaran sus seguidores como un momento significativo de la vida de su líder, aumentando la admiración que tienen por él y en muchos casos aumentando su capital electoral, la única opción para que esto no pase sea que Uribe abandone el país y la vida pública por que inclusive su muerte será un aliciente para las masas reaccionarias tomarlo como un mártir y realzar sus acciones en vida.
    La política en Colombia siempre ha tenido presente relaciones pre capitalistas, que determinan condiciones del sistema colombiano, la influencia de relaciones de tipo parental o de patronazgo, lo cual impide una completa modernización de las instituciones colombianas, esta falta de modernidad conlleva a una difusa separación de poderes, en este punto es fundamental retomar el carácter presidencialista del régimen colombiano, el cual se ha fortalecido desde la constitución de 1886 con el proyecto de regeneración para poder entender las acciones que tomara el ejecutivo en defensa de su símbolo politico

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Juan Jacobo Casas Roncancio
Estudiante del pregrado de ciencias políticas de la universidad de Antioquia. A través de mis palabras quiero aportar una nueva perspectiva sobre el ambiente político. Exponiendo una nueva perspectiva descentralizada de los medios de comunicación convencionales.