Columnista:
Julián Escobar Ávila
Las redes sociales han sido los únicos testigos mediáticos que muestran la cruda realidad por la que viene atravesando la ciudad de Buenaventura y sus territorios ancestrales.
Esta dolosa situación demuestra que las relaciones de poder producidas históricamente en estos territorios, fueron limitadas por los carteles, grupos paramilitares y disidencias de las Farc, quienes ahora se disputan el control territorial en esta zona geoestratégica del suroccidente del país. Lo de Buenaventura no es reciente y tampoco es un caso aislado de la crisis política por la que viene atravesando el Gobierno actual.
El conflicto en este puerto del país, también es un conflicto estructural que atenta en contra de la dignidad de millones de colombianos ubicados en las zonas más olvidadas del territorio colombiano. Solo es echar un vistazo a la cartografía nacional para tener un panorama de lo que acontece allí:
1. Mapa de escasez del servicio de la luz en el territorio colombiano
En este mapa observamos cómo la mayoría de hogares en los departamentos periféricos del país, quienes carecen de tecnología telemétrica, no pueden brindar un servicio digno de electricidad a las poblaciones de la Amazonía, el litoral Pacífico y el Atlántico colombiano. Lo que encrudece los problemas asociados a la inseguridad urbana como lo son el robo a mano armada, la violencia sexual y los homicidios que se producen en zonas que carecen de alumbrado público. Un caso ejemplar es el del municipio de Sipí, en el departamento del Chocó, el cual solo cuenta con menos de cinco horas al día del servicio de luz. O el de Electricaribe, empresa que por el alto grado de corrupción, no pudo abastecer de un buen servicio de luz y alcantarillado a los municipios más pobres de la costa Atlántica.
2. Mapa de la inseguridad
Este mapa del 2019 realizado por el Gobierno holandés, muestra las zonas más inseguras del territorio colombiano: las zonas que aconsejan no visitar, aparecen en color rojo y naranja; viajar con precaución, en las zonas que aparecen en color amarillo, y poder visitar, las zonas que aparecen en color verde. Lo crudo de este mapa es que representa nuevamente las zonas periféricas en las que se puede contrastar la actual situación de violencia por parte de los grupos al margen de la ley. La realidad de un país que se fragmenta desde sus periferias cuyos territorios están siendo sitiados por el crimen organizado y la indiferencia estatal.
3. Mapa de la Pobreza Multidimensional en Colombia, último registro 2018
Es evidente que los reajustes neoliberales han destrozado el tejido social de Colombia, tal como lo reflejan nuevamente las regiones periféricas en las que, por ejemplo, si observamos la región del Pacífico colombiano, la Orinoquía y la Amazonía, son las zonas con mayor pobreza multidimensional en todo el territorio colombiano. Pobreza que se relaciona con la falta de ocupación laboral, bajos índices de educación y nulas oportunidades en materia de vivienda y servicios básicos. A medida que nos acercamos hacia el centro desde estos mapas, también podemos encontrar otro tipo de pobreza que dialoga con la desigualdad de los pueblos ancestrales de nuestro país. Periferias que se localizan en otras periferias, denotando de esta manera el saqueo de quienes nos gobiernan.
4. Mapa de la antinomia electoral del 2018
¿Qué nos dice este mapa? Sin duda alguna, las pasadas elecciones tuvieron un acento geográfico. Los territorios del Pacífico colombiano, Guainía y los departamentos de Atlántico y Bolívar enunciaban la necesidad de un cambio estructural posibilitado gracias al acuerdo de paz y el fin del conflicto que se concentra radicalmente en las zonas periféricas de nuestros territorios.
¿Coincidencia? No, lo que nos muestran estos mapas es un evidente desarrollo desigual que se produce bajo la lógica del centro-periferias. Estas zonas olvidadas son habitadas en su gran mayoría por indígenas, pueblos afro y mestizos que están sucumbiendo frente a las lógicas del conflicto armado que se ha vuelto a encrudecer en Colombia.
Esta cruda cartografía de la realidad de las periferias del país señala, de igual forma, un proceso segregacionista, que se contrasta con la situación de los departamentos del Atlántico, Bolívar, La Guajira y todo el litoral Pacífico colombiano.
Parecería como si de esta realidad geográfica pudiéramos apreciar el surgimiento de un apartheid nacional en el que los excluidos; es decir, los pueblos indígenas y afro, en su mayoría; se condenaran a vivir en la miseria perpetua por parte de un Gobierno centralista y excluyente de un proyecto nacional.
Las periferias enuncian un cambio urgente de la actual política de la seguridad democrática que se refleja, por ejemplo, en la necesidad de mejorar las condiciones de vida de quienes habitan estos territorios periféricos. Los mapas proyectan la condición social de todo el territorio y no podemos ignorarlos.
Hasta el momento, el Gobierno de Duque no tiene un plan de contingencia social que permita dar vuelco a las anteriores representaciones de la desigualdad del país. Solo nos queda la unión y la cooperación entre ciudadanos del centro del país, hacia los pueblos hermanos de las periferias de Colombia.
Finalmente, y parafraseando al líder social Leonardo Rentería, nos debería dar vergüenza hacernos los ciegos, los sordos y los mudos frente a esta cruda realidad que viven muchos pueblos en otros territorios de Colombia.
Fuentes:
https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/pobreza-y-condiciones-de-vida/pobreza-y-desigualdad/medida-de-pobreza-multidimensional-de-fuente-censal
https://www.radionacional.co/noticia/actualidad/asi-quedo-nuevo-mapa-electoral-politico-de-colombia
Me gustan los líderes como Rentería que no se dejan manosear de estas ratas de mierda, a la «periodista» de pacotilla y su socio les dio sopa y seco, los mandó a limpiarse el jopo, bien hecho.