¿Medellín Futuro? ¿O Medellín más de lo mismo?

No se pueden seguir anunciando grandes cambios cuando financieramente no se soportan y se sigue haciendo lo mismo con menor presupuesto.

Opina - Región

2020-05-14

¿Medellín Futuro? ¿O Medellín más de lo mismo?

Columnista:

Martín H. Román Cárdenas

 

Cada cuatro años, en Medellín, se desarrolla un proceso de fundación del municipio, de nacimiento de un nuevo proceso, liderado por el alcalde que funge de ser el más idóneo y, sin lugar, el que más sabe. Este complejo de Adán, de creer que todo parte del inicio de cada Gobierno, ya es una condición recurrente en la ciudad, y Daniel Quintero Calle continúa con esta tradición.

Es innegable el triunfo programático de Daniel Quintero con alrededor de 304 000 votos motivados por la indignación, tal como se planteaba en su Programa de Gobierno: “Entre nuestros planes no estaba el de aspirar a la Alcaldía, pero cómo no indignarse cuando ves cómo nos roban el futuro, cuando suben los servicios públicos mientras se revelan las irregularidades en Hidroituango, cuando los comerciantes tienen que cerrar sus negocios por culpa de vacunas y fleteros, balas perdidas apagan la vida de jóvenes promesas y niños sin futuro se entregan a los combos. Cómo no luchar por la ciudad en la que naciste cuando la contaminación nos está matando y le está robando a Medellín la primavera”, (Quintero Calle, 2019). Y, desde su acto de posesión, daba la impresión de que establecería un pacto de sociedad que uniera a la comunidad medellinense en torno a la esperanza y la paz.

Pero, siguiendo la tradición del “complejo de Adán” y apelando a la exageración paisa, se recurre a discursos que lo único que buscan es la polarización en la comunidad y de nada contribuyen a una discusión democrática donde el derecho a la crítica es fundamental: “(el) Plan de Desarrollo es una herramienta de reactivación económica, y por eso también el plan de desarrollo más ambicioso de las últimas dos décadas”. (Alcaldía de Medellín, 2020). 

Reconozco la experticia del Departamento Administrativo de Planeación, y por eso nunca entendí por qué el anteproyecto del Plan de Desarrollo Municipal 2020 – 2023 tenía tantas deficiencias técnicas, la única razón que se me ocurre es que existe poco conocimiento de la gestión pública de los y las dirigentes y una subvaloración de las personas que tienen la historia en la Alcaldía. También valoro los cambios sustanciales que tiene el Proyecto de Acuerdo radicado en el Concejo Municipal, aunque, ya voces calificadas como el Observatorio de Políticas Públicas del Concejo de Medellín y la Veeduría Ciudadana al Plan de Desarrollo, llaman la atención por las deficiencias en el diagnóstico, la ausencia de indicadores de impacto, algunas inconsistencias en los indicadores y la falta de proyectos. Y quizás lo más importante es que no tiene mucha claridad en relación a la forma de responder a los desafíos de la contingencia de la pandemia COVID-19, es decir, se duda de que sea una herramienta de reactivación económica.

En comparación con lo planteado en el anteproyecto, el Proyecto de Acuerdo presenta una propuesta financiera que puede ser la mayor con respecto a los Gobiernos anteriores, pero tiene en cuenta los excedentes financieros, un aumento en la deuda pública, una venta de activos y unos recursos que serán efectivos en 2024, es decir, un año después de terminar el Gobierno. El presupuesto no es ambicioso, simplemente considera todos los ingresos, se cuenta con 20,9 billones de pesos para la inversión social; la distribución por cada una de las líneas estratégicas es la siguiente:

Con respecto al presupuesto presentado en el anteproyecto, se observa que hay un incremento de un 92,2 % en la línea estratégica: Valle del software, pero disminuye en las otras, siendo el presupuesto participativo el más sacrificado, lo cual viola la legislación nacional y municipal vigente. Y llama la atención que la línea estratégica: Medellín me cuida, se rebaja en un 6,8 % aunque esta es la que mejora las condiciones mínimas vitales de la población medellinense, principal razón de ser de la gestión pública.

Ahora bien, cuando se observa el comportamiento de la distribución del presupuesto por secretarías y entes descentralizados en este y en los dos últimos Gobiernos, según información suministrada por el Departamento Administrativo de Planeación, se observa lo siguiente: la Secretaría de Desarrollo Económico pasa de ser 1,2 % en el Gobierno de Aníbal Gaviria a representar el 2,9 % del total del presupuesto planteado por Daniel Quintero, lo cual va en sintonía con el notable aumento para la línea uno, el Valle del software, y se propone 394 mil millones de pesos para una nueva subsecretaría en la Secretaría de Gestión Humana.

La Secretaría de Educación pasó de ser el 27,9 % del presupuesto en el Gobierno de Gutiérrez, a ser el 25,7 % en este Gobierno, siendo esta la mayor responsable para desarrollar la línea dos, Transformación educativa. Llama la atención el notable incremento de Sapiencia, que pasó de ser el 0,51 % en el Gobierno anterior, a representar el 2,9 % en el presupuesto propuesto para este periodo, sin embargo, no se incrementa el presupuesto a las tres instituciones de educación superior: Pascual Bravo, ITM y Colegio Mayor.

En la línea tres, Medellín me cuida, se presenta un incremento en la Secretaría de Inclusión Social, la cual pasó del 6,5 % (período 2012 – 2015) al 7,5 % en este periodo; la Secretaría de Salud también crece (de 10,7 % a 15,7 %), pero las Secretarías de Cultura, de las Mujeres y de la Juventud, decrecen en la participación en el total de los presupuestos, según se muestra a continuación:

En la línea cuatro, Ecociudad, el presupuesto asignado para la Secretaría de Movilidad aumenta con respecto al Gobierno anterior, pero disminuye la participación presupuestal en las Secretarías de Infraestructura, Medio Ambiente, Gestión Territorial, el Departamento Administrativo de Planeación y el Departamento de Gestión de Riesgos y Desastres.

Y en la línea cinco, Gobernabilidad y gobernanza, la Secretaría de Seguridad pasa del 2,8 % (período 2012 – 2015), a ser el 5,9 % del total del presupuesto presentado para este período. Pero, la Secretaría de Participación disminuye del 1 % (período 2012 – 2015) al 0,4 % en esta propuesta de proyecto de acuerdo. 

Como conclusión final, afirmamos que no se pueden seguir anunciando grandes cambios cuando financieramente no se soportan y se sigue haciendo lo mismo con menor presupuesto. Es hora de dejar la arrogancia y reconocer con humildad que hay que atender las necesidades que exige la crisis por la pandemia, por eso, invito a un pacto de ciudad donde la ciudadanía “le perdone” no cumplir con algunos proyectos estratégicos planteados en el Programa del Gobierno y que la Administración Municipal entienda que la academia y la sociedad le dicen que se requieren otras respuestas para salir de esta crisis social y económica.

 

Referencias:

Alcaldía de Medellín. (2020). Proyecto de Acuerdo Plan de Desarrollo 2020 – 2023. Medellín.

Quintero Calle, D. (28 de 12 de 2019). Daniel Quintero Calle. Obtenido del Programa de Gobierno: https://danielquinterocalle.com/programadegobierno/

 

( 1 ) Comentario

  1. Muchas gracias por este gran aporte al esclarecimiento de la esencia del PDM. Hemos republicado el artículo en «Cuadernos de Reencuentro» https://wp.me/p3Fa3t-28v

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Martín H. Román Cárdenas
Ingeniero químico. Docente universitario.