Los huevos de Carrasquilla

Mientras Carrasquilla con sus grandes huevos de $1 800 nos pide pagar impuestos y declarar renta, él tiene su plata bien asegurada lo más lejos posible de su terruño, donde no llega la DIAN.

Infórmate - Conflicto

2021-04-27

Los huevos de Carrasquilla

Columnista:

Nelson Villarreal

 

En Colombia es común que en diferentes regiones del país a alguien que no tiene vergüenza coloquialmente se le diga que «tiene huevo».

Esa expresión se viralizó por estos días cuando el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, al ser indagado por el valor de elementos básicos de la canasta familiar como los huevos, respondió que costaban «$1.800 la docena, o algo así, es lo que yo tengo en la cabeza».  

Es el colmo que quien nos tiene ad portas de una reforma tributaria que va a dejar en la ruina a medio país, una reforma que beneficia a los ricos y  acaba con la clase media en la peor crisis de la economía colombiana no sepa ni cuánto cuesta el insumo obligatorio para el desayuno del colombiano promedio, el huevo.

Así es, el señor Carrasquilla no tiene ni idea del diario vivir de las familias humildes a las que les pretende arrancar hasta el último peso.

Vamos por partes.

Este señor es el mismo que en 2008 apenas terminando su periodo como ministro de Hacienda del entonces presidente Álvaro Uribe dijo sin ruborizarse que «el salario mínimo en Colombia es ridículamente alto», y que, además, como el 30 % de los colombianos ganaban menos del mínimo, ¿para qué aumentar esa brecha subiendo el salario a los que ya se ganan el mínimo? ¡Tiene huevo! ¿No sería mejor reducir la brecha buscando equidad entre las ganancias exorbitantes de los bancos y los pobres salarios de los trabajadores colombianos?

Eso no es todo.

Resulta que Carrasquilla siendo ministro de Hacienda en el Gobierno Uribe fue el promotor de la reforma pensional que hoy nos tiene a todos con muy pocas o casi nulas posibilidades de pensionarnos luego de haber trabajado toda una vida. En su Ministerio no solo se alargó el tiempo de cotización, sino que se eliminó algo más o menos digno que hasta esa fecha existía conocido como «régimen especial de pensiones», en el cual se tenían ciertas consideraciones para el personal que trabajara en actividades de alto riesgo para la salud, relacionadas con la minería, exposición a sustancias cancerígenas, altas temperaturas, radiaciones, el personal de bomberos, de seguridad, controladores de tráfico, operadores de la aeronáutica, periodistas, madres con hijos discapacitados, deportistas y entre otros el presidente de la república. Todo eso le fue arrancado a los colombianos gracias a las iniciativas de Carrasquilla.

¿Dimensionan el gran despojo que le causó este señor a la calidad de vida y la situación económica de millones de colombianos? Pero la perla de todo esto, es que al único al que se le mantuvieron todos los beneficios del régimen especial de pensiones fue al presidente de la República de ese entonces, que como ya lo señalamos era Álvaro Uribe. ¡Chupe y me deja!

Pero ¿qué se podía esperar del ministro, si el mismo presidente Iván Duque cree que un auxiliar de panadería se gana 2 millones de pesos mensuales? Es que somos gobernados por una élite que vive en una burbuja. ¿Qué saben ellos de vivir del diario? ¿Qué sabe Iván Duque de llegar a la casa por la noche luego de una ardua jornada laboral para conseguir apenas unos cuantos pesos a fin de alimentar a la familia? ¿Qué sabe Carrasquilla de ver a sus hijos acostarse sin comer?

Quieren acabar con la llamada clase media, que en Colombia no es más que un sector de la población que ha solucionado lo de las necesidades básicas por un tiempo determinado, pero que esta pandemia los tiene con el cinturón ajustado y recurriendo a préstamos para pagar los endeudamientos causados por una que otra comodidad.

Lo irónico es que son tan grandes los huevos y el cinismo de Carrasquilla que mientras nos llama a «ponernos la mano en el corazón» para pagar por el IVA que le quieren poner al queso, la leche, los tampones y hasta los servicios funerarios. Él y los de su clase no se meten la mano al bolsillo para ayudar a alivianar la crisis. Pero, no pasemos tan rápido el tema de «ponerle IVA a la muerte», ya que la reforma tributaria como si de una estrategia de marketing de tratara busca en medio del mayor número de muertes causadas por el COVID-19, aumentar los costos de los servicios funerarios gravándolos con un IVA indolente.

Ahora resulta que a las personas que ganen más de $2 400 000 les tocará declarar y pagar renta el próximo año, así como en 2023 deberán pagar renta los que tengan un ingreso mensual de $1 600.000. ¿Cómo les parece?

