Los dicientes silencios del discurso de Iván Duque

Iván Duque aprovechó su discurso presidencial del 20 de julio para mentirle al país y para demostrar que no tiene el talante para ser Jefe de Estado.

Opina - Política

2020-07-21

Los dicientes silencios del discurso de Iván Duque

Columnista:

Germán Ayala Osorio

 

Después de escuchar el discurso de quien parece fungir como Presidente de la República de Colombia, en el marco de la instalación de la nueva legislatura, quedan varias reflexiones por hacer, ancladas estas en lo no dicho o si se quiere, en los silencios que guardó el huésped de la Casa de Nariño o de ‘Nari’. 

Eso sí, hay que señalar que el discurso pregrabado de Duque Márquez resultó fatuo, pueril, vago, mendaz y alejado de la realidad. Pero observemos los silencios en los que incurrió quien después de dos años, aún no logra asumirse de verdad, y mucho menos actuar, como el Jefe del Estado. El saludo reverencial a Uribe Vélez se puede interpretar como un reconocimiento a quien realmente orienta, política y electoralmente, los destinos del país.

Dentro de las dicientes omisiones de Iván Duque, se cuenta que no saludó a las miles de víctimas que ya cobra la COVID-19 en Colombia, muchas de estas, sobrevinientes de los masivos contagios de aquel 19 de junio, Día sin IVA, que Duque promocionó y aupó; jornada en la que hubo masivas aglomeraciones en varias ciudades del país, en particular en la capital del Valle del Cauca, una de las urbes que contabiliza los mayores casos de contagio por la señalada enfermedad.

Además, no hizo referencia a los 219 firmantes de las antiguas Farc-Ep que han sido asesinados por sicarios paramilitares, con la segura connivencia de autoridades estatales. Como tampoco se refirió al sistemático asesinato de líderes y lideresas sociales. Tanto su vago y fullero discurso, como sus “olvidos”, expresan y dejan entrever su alejamiento y desconocimiento de las complejas realidades de Colombia; la misma que Duque medio logró palpar, al repetir la estratagema democrática de su jefe y patrón político, de los consejos comunitarios que solo sirven para restarle legitimidad a los mandatarios locales.

Duque Márquez, nuevamente, dejó entrever que comparte la tesis negacionista del conflicto armado interno que impulsan los miembros del Centro Democrático, al hablar de los PDET y de las «víctimas de la violencia». Al apelar a ese universal, Iván Duque desconoce las dinámicas del conflicto, porque al usar esa nomenclatura, logra minimizar no solo las causas históricas asociadas al levantamiento armado en los años 60, sino las dinámicas de un conflicto armado cuyos actores, legales e ilegales, se degradaron en grado mayúsculo. Su mutismo también se notó ante el proceso de implementación del Acuerdo Final y del desplazamiento del ETCR de Santa Lucía (municipio de Ituango), por las presiones y amenazas de grupos paramilitares.

Ahora bien, no solo guardó silencios, sino que enmascaró realidades inocultables. Y lo hizo al hacer referencia a los «millones de árboles plantados en un proceso de reforestación que incluye a Parques Nacionales Naturales y a la promoción de un desarrollo sostenible«. Miente Iván Duque si se tienen en cuenta que ambientalistas y propias autoridades locales y regionales vienen denunciando la progresiva deforestación que hoy sufren la Orinoquia y la Amazonia, por cuenta de terratenientes, narcotraficantes, paramilitares y empresas agrícolas y ganaderas que vienen de tiempo atrás pagando a campesinos y desempleados, hasta un millón de pesos por hectárea talada. A lo que se suma la instalación del modelo de la gran plantación en la Orinoquia, a partir de la siembra de palma africana y caña de azúcar.

Al cambiar de tercio, haré referencia a dos hechos políticos que dejan entrever un quiebre institucional que acerca al gobierno de  Colombia a estadios autoritarios: ni el presidente de la Corte Constitucional, ni el Procurador General de la Nación hicieron presencia en la instalación de la nueva legislatura. Estas dos inasistencias le restan aún más legitimidad a un mandatario que poca confianza y credibilidad genera; el mismo que es visto por la prnsa internacional y  sectores políticos como el monigote de Álvaro Uribe Vélez.

Un asunto si queda claro: ser el principal huésped de la Casa de Nariño es una cosa y otra muy distinta ser y sentirse el presidente de la República de Colombia. Y hoy, quedó claro quién realmente opera los hilos del Estado.

 

Adenda: “Que la vieja estaba diciendo que dónde estaba yo, que si no estaba escuchando» así se refiere el presidente @IvanDuque a @AidaAvellaE en representación de la oposición”. Lo citado entre comillas apareció en varias cuentas de la red twitter, y haría parte de la reacción de Duque ante la pregunta que lanzara la congresista Aída Avella, de si el presidente estaba escuchando su disertación. Ese no es el talante de un Jefe de Estado. Y mucho menos, obedece a quien viene “cacareando” que él no está para «insultos y agresiones».

( 3 ) Comentarios

  1. Replyfranklin howard ortega

    Queda claro que el personajillo de Guignol,no es dueño de si, no tiene ideas veraces, sino que es el titiritero, el pARAcleto hegemon, quien maneja los hilos del poder.
    La caricatura gubernativa es un chiste macabro ante el concierto de las civilizaciones del orbe

  2. ….LA IGNORANCIA ES ATREVIDA y se perdona, pero LA CALUMNIA Y LA TERGVERSACION son odiosas y repugnantes!!!. al decir…..fueron asesinador por paramlitres y sicarios del estado… quiere ocultar la verdad, MIENTE, o sera que ignora que las guerrillas se matan entre si durante toda su existencia, mas ahora con su plan que una parte negocia con el gobierno y la otra continua en la lucha armada hasta conseguir el poder por dos fuentes, y que sus tratados que han hecho con narcotraficantes y bacrin tambien matan guerrilleros y luego salen sepeda y petro a decir que eran lideres.

  3. tenemos presidente para Colombia, asi lo elejimos con mucho gusto, tal vez no para el gusto de los anarquistas, de los enemigos de la humanidad, de los que quieren un venezuela para colombia, de los que predican desobediencia en pandemia.
    Ud sr.periodista o falta a l verdad o ignora que quienes mas han afectado la ecologia son las guerrillas, que nos obligaban a los campesinos a talar bosques y sembrar coca, cosa que ahora niegan ante la jep igual que el reclutamiento de niños.

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Germán Ayala Osorio
Docente Universitario. Comunicador Social y Politólogo. Doctor en Regiones Sostenibles de la Universidad Autónoma de Occidente.