Los pedigüeños II

Varios bellacos se quieren aprovechar de la situación de COVID-19 para sacar tajada, aun si eso significa perjudicar a otros.

Opina - Política

2020-04-09

Los pedigüeños II

Columnista:

Cristian Álvarez Balbín

 

Los “Pastores”

Los mercaderes de la fe nunca defraudan en momentos de descomposición moral. Prueba de ello es el comportamiento descarado de personas como los “pastores” Arrazola que, en medio de la pandemia, les dio por pedirle plata a sus feligreses. 

Ahora, los “líderes religiosos” han indicado poseer en exclusiva la cura de la COVID-19. Todo un logro del campo médico-espiritual. Pero nada de imitar a Cristo curando a los enfermos sin cobrar. No señor, eso es de comunistas. 

Si usted quiere ser curado por los pastores Arrazola debe pagar la suma de $250 000 pesos. 

De otro lado, el pastor y senador John Milton Rodríguez, del partido cristiano Colombia Justa y Libres, hizo un llamado al presidente Iván Duque, pues debido a la pandemia muchas iglesias cristianas, comunidades y organizaciones del sector social y religioso debieron suspender actividades con una gran afectación en materia financiera y social.

La justificación del senador/pastor es que “la gran mayoría de las personas que congregan hacen las donaciones el día en que van a la iglesia. Por eso los ingresos de estas organizaciones, haciendo sondeos en varias partes de Colombia, es que se han rebajado un 85 %. Por eso le pedimos al Gobierno que los tenga en cuenta”.

Solo diré lo siguiente: que Dios les perdone, porque yo no.

 

Viajeros irresponsables

¿Qué pasa cuando una pandemia mundial se atraviesa en un anhelado viaje por el mundo? El sentido común obligaría a posponer la travesía. Sin embargo, a muchos compatriotas esa solución no les pareció viable.

De acuerdo con cifras de la Cancillería, cerca de 4500 colombianos se han reportado en la página de Migración Colombia como atrapados en algún país. Sin embargo, varios de ellos salieron de esta nación con motivo de viajes de negocios o de turismo, cuando ya era más que evidente, que el mundo cerraría sus fronteras por completo.

Estos irresponsables se embarcaron en sus anhelados viajes topándose con la obvia “sorpresa” de que, al llegar a su destino, este se encontraba con orden de confinamiento.

Ahora, estos desobedientes se unen —casi al borde de las lágrimas mientras lucen banderas y camisetas de Colombia— al clamor de quienes quedaron realmente atrapados en otros países por motivos de salud, trabajo o de estudio, para que se les gestione un retorno humanitario.

 

La reina en lujosos apuros

Y en este top no podíamos dejar de lado a parte de nuestra realeza criolla. Cómo no, estamos hablando de María Claudia Peñuela, exreina de belleza por el departamento de Santander en 2001.

La mujer llegó procedente de España el 13 de marzo y, pese a que dos días antes el Gobierno ya había decretado el aislamiento preventivo para viajeros procedentes de varios países, entre ellos España, Peñuela ignoró las medidas obligatorias y se hospedó en el lujoso hotel Dann Carlton de Bucaramanga.

El 18 de marzo, tras dar positivo en COVID-19 y, según ella, recibir malos tratos por parte del hotel, tal como se reseñó en los medios, la flamante “segunda princesa”, interpuso una tutela contra el hotel y su EPS, argumentando violación a su derecho a la salud. 

Además, Peñuela buscaba que la EPS pagara su cuenta de estadía, la cual ya suma más de 20 millones de pesos. La juez tuteló sus derechos, pero no le concedió algunas de las peticiones que ella hacía, como ser exonerada de la cuenta del hotel.

A la mujer, no le quedó más remedio que usar sus influencias para hacerle llegar una carta a Iván Duque para que este intercediera a favor de ella.

“No puedo cumplir plan de aislamiento en la residencia de mis padres porque por su edad son personas de alto riesgo. Además, los vecinos ya conocen de mi antecedente y van a impedir mi llegada a ese sitio”, escribió en la misiva la desafortunada exreina.

Lo que no contó la “damisela en apuros” en su misiva es que, según el hotel, Peñuela no cumplía con la recomendación de usar el tapabocas, ni mantenía la distancia de dos metros de los colaboradores que ingresaban a la habitación. Lo cual ocasionó que siete empleados estén en confinamiento obligatorio y esperando los resultados de las pruebas de COVID-19.

En fin. Estos son algunos ejemplos de bellacos que se quieren aprovechar de la actual situación para sacar tajada, aun si eso significa perjudicar a otros. Y aunque sabemos que son muchos más, nos queda el consuelo de que por sus acciones los reconoceréis y su escarmiento vendrá cuando todo esto pase.

 

( 2 ) Comentarios

  1. Esas personas son una vergüenza para la labor que desarrollan. Son abusivos y descarados. Son malos y feos seres humanos

  2. ReplyAlvaro Medina Uribe

    Ira e indignación entre otros, es lo que siento al ver y escuchar a estos embaucadores, estafadores, avivatos, cafres, malandros, porquerías, ARRÁZOLA pedir plata para así darles la prosperidad económica por favor!! y qué tristeza vivir en un país con tanto ignorante estúpido que les comen cuento.

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Álvarez Cristian
Periodista de la Universidad de Antioquia. ¿Quis custodiet ipsos custodes?