Una historia de fútbol, narcos e hinchas del Atlético Nacional

Opina - Deporte

2016-07-26

Una historia de fútbol, narcos e hinchas del Atlético Nacional

“A mí no me importa que Nacional sea de Medellín y yo esa ciudad ni la conozca, me gusta ese equipo porque fue al que vi salir más veces campeón y me alegró la infancia, tengo recuerdos hermosos del fútbol y de la vida gracias al verde”

Andrés – seguidor de Atlético Nacional (Cartagena – Bolívar)

Dice uno de esos adagios del fútbol que usted puede cambiar de barrio, de amigos, de trabajo, incluso puede cambiar de pareja, pero nunca de equipo.

Esto lo ratifica hoy más que nunca la hinchada más grande del país cuando Atlético Nacional saltará a la cancha en búsqueda del título más valioso a nivel de clubes de nuestro continente. Hoy y pase lo que pase, los hinchas del verde paisa “no se cambian por nadie”.

¡Pero alto ahí! Este artículo no tiene por objeto hacer más propaganda de la que hoy ya tiene este equipo, solo quiero reflejar una parte humana que se queda en el tintero de los análisis deportivos al momento de hablar de fútbol, su corrupción a manos del narcotráfico en la época más cruda de la violencia urbana en Colombia y el amor de los hinchas por un equipo que en muchos casos nunca han visto jugar en vivo y en directo en el estadio al que llaman su casa, su patio.

Cuando Atlético Nacional salió campeón de la Copa Libertadores por allá en 1989 fue júbilo colombiano, orgullo patrio que cubría de dicha no solo a sus propios hinchas, sino a los seguidores del buen fútbol y a aquellos que más allá de la rivalidad y de la competencia veían en los “puros criollos” al único representante colombiano para el continente y a quien le hicieron fuerza.

Pero no pasó mucho tiempo para que ese logro se viera empañado por un manto de dudas que aún hoy sigue rondando al hablar de aquel título.

La sombra del patrón del mal Pablo Escobar reducía todo el esfuerzo de jugadores como Alexis Mendoza, Leonel Álvarez, Andrés Escobar, René Higuita, entre otros a un simple movimiento de marionetas que solo debían ir a la cancha y ya todo lo demás estaba hecho, “serían campeones porque así lo quiso la mafia colombiana”.

Imagen cortesía de: goal.com

Imagen cortesía de: goal.com

Entonces, que lejos estaba el entendimiento de Andrés, ese padre de familia costeño que en aquella época era solo un niño de pensar que el sudor, esfuerzo, lucha y hasta sufrimiento de aquellos hombres por alcanzar el tan anhelado título solo era una pantomima para el fútbol.

En aquella final se demostró como todo un país se reducía al esfuerzo de once jugadores en la cancha que no ahorraron ni una sola gota de sudor para lograr esa hazaña, esposos, hijos, padres y hermanos, que encomendados a todos sus santos, dejaron todo en el terreno de juego hasta el último penal que desató la celebración más estruendosa de la época para nuestro país.

Sin su tenacidad nada de aquella celebración habría sido posible; fue su gesta, y nada de lo que digan ni los mantos de duda que le pongan, hará cambiar la historia del primer campeón continental para Colombia, y tampoco hará sentir menos orgullosos a sus hinchas en todo el país.

Esa fue la misma sombra que cubrió a los hinchas de varios equipos del fútbol colombiano, y entre ellos al Club Deportivo los Millonarios, solo que de ésta no se habla tanto porque no lograron un título tan pomposo. Pero los conocedores del fútbol de nuestra época no olvidamos que otro narco, de nombre Gonzalo Rodríguez Gacha, más conocido como “el mexicano”, llegó incluso a ser dueño del equipo capitalino como accionista y directivo; lo peor para ese entonces fueron las excentricidades del capo que incluía el pago de sumas exorbitantes a los jugadores de quienes era amo y señor, así como las incontables veces en las que llevaba a la plantilla oficial a su finca para que jugara partidos de fútbol contra nada más y nada menos que a su cuadrilla de sicarios y gatilleros, en canchas que más parecían potreros, sin que ellos pudieran oponer resistencia, quebrantando su propia humanidad, profesionalismo y voluntad de acero de todo buen deportista.

Toda esta historia puede resumirse en un párrafo escrito en un artículo de El Tiempo del 30 de septiembre de 2012 “Y mientras ‘los Embajadores’ sumaban puntos, el ‘Mexicano’ y su socio Pablo Escobar acumulaban crímenes, incluidos los magnicidios del ministro Rodrigo Lara y del candidato a la Presidencia Luis Carlos Galán, que denunciaron la infiltración de la mafia en toda la sociedad”.

Pero, al fin y al cabo y como decía “el caballero del fútbol” Andrés Escobar: esto es solo un juego y la vida sigue, es mejor quedarnos con el recuerdo bonito de un padre que ilusionado invita a su pequeño hijo que casi no entiende de fútbol para que aliente a su equipo del alma y aprenda a querer esa camiseta. Ese recuerdo es más fuerte que la historia de la violencia de nuestro país que permea todas las esferas de la sociedad, esa historia que deja buenos recuerdos y que te hace sentir amor por la camiseta de un equipo de fútbol que quizá solo has visto por televisión, pero al que siempre vas a querer ver salir campeón.

 

Publicada el: 26 Jul de 2016

( 2 ) Comentarios

  1. Este tipo si es patético, están a punto de lograr otro titulo continental y viene aquí a mirar la paja en el ojo ajeno, cualquier persona con dos dedos de frente sabe que tanto Millonarios como Nacional tienen títulos manchados por el narcotrafico y no menciona al América quien gano muchos más títulos que estos dos gracias al cartel de cali.

    que culpa tenemos los demás que el rey de copas apenas vaya a lograr un titulo bien ganado y sin ayuda de narcos o el arbitraje amañado en la liga.

    • ReplyNelson Villarreal

      ¿Quién está mal tratando al verde?
      Lea otra vez y lo entenderá…SDVSF:

      Solo quiero reflejar una parte humana que se queda en el tintero de los análisis deportivos al momento de hablar de fútbol

      Sin su tenacidad nada de aquella celebración habría sido posible; fue su gesta, y nada de lo que digan ni los mantos de duda que le pongan, hará cambiar la historia del primer campeón continental para Colombia, y tampoco hará sentir menos orgullosos a sus hinchas en todo el país.

      Pero, al fin y al cabo y como decía “el caballero del fútbol” Andrés Escobar: esto es solo un juego y la vida sigue, es mejor quedarnos con el recuerdo bonito de un padre que ilusionado invita a su pequeño hijo que casi no entiende de fútbol para que aliente a su equipo del alma y aprenda a querer esa camiseta. Ese recuerdo es más fuerte que la historia de la violencia de nuestro país que permea todas las esferas de la sociedad, esa historia que deja buenos recuerdos y que te hace sentir amor por la camiseta de un equipo de fútbol que quizá solo has visto por televisión, pero al que siempre vas a querer ver salir campeón.

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Nelson Villarreal
Administrador Financiero. Lector apasionado. Escritor aficionado. Trabajador social por convicción y soñador por vocación.