Nos están incitando la indignación, ¿cuál es la razón?

Existe una evidente intención de provocar a los colombianos, los continuos escándalos pretenden generar enojo en la población, así como cuando se provoca a un perro encadenado. ¿Qué están tramando?

Opina - Sociedad

2019-11-14

Nos están incitando la indignación, ¿cuál es la razón?

Autor: Muldder Criollo

 

Sin querer queriendo nos incitan la indignación, la provocan de manera intencional, pero se debe entender el porqué.

Me referí a El Evento en un artículo previo, de cómo será éste el inicio de una nueva etapa para la humanidad, y cómo Duque, propiciará este cambio en el país.

Pero no profundicé en torno al catalizador, a los elementos que acelerarán su llegada, ingredientes en este plan maestro que se vino con toda, muy bien infiltrado dentro de las movilizaciones sociales.

Precisamente lo que hoy se está viviendo en Latinoamérica, es parte de la estrategia planteada para lo que denomino El Evento. Y es que la indignación de los ciudadanos no surge únicamente como un sentimiento propio ante las malas noticias.

También es el resultado de una serie de campañas mediáticas, que perfectamente coordinadas, están alborotando los ánimos. De eso no tengo dudas. ¿Cuándo los medios andaban tan preocupados por el país, o hacían quedar tan mal a un gobierno?

La respuesta es clara. Semana tras semana, nos hemos enterado de una nueva masacre, un nuevo acto de corrupción, o un nuevo golpe de injusticia contra los colombianos. A los que se le suman temas, como las reformas tributaria, pensional y laboral.

Nunca había visto una situación así, en el que se juntaron tantas cosas al tiempo. Es muy sospechoso. Es como si estuviesen buscando provocar a la población colombiana, invitarla a alborotarse, seguir el ejemplo de los países vecinos, para darnos el golpe perfecto.

Lo curioso, es la tensa calma que se siente en la gente. Los veo en una aparente calma, como si todo estuviese perfecto, pero aun así los siento incomodos. No sé cuál será la razón que rebose su paciencia, es más, no sé si ese límite exista.

Con la muerte de los 8 menores de edad en los recientes golpes militares –donde algunos noticieron mencionan hasta a 18 menores asesinados– no he visto reacciones sustanciales, pero lo que sí es claro es que la explosión llegará, es cuestión de tiempo para que la olla reviente.

Aquí se aguanta y aguanta, hasta que ya es imposible contener la rabia. Y es que con tantas malas noticias sería difícil no hacerlo, están saliendo a flote muchas cosas que en cualquier país ya habrían provocado grandes movilizaciones de ciudadanos, incluso la caída de presidentes.

Sumado a la inoperancia de Duque se adicionan unas problemáticas que salen justo en este momento de tanta agitación mundial. Una tras otra, malas noticias llegan sin anestesia, sin avisar. Tal vez esta sociedad se volvió tan dura, que ya nada la sorprende, o posiblemente me equivoco y el monstruo está creciendo silenciosamente.

Este tramo final del año 2019 se torna denso y cargado; el Gobierno de Duque nos tiene expectantes, las sorpresas que aguardan para este fin de año deben estar por llegar.

Mientras escribo este artículo, el ministro de Defensa renuncia, le dan a la masa lo que tanto pide, la tranquilizan. El ministro Guillermo Botero, ya no tenía opciones, ya había recibido muchas estocadas, y el debate de moción de censura fue la más mortal.

Pero aun así presiento algo, espero equivocarme. Se vienen grandes movilizaciones, y el caldo para los cambios tendría los ingredientes necesarios. Pasarán los días y veremos qué pasa.

El abanico de posibilidades es extenso. Puede que no suceda nada y todo continúe plano, motivado con los próximos partidos de la selección Colombia, que usualmente dispersan los ánimos.

Pero aún así la idea que tengo, continúa intacta. Nos están incitando la indignación, tanta insistencia por parte de los medios, no es gratis, y ese es precisamente el objetivo.

Con parte de la población rebotada y la otra en su continuo estado de confort, es mucho más sencilla la regulación de la protesta, o el endurecimiento de castigos. Aquí no hay la suficiente fuerza para hacer lo que hizo Ecuador o Chile, y todos, absolutamente terminaremos pagando las consecuencias.

 

 

 

Foto cortesía de: El Tiempo

 

 

 

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Muldder Criollo