Relaciones abiertas o la cosificación de las personas

Opina - Relaciones

2015-06-29

Relaciones abiertas o la cosificación de las personas

«La libertad es esencial para el amor; no la libertad de la revuelta, no la libertad de hacer lo que nos plaza ni de ceder abierta o secretamente a nuestras apetencias, sino más bien la libertad que adviene con la comprensión».

Jiddu Krishnamurti

Las relaciones abiertas son el último grito de la moda, así muchos no terminemos de entender cómo todas esas parejas llegan al acuerdo de acostarse con otros libremente y tomar esto como la premisa del respeto y la transparencia que fortalece la pareja.

No dudo que puedan construirse nuevos esquemas de pareja, pero deben partir desde la búsqueda común por mejoramiento continuo de ambos, no del cambio por el cambio o la liberación porque sí.

Las relaciones abiertas son una tendencia, son parte de un concepto que suena una maravilla, -desde el punto de vista de la variedad-, pero que termina por ser una relación en la que, generalmente, uno de los dos ha tenido que ceder más allá de donde llega su autoestima, porque esa otra persona sí le quiere, pero no para dedicarse en exclusiva o crecer juntos. Y donde una de las dos partes ama y la otra quizá no, se plantean ciertas irregularidades.

Históricamente hemos visto cómo las relaciones de pareja están basadas en el sacrificio constante de una de las partes. Nuestros padres, tíos y abuelos es probable que tengan (o hayan tenido) relaciones donde las esposas abnegadas abandonan sus sueños por ayudar a cumplir los de su esposo (que supuestamente son los de la pareja) y los de sus hijos (quienes, según dicen, valen cualquier sacrificio), aunque también existían las que no tenían sueños más allá de tener una familia (quizá por culpa de la educación misma que tanto las reprimía y las criaba para ser animales de compañía y reproducción).

Mal, mal, mal. El amor no es amor si se basa en el sacrificio de una parte para la felicidad de la otra. Sea una relación de pareja, maternidad o paternindad.

Volviendo a las relaciones abiertas, observo en ellas el resultado de una presión social, (de la cual ni hétero ni homosexuales se salvan) que apunta a la cosificación de las personas, a la utilización de otros para tratar de cubrir la soledad, de entretener la tristeza.

No quiero afirmar con esto que el modelo tradicional de una relación sea el correcto, pero, ¿cual es el sentido de no establecer relaciones con más sentido?

O que alguien me diga cual es el sentido de estas, porque en la mayoría de estas relaciones abiertas sólo se ven hombres y mujeres con desespero, con ansiedad, sin madurez suficiente para entender que están emprendiendo una lucha ansiosa por una libertad que no se responsabiliza por sus errores, que no asume consecuencias y que tiene embolatados sus proyectos de vida por llevarle la contraria a todos los que parecen detractores de su vida «libre». Porque eso es lo que suele verse en las relaciones abiertas.

Aunque bueno, como dice mi papá, “cada quien tiene derecho a hacer de su culo un balero”, y si no soy partidario del asunto, simplemente no acuerdo ese tipo de cosas con mi pareja. Hasta ahí claros.

Pero, ¿cómo educar personas sin tantos prejuicios hacia las relaciones y con más poder de decisión? Que compartan y se comprometan a la vez, que puedan ser fieles por la convicción de que esa persona le ofrece todo lo que necesita para ser feliz, es su complemento.

Es que si la persona con la que usted está compartiendo no es la indicada, váyase, viva su vida y espere que aparezca la persona correcta, sin desesperar, porque es una absoluta cobardía estar con alguien sólo por miedo a la soledad, costumbre o agradecimiento. Es preferible estar solo a que se embarque en relaciones que no traen más que dolores de cabeza e incertidumbres. Puras ganas de sufrir.

Hay que entender la diferencia más grande de toda la discusión: el sexo no es amor. El amor es una energía constructora, es eterna y etérea; mientras que el sexo es una diversión del amor. Obviamente también está el sexo por el placer, que es otro tipo de diversión, y como toda diversión, debe vivirse con medida, ya que cualquiera corre el riesgo de enfermarse física o mentalmente por verse inmerso en una vorágine de sexo sin sentido. Porque sí, habrá quienes tengan relaciones abiertas en las que sólo se acuesten con una o dos personas más; pero generalmente se trata de personas que tienen que salir religiosamente a buscar distintas parejas sexuales.

tumblr_ml8jgfvkby1r5c2fso1_500-1419884929Algún día, quien vive de la superficialidad y el sexo no tendrá un cuerpo para intercambiar, unas carnes frescas que ofrecerle a otros a cambio de dejarse explorar; y tampoco tendrá amor, porque no cuidó esa energía que le rodeaba por rebeldía o quizá por temor.

¿Vale la pena desbordarse por la vida prestando su cuerpo para la diversión de otros? la propia también, pero es la conciencia propia la que duele; además, ¿no ha escuchado los múltiples casos donde un condón no fue suficiente para detener una enfermedad de transmisión sexual o un embarazo? Vivir la vida con cautela sale mucho menos doloroso, a mi parecer.

Considero que debemos observar la vida más allá de las narices, más allá del fin de semana y la persona que deseamos sexualmente; si no quiere establecer una pareja estable, normal, está en su derecho; si desea tener una relación abierta y hablar con su pareja de a quienes se echan a la muela, también está en su derecho; pero vale la pena recordar que cuando uno se acuesta con alguien, se acuesta con todo su pasado.

Muchos dirán que esta es una posición moralista viciada y que parte desde mi mala experiencia; y si bien está viciada, lo es porque hablo desde mi perspectiva de pareja, no de mi pasado. La libertad es importante, es fundamental, ¿pero qué tipo de libertad quiero, necesito o exijo?, ¿cuál es la finalidad de? Y moralista tampoco, cada quien verá, lo repito.

Cada quien tiene derecho a acostarse con quien quiera, siempre y cuando esa persona también lo desee; y puede hacerlo las veces que quiera, ese no es mi problema; pero considero que vale la pena cuestionarse los motivos de lo que estamos haciendo y dejar de hacer las cosas porque sí.

 

( 13 ) Comentarios

  1. ReplyJeison Cardona Zuluaga

    Que buen artículo Ian.

    Aunque valiosa tu reflexión y posición creo que pensar que necesariamente uno de los dos sufre porque el otro es quien desea libertinaje sexual, sería lo mismo que decir que en una pareja monógama tradicional uno de los dos sufre por no poder «ser» para la felicidad y «tranquilidad» del otro.

    Igual creo que eso de que la mayoría de parejas abiertas «buscan» «religiosamente» otros para tener sexo también es un poco drástico. Tal vez muchos por moda o por enmascarar su falta de compromiso hablan de relaciones abiertas. Pero viendo algunos casos, estas parejas habla más del respeto por estar juntos por el deseo de estarlo y no por la obligación que conlleva estar en una relación monógama. Cuando al final, seguramente alguno de los dos terminará pecando en pequeña o gran medida en algo que se pueda considerar «traición». Yo he preferido en algunos momentos de mi vida sólo estar con alguien porque quiero, así tenga la «posibilidad» de hacerlo con quien yo quiera, que estar sólo con esa persona porque debo hacerlo.

    En general este tema siempre me ha interesado, sobre todo por que hay mucho por reflexionar en los aspectos psicológicos, sexuales y sociales sobre lo que significa la pareja y para qué estamos con alguien en cuerpo y sentimiento. Todavía las posiciones van y vienen… y eso lo hace más divertido. ¿Moda, nuevo nivel de conciencia y libertad o evidencia de nuestra decadencia moral?

    Un abrazo,

  2. ¿Porqué no pasó mi comentario del moderador? Mi punto de vista y opinión de que el autor (seguramente moderador) del artículo nunca ha estado en una relación que aquí describé fue honesta. Se refleja en lo que escribe. Te recomiendo hablar con aquellos que están involucrados en una relación de este tipo, pues si bien algunos caen tu descripción, una gran mayoría no y estas opiniones estigmatizan a quien no se ata a una diversidad sexual «tradicional». Acepta la crítica y no temas en mostrarla. Aclara que si platicaste, estuviste, o leiste acerca de este tipo de parejas o que escribiste esto sin nada de lo anterior.

    • Cordial saludo, el comentario fue bloqueado por error de uno de los administradores. El autor de la columna no modera los comentarios.

  3. ReplyVictoria Intergalactica

    Me encanta tu arrticulo…
    Hace falta mas personas decididas que tienen claro lo que quieren, que se respetan a si mismos y respetan a los otros, y mas aun a los que dicen amar….
    Es un alivio saber que es mentira lo que alguien me dijo en medio de mi tusa «usted como va a pensar que en este tiempo en el que hay tantas mujeres ofrecidas y los hombres son tan perros uno va a pedir fidelidad, no mijita despierte que los principes azules que vienen a caballo a salvarla no existen» pues bueno yo no pido un principe azul ni un hombe perfecto pero si alguien que me ame de verdad… Y es lindo saber que hay hombres que son CONCIENTES y RESPETUOSOS… que alegria.

    • Las culturas y religiones poligamas son todas una aberracion y faltas de respeto de personas infelices? Nos adaptamos y nos organizamos de diferentes formas según contexto…Están estigmatizados por los principios del cristianismo.

      Donde hay respeto, se respetan las decisiones del otro y si se comparten, se llega a un acuerdo. El otro tiene plena libertad de decidir si es lo que quiere o no. La «exclusividad» poco tiene que ver con respeto, no es más que una condición.

      Cuando uno tiene una autoestima tan baja o una dependencia tan grande que aun no gustándole los principios de una relación, decide estar con una persona sacrificando su propia dignidad, es OTRO el problema. Uno debe ser fuerte y conscecuente con las propias necesidades. Sino nos pasarán a llevar siempre, en cualquier relación humana. Infidelidades, engaños, cualquier tipo de conducta que no toleremos, lo que incluye experimentar sexualmente de alguna forma o con más integrantes.. son exactamente lo mismo.

      La naturaleza no determina cómo debemos vivir las relaciones amorosas o sexuales o si una condición nos hace más felices que otra, no deja de ser relativo. Orgías, homosexualismo, poligamia han existido desde los primeros registros de nuestra existencia. El tema es saber qué es lo que deseas realmente y cuándo te estás dejando influenciar por otros.

      Debes hacer lo que te hace feliz. Son muchas las parejas que lo pasan pésimo, por muy comprometidas que estén y por mucho que cumplan con una moral religiosa «correcta», son infelices y son superficiales cuando no quieren aceptar que están «mal». Son esos resentidos con su propia disconformidad, los que intentan condenarnos a los que disfrutamos de nuestra sexualidad y amamos cómo queremos, por vernos felices con «conductas inapropiadas». Esos son los que tachan a las mujeres de «maracas», es esa intolerancia lo que a muchos vuelve infelices, no la conducta en sí.

  4. Super acertado, una persona con valores (de las pocas que quedan) que nada tiene que ver con moralismos.
    No solo es contaminar el cuerpo con plagas que difícilmente desvanecerán es perder el alma en el libertinaje. no es mas que ser marioneta de este mundo capitalista: pero no hay afán cada quien se junta con quien quiere y debe juntarse.
    Gracias.

  5. De una u otra forma siempre vamos a estar encadenados a los dogmas en los que nos han criado, salir de ellos es cosa de cada quien, de sus vivencias, discernimientos y disposición para dejar esos tapujos que nos enredan.
    A la final es camino individual y solitario con los que pocos se puede compartir y así es mejor a la hora de la verdad, simple proceso de selección.

  6. La verdad, creo que hay un tinte prejuicioso en el artículo. Está demostrado, científicamente, que el ser humano es capaz de segregar oxitocina gracias a diversas personas a la vez. Es por esto que como puede existir un ser humano que pueda hacerlo, pueden existir dos (brillante deducción, ¿no?), que a su vez, pueden formar una adecuada pareja. No es imperativo la existencia del «sacrificio» en una relación, pues la clave está en encontrar a aquella persona que sea un real «complemento».
    Palabras más, palabras menos: el poliamor es perfectamente viable si las dos «almas» involucradas se despojan de los preceptos culturales y religiosos -por convicción, no por moda-, y dejando de lado el concepto de sacrificio como componente de una relación. En palabras coloquiales: si en una unión poligámica alguno de los dos sufre, es porque quiere; si no se siente con capacidad para soportarla, déjela y «san se acabó». Las relaciones tormentosas son el producto de la incapacidad de saber escoger.

  7. No me gustó el artículo. Si existe el amor y al mismo tiempo se puede tener una mente abierta y no tratar de poseer en exclusividad los cuerpos. Se trata de lealtad y no de estar buscando con quien acostarse la pareja o cada uno por su lado, sino de algo más tranquilo y relajado, es decir, si tiene alguien en algún momento la oportunidad de tener sexo con otra persona , se sienta libre de hacerlo sin culpas y remordimientos y mentiras, eso es verdadera confianza y comprensión porque yo no creo que nadie sea del todo fiel. Me parece que el artículo ya está escrito con un punto de vista muy tuyo y algo moralista y tradicional. Gran admirador pero en este punto no estoy de acuerdo contigo-

  8. Cuando lees a alguno de los grandes pensadores de todos los tiempos y comparas su análisis con artículos de opinión modernos como éste, de repente te parecen superficiales e infantiles

  9. Lo curioso es, que por naturaleza el hombre no es monógamo, lo digo desde el punto de vista biológico, ningún otro homínido, ni primate lo es, así que por genética y biología no tendríamos porque ser una rara excepción y ser monógamos. Si lo fuéramos no habrían tantos casos de infidelidad, ni tendría que luchar tanto el hombre con si mismo para evitarlo. Que tal vez socialmente sea más conveniente, es otra cosa.

  10. Relación Abierta: Ambos pueden tener varias parejas.
    Relación convencional : Solo el hombre puede tener varias parejas.

  11. Excelente artículo, me identifico en varios puntos, pero creo que los tiempos han cambiado y las formas de afrontar las relaciones de pareja igualmente se han transformado de drástica manera y pueda que a muchos no nos quepa en la cabeza enfrascarnos en esas llamadas «relaciones abiertas», cada persona es un mundo diferente y sus ópticas son de repente catalogadas de libertinas, desarraigadas de lo tradicional y de lo supuestamente valedero ante la sociedad, pero hoy se imponen en detrimento de esas vainas que llaman amor, fidelidad, pareja y avocan a muchos a permanecer mejor solos, que mal acompañados, a la espera de quien en verdad brinde lo que esperamos y estamos igualmente dispuestos a brindar

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Ían Schnaida
Campesino antioqueño | Periodista de la UdeA | Fundador y director de laorejaroja | Dudo de pa' fuera.