Lecheros al borde del abismo

De llegar a 2026 con las condiciones que tienen los lecheros hoy, el perjuicio va tener un efecto dominó: las empresas pequeñas saldrán del mercado y, en consecuencia, miles de familias campesinas no tendrán a quién venderle su producción lechera.

Opina - Economía

2019-04-27

Lecheros al borde del abismo

Colombia firmó dos Tratados de Libre Comercio, uno con Estados Unidos y otro con Europa, con el objetivo de abrir mercado con estas potencias mundiales sin restricciones arancelarias, los cuales entrarán en plena vigencia en 2026 y 2028, respectivamente.

Quienes apoyan esta iniciativa de libre mercado argumentan que es una oportunidad para impulsar las exportaciones nacionales y permitir el ingreso al país de tecnologías, con las cuales hoy no contamos. Sin embargo, existen algunos sectores que se verían seriamente amenazados, entre ellos, el sector agropecuario, específicamente el lácteo.

La razón por la que está en peligro el sector lácteo no es solamente debido a los tratados comerciales, sino en realidad, por el abandono del Estado con el campesinado. En este momento, existen miles de familias que viven de la producción de menos de 15 reses. De tal forma que existe un mercado de leche, que es procesado y comercializado por aproximadamente 25 grandes empresas de reconocimiento nacional.

El resto de la producción, que es de aproximadamente el 40% del total nacional, es acopiada por asociaciones y por (como se conocen) empresas informales. Esta informalidad significa que muchas de ellas no cumplen con los requerimientos del INVIMA, pero a decir verdad, le prestan un gran servicio a los campesinos, porque de otra forma no tendrían quién les comprara el producido. Este sector informal produce derivados lácteos que luego distribuye a precios bajos en miles de  tiendas en barrios de sectores populares.

Una vez entren en plena vigencia los Tratados de Libre Comercio, a partir de 2026, las hoy llamadas empresas informales del sector lácteo, seguramente van a ser desplazadas por una avalancha de productos lácteos importados, baratos y de calidad discutible.

Hay que mencionar que la Organización Mundial de la Salud lanzó en octubre de 2015 una agencia para monitorear el crecimiento de enfermedades resistentes a los antibióticos. La OMS hizo un llamado a los países desarrollados, con los que Colombia realizó Tratados de Libre Comercio, para que disminuyan el uso de antibióticos en animales, porque esos productos químicos pueden afectar, a través de los alimentos, seres humanos y causar resistencias a los antibióticos, lo que resulta muy peligroso para la salud mundial.

Pues bien, este tipo de alimentos lácteos pueden ser los que terminen por desplazar la producción nacional como efecto de los tratados comerciales.

Aunque el Gobierno Nacional emitió el documento CONPES 3675 de 2010, con el que busca la competitividad del sector lácteo, es evidente que los avances son mínimos. Una de las razones, es el poco interés de las entidades territoriales, que  para el caso del centro del país son: la Gobernación de Cundinamarca y la Alcaldía de Bogotá.

De llegar a 2026 con las condiciones que tienen los lecheros hoy, el perjuicio va tener un efecto dominó: las empresas pequeñas saldrán del mercado y, en consecuencia, miles de familias campesinas no tendrán a quién venderle su producción lechera.

Es urgente que la Gobernación de Cundinamarca y la Alcaldía de Bogotá realicen una agenda conjunta, que no solamente busque proteger a la industria láctea nacional, sino la seguridad alimentaria del centro del país. Es fundamental reformar Corabastos y que las dos entidades territoriales asuman de manera directa la distribución de alimentos, para que garanticen la sostenibilidad y productividad de los campesinos colombianos y el tránsito a la formalidad de la pequeña agroindustria láctea.

Además, y tal vez lo más importante, es garantizar productos saludables y frescos a las familias del centro del país.

 

Foto cortesía de: Fisterrabicicleta – Juan Sisto

( 3 ) Comentarios

  1. ReplySergio Barrantes Gomez

    Soy un pequeño productor de leche y estoy de acuerdo con que las pequeñad asociaciones van a cambiar. Van cambiar canbiar las reglas de juego.

  2. Sigan buscando medidas asistencialistas por parte del Estado, y toda la vida van a depender de las promesas del político de turno, que los va a engañar prometiendo lo que no puede cumplir. Las exigencias al Estado deberían ir encaminadas a mejorar las condiciones para la producción y la reducción de obstáculos.

  3. Que tristeza por qué el que lleva del arrume como siempre es el campesino. Dónde están todas las promesas del gobierno nacional actual para el sector rural una ves más queda demostrado que solo fueron promesas para ganar la presidencia nos sentimos engañados por qué del campo fueron de donde salieron la mayoría de votos para duque por qué creímos que de verdad nos iba ayudar pero una ves más nos engaño que tristeza el total abandono del gobierno al campesino por eso todos al paro nacional en contra de este gobierno mentiroso que no a cumplido nada hasta cuándo abandono total del estado al campo

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Laurentino Quiroga
Ingeniero Civil de la Universidad Católica y Magister en ingeniería del Kings College London. Investigador en el Reino Unido y conferencista.