Lo más descabellado es que el ministro de Hacienda sigue sin ruborizarse poniendo a declarar renta a los colombianos mientras él tiene su plata metida en paraísos fiscales (recordemos que un paraíso fiscal, es una figura que se usa para abrir cuentas bancarias, crear empresas de papel y hacer negocios evadiendo impuestos en países con una legislación de dudosa reputación en el ámbito económico). Pues el ministro aparece como accionista de la compañía panameña Navemby Invesments Group INC, como lo afirma el portal periodístico Connectas que desarrolló toda la investigación de “los Panama Pappers”.

Así es, mientras Carrasquilla con sus grandes huevos de $1 800 nos pide pagar impuestos y declarar renta, él tiene su plata bien asegurada lo más lejos posible de su terruño, donde no llega la DIAN.

Pobres colombianos que cayeron redondos en ese eslogan electoral que a todo pulmón repetía una y otra vez Iván Duque y su jefe político Álvaro Uribe «menos impuestos, más salarios» (entran risas).

Y como si fuera poco, este mismo señor se inventó en su primer ministerio las «zonas francas especiales», lo que dio vía libre a que empresas como Rubiales, Drummond y Glencore implementaran en territorio colombiano sus propias leyes laborales y de explotación y con una retribución irrisoria al país en impuestos, lo que con el tiempo solo trajo despojo de tierras, paramilitarismo y desplazamiento forzado a las regiones donde estas empresas irrumpieron.

Pero es que Alberto Carrasquilla desde sus cargos, siempre ha estado metiendo miedo y aplicando políticas contra los más pobres. Ahora nos asustan conque «si no se aprueba la reforma tributaria se acaban los programas sociales como Ingreso Solidario». ¡Extorsionistas que juegan con el hambre del pueblo colombiano! Este sujeto que hace unos días dijo que Colombia tenía caja para 6 o 7 semanas no puede ser más sinvergüenza, cuando hasta hace poco estaban ofreciendo plata para salvar a Avianca que ni siquiera es una empresa colombiana mientras miles de pequeños y medianos empresarios y emprendedores se ven obligados a cerrar sus negocios a raíz de la pandemia. ¿Y a ellos quién los ayuda?

Carrasquilla es un depredador del patrimonio nacional, y eso está probado con cada acción tomada desde las entidades en las que ha estado, como cuando lideró la venta de los bancos Bancafé, Megabanco y Granahorrar.

Y la cereza del pastel son los ya conocidos «bonos de agua; una propuesta estructurada por Alberto Carrasquilla para dotar del servicio de acueducto a 117 municipios que terminaron endeudados por 19 años y sin ese acueducto tan anhelado por la comunidad. Y el colmo del descaro es que la empresa Konfigura para la que trabajó Carrasquilla, tan pronto salió del Ministerio fue la que se quedó con ese negocio multimillonario, que al final resultó prácticamente en una estafa para el Estado, lo que hasta ahora todavía tiene investigaciones pendientes a cargo de la Contraloría General. ¡Tiene huevo, a $1.800 la docena!

En eso estamos, tragando saliva y colgados de todos los santos para que el Congreso rechace la reforma tributaria presentada por este depredador de la economía de los hogares colombianos, expectantes del show de circo del exsenador y hoy expresidiario Álvaro Uribe quien sale a los medios diciendo que la reforma tributaria presentada por el presidente elegido a nombre del Centro Democrático, consultada con su partido el Centro Democrático, no tiene absolutamente nada que ver con el Centro Democrático. ¡Por Dios!

Todo esto ocurre mientras quien levanta este polvorín está buscando puesto en el Banco de Desarrollo de América Latina del que busca ser su presidente para ocupar este cargo que hoy se encuentra vacante. Ya Carrasquilla presentó formalmente su candidatura a través de una carta enviada por el mismo Gobierno colombiano. ¡Se va y nos deja en los rines!

No defraudan en su afán de convertirse en la dictadura con la que tanto amenazaron en campaña, pues se volvió cierto que cada vez nos parecemos más a Venezuela, y le dan razones a los colombianos para salir a marchar el 28 de abril ahora sí emberracados como le gusta al uribismo.

Pero a ellos eso no les importa. Lo hacen porque saben que al final del día aquí no pasa nada, a ellos las leyes no los tocan, ellos que son dueños de haciendas inmensas, muchas, señaladas de ser cunas del nacimiento de grupos paramilitares como la finca «Guacharacas» de Álvaro Uribe, en su momento, y otras, en las que han desmantelado laboratorios de cocaína como la del exembajador de este Gobierno Fernando Sanclemente.

Ellos que, ganándose miles de millones de pesos, al momento de su declaración de renta no les toca pagar un solo peso en impuestos. ¡Tienen huevo! A $1.800 la docena.

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Nelson Villarreal
Administrador Financiero. Lector apasionado. Escritor aficionado. Trabajador social por convicción y soñador por vocación.