Maestros que no saben lo que hacen

¿Cómo le podemos llamar a maestros que no saben lo que hacen, no le gustan sus alumnos y no les interesa enseñar con el corazón y con respeto a la diferencia?”

Opina - Educación

2018-01-24

Maestros que no saben lo que hacen

La educación es una etapa primordial para cada persona, para cada niño y joven en su derecho a adquirir conocimientos conforme a la teoría y a la práctica, a la instrucción, guía y enseñanza de personal preparado y calificado para asumir los retos de educar a alguien.

Si bien es cierto, como existen los buenos profesores, que no imponen, que inspiran y aman lo que hacen, también existen quienes desaniman y quienes persiguen.

Al último grupo de docentes, quienes se caracterizan por ser funestos y considerarse los poseedores de la verdad, quienes persiguen a los estudiantes que no están de acuerdo con ellos y forman del aula un campo de batalla, son, sin duda, el claro ejemplo de lo que un verdadero profesional no debería representar.

“¿Cómo le podemos llamar a maestros que no saben lo que hacen, no le gustan sus alumnos y no les interesa enseñar con el corazón y con respeto a la diferencia?” es la pregunta, ante la cual, no solamente las instituciones y centros educativos deberían dar una respuesta, sino también los padres de familia, los estudiantes, e incluso, los mismos docentes.

A ese tipo de docentes se le llama “Los innombrables” quienes se podrían describir como el grupo de profesionales que levantan calumnias, difaman, estigmatizan al estudiante, y van en contra del ideal de la docencia que es educar conforme a valores que se evidencien en la práctica de cada uno de ellos, y evidencien la madurez que un adulto, en función de la pedagogía formativa, debería tener.

¡“Los innombrables” si existen! Son quienes propician escenarios donde es el docente, quien abusa de su poder, aquello que también es acoso escolar, atentando contra la dignidad de los estudiantes, y trastorna el sentido de educar, por un proceso inquisidor de ideas, basadas en resentimientos personales propio de personas frustradas, y pareciese, que dominadas por el odio.

Todo en exceso, así como el déficit de algo, es dañino. Así, es preciso mencionar que no se puede abusar de la idea de disciplina y orden para imponer ideales y subordinar la opinión de quienes, en algún momento, estarían en desacuerdo con el manejo de la clase y transmiten al docente su pensamiento, basado en argumentos válidos, respecto a la pedagogía estilizada que tiene como objetivo uniformar, no únicamente los estudiantes, sino también su pensamiento y sus acciones.

Es importante hablar de los malos docentes, porque son ellos quienes dejan marcas indelebles en los estudiantes, y son ellos quienes tienen la responsabilidad ética de que los jóvenes crezcan alejados de cualquier tipo de ideología, y pensamiento, en la cual, cada profesor pudiese justificar sus acciones conforme a sus limitaciones y prejuicios.

La educación debe ser un proceso equitativo, donde las oportunidades que deriven en ese mismo proceso interno permitan a los estudiantes participar en igualdad de condiciones, por meritocracia, y ‘no a dedo, no por rosca’; donde los docentes manejen la imparcialidad y no pretendan dividir a los estudiantes como buenos o malos, o héroes, víctimas y villanos.

( 3 ) Comentarios

  1. ¿En qué momento la educación cambio el rumbo? Aunque siempre han existido profesores tiranos,excluyentes, retrógrados. Pero eran buenos en sus áreas. Hoy ni siquiera tienen buena ortografía y da tristeza como pueden corregir a un niño de tercero de primaria que escribe «bendición» y muy orondo corrige VENDICION solo para impedir que el alumno relegado por él no participe en el concurso de ortografía porque su preferido tenia menos puntaje que el otro. Y aunque el niño no pudo participar, en la premiación no pude evitar hacer pública la queja ante toda la comunidad escolar.

  2. Bue artículo, tiene razón en algunas cuestiones; aunque le faltó resaltar la valiosa labor de los docentes para la sociedad, y el enorme abandono del Estado en todas las época para ese gremio. De todas maneras, felicitaciones por el artículo.

  3. Los maestros innombrables son autoritarios, y con una visión tan obtusa, que usualmente cometen varios errores, que reflejan su propia ignorancia o desconocimiento; por ejemplo, si se trata de temas técnicos, no promueven soluciones integrales («tuve que vivir» un maestro en una enseñanza practica de pavimentos, molestarse porque le indiqué que la zona de Bogotá que nos estaba mostrando, era potencialmente inundable, su cota (su nivel, su altura), estaba varios metros abajo del nivel del río Bogotá; su respuesta fue !!! señor no se salga del tema, aquí estamos en otra cosa !!!); llevan al aprendiz lejos de lo que son sus temas de interés, evaden inquietudes y preguntas, desvían respuestas y enseñan utilizando conceptos y modelos propios de ambientes sociales y económicos diferentes, promoviendo su práctica y aplicación en nuestro medio, nada más alejado de la realidad; y eso -guardadas proporciones- pasa en todos los niveles de escolaridad desde el básico preescolar (en el que una maestra le dice a un niño que Plutón ya no existe, que se lo «tragó» un agujero negro, cuando la razón cierta, es que han definido un tamaño mínimo para que un cuerpo celeste sea considerado planeta -y podría citar más ejemplos), hasta niveles de educación superior, en los que la física, las matemáticas y todo lo demás, es enseñado sin ningún criterio … Conclusión gran parte de los educadores adolece de una muy pobre formación tanto académica como didáctica … Y que planteará el estado sobre éstos temas de educación … NADA … porque lo que menos le interesa es que aprendamos a leer, a pensar, a tener criterio … solo cuando ésto cambie, cambiará la sociedad … he aquí una gran responsabilidad para los educadores en formación deben serlo por actitud, por convicción … no por oportunismo o por desempleo …

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Juan Jose Muñoz
Escritor, Orador y Columnista. Estudiante de Jurisprudencia (Derecho) y Ciencia Política de la Universidad del Rosario. Premio Nacional Marista de Oratoria 2016 y Premio Regional Sur-Occidente de Oratoria 2016. Escritor y columnista para Voices of Youth, un programa juvenil de la UNICEF, y para medios de comunicación nacionales e internacionales. Ex-Personero estudiantil - Colegio Champagnat de Popayán (2017-2018